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Del Padre Y Del Hijo _C5_
Del padre y del hijo _C5_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Silver x Anna x Hao
Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 5 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
La rubia dobló las cejas con enojo. ¿No había sido suficientemente clara?.
Le había dicho que se largara, pero el muy descarado la ignoró y se quedó a vivir ahí, peor aún, se comportaba como si fuese el señor de la casa.
Anna intentó tolerarlo porque él es el hijo de su difunto esposo, pero eso no le quitaba lo sin vergüenza.
* Llegas tarde, Annita. No deberías hacerme esperar, no me gusta comer solo. *
La mujer dobló la boca y apretó fuertemente los puños.
* ¿Sí?, ¡pues a mí no me gusta cenar contigo!. *
Una traviesa sonrisa se dibujó en el rostro del moreno. Cómo le gustaba esa actitud altanera en esa mujercita. Siendo sincero, esa era la razón por la cual constantemente molestaba a “su madrastra”, por el mero placer de encender la ira en ella, y el ego en sí mismo.
Así pues, Kyouyama comenzó a comer aun a pesar de que la comida parecía atorársele en la garganta. No soportaba a ese hombre y sin embargo, el que ese sin vergüenza estuviese allí con ella, le hacía la vida un poquito más pasable, pues le bastaba con contemplar su rostro por unos cuantos segundos, para recordar a su esposo y sonreír ante las dulces memorias.
En realidad, esa había sido la verdadera razón por la cual la rubia pasó por alto el mal comportamiento de Hao. No planeaba seguirle el juego a ese hombre, ni mucho menos corresponderle de alguna forma.
““Mi único hombre fue y será Silver. . . jamás volveré a caer en el amor.””
Pensaba la rubia de ojos negros, sin saber que Hao Asakura no tenía los mismos planes para con ella.
~*~
~*~
~*~
Corrieron un par de meses antes de que Asakura se atreviera a propasarse.
Por mucho tiempo, Hao se conformó solo con molestar a la mujer, más poco a poco, de la diaria convivencia, se desató una necesidad para él, la necesidad de estar cerca de ella o cuando menos verla.
El pelilargo era malo fingiendo que su humor mejoraba cuando estaba con esa mujercita.
Un cortejo hubiese sido lo más adecuado, o al menos lo que un hombre decente o cuando menos cuerdo, hubiese llevado a cabo, pero no Hao Asakura, y mucho menos estando bajo el hechizo de esa hermosa mujer.
El moreno comenzó por entrar a la habitación de la rubia sin molestarse en llamar antes de hacerlo. La primera vez, Anna puso el grito en el cielo, primero sorprendida y hasta asustada, luego eufórica.
El castaño había tenido la buena suerte de encontrarla en ropa interior, pero esto no colmaba su deseo, por el contrario, lo encendía aun más.
* ¡Te odio!, eres un maldito pervertido !!. *
Y ni aquellas crueles palabras o la bofetada que le prosiguió, fueron suficientes para hacer desistir al moreno.
Fue tan persistente, fue tan descarado, que con el tiempo Anna ya ni se sorprendía de que el muy descarado no tocase la puerta antes de entrar, como sea, este jueguito la hacía vibrar. Ella lo sabía y por ello había dejado al pelilargo llegar tan lejos.
Esa sensación de sentirse y saberse deseada era un tanto nueva para ella, quien estaba sumida en un ambiente de erotismo que por supuesto le agradaba.
Quiso echarle la culpa a su pobre vida sexual con su esposo en los últimos años de su matrimonio, pero Anna prefirió autocriticarse al considerarse a sí misma igual a Hao en ese aspecto, como una pervertida sexual.
Ella amó tanto a su esposo. . . aun lo amaba y prefería mil veces reprocharse a sí misma, que culpar a su difunto marido por las locuras que ahora estaba cometiendo, pues bien sabía que al no ponerle un alto a Hao, ella estaba estimulando que él se propasara con ella.
* Está bien, mientras no pase a mayores. *
Susurró la mujer, tratando de imponerse un límite, más se le olvidó que el juego de Hao. . . iba muy en serio.
~*~
~*~
~*~
Yacía dormida, pero una sensación húmeda sobre sus labios la hizo despertar. Esta vez no cometió el error de confundir al muchacho.
* ¿Qué haces?. *
Hao frenó sus besos ante el irritado semblante de su musa.
* Besarte. *
La rubia dobló las cejas con enfado. Eso ya lo sabía, lo que ella quería saber era el motivo.
¿Cómo podía ser tan descarado?, la culpa era suya por no detenerlo cuando debía. Pues bien, lo haría ahora; con toda la tranquilidad del mundo le ordenó al muchacho salir de su habitación, más en cambio, Kyouyama sintió esas toscas manos masculinas deslizarse por los contornos de su silueta, deteniéndose en sus senos, estrujándolos sin la más mínima delicadeza.
De hecho, Anna podía sentir la lasciva y la lujuria en el toque de ese hombre.
Una corriente eléctrica la recorrió por escasos instantes, encendiéndola, pero al mismo tiempo advirtiéndole que ya había sido suficiente de esto.
* Suéltame !!. . . ¡largo de aquí!. *
La rubia agitó los brazos, escapando de la prisión que ejercía el excitante cuerpo del Asakura, abandonando la cama envuelta en una sábana.
* ¿Qué esperas?. *
El moreno torció la boca. Creía que esta noche sería la indicada, pero en cambio había terminado frustrado y humillado.
Tranquilo, caminó hasta la puerta, dispuesto a complacer a la chica de dorados cabellos, pero no sin antes dedicarle una iracunda mirada.
* Esto no se quedará así. . . ésta me la pagas, Anna. *
La rubia terminó empujando al castaño y cerrándole la puerta en las narices, sin tomar en cuenta sus tontas amenazas.
Para ella, ya era más que suficiente tener que lidiar con su propia conciencia.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sí Anna, hazte la difícil, que le cueste al hombre... aunque está buenísimo ^¬^ .
Y he aquí lo bueno, y lo complicado, de esta trama. Hao obsesionado con la esposa de su padre y ésta que aun ama al padre, pero no puede evitar sentirse atraída por el hijo, ya que le recuerda a su esposo. . . sin mencionar que él la enciende 0//0 .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de Paradise.
Totalizado el 23 de Febrero de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 6 ||
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Pareja: Silver x Anna x Hao
Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 17 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Había sido una semana muy pesada. La ausencia de la rubia no le había sentado nada bien al moreno.
Ni una llamada ni siquiera para exigirle lo que en realidad le pertenecía a ella.
Hao había estado de pésimo humor; quiso refundirse en el trabajo, pero ni así podía dejar de pensar en la mujer de ojos negros.
““Quiero verla.””
Pensaba el muchacho, pasándose una mano por el rostro y luego por sus largos cabellos, lleno de frustración.
Suspiró cansado, al parecer la rubia estaba más que dispuesta a cumplir con sus palabras y él pensaba que este día no tendría mayores complicaciones, más justo en ese momento golpearon la puerta de su oficina, era su secretaria que le anunciaba la visita del abogado de la empresa, Ren Tao.
Asakura torció los labios, no habían concretado una cita, así que con fastidio, lo hizo pasar. Grande fue su sorpresa al ver a la persona que acompañaba al heredero Tao.
* ¡A-Anna!. *
El castaño se irguió apresurado, sus ojos desteñidos ante la incredulidad de ver ahí a su prometida.
Tenía enfermizos deseos de acercarse a ella y abrazarla, pero su mirar lo detuvo. Kyouyama le dedicó una mirada llena de frialdad y desprecio.
Ren y Anna se sentaron frente al escritorio de Asakura, quien no podía armar palabra alguna ante la extraña situación que allí se vivía.
* Espero no importunarlo, de cualquier forma no le quitaremos mucho tiempo. * _La voz del chino sonó seria, después de todo, esto no era más que una simple advertencia._ * La señorita Kyouyama está interesada en participar en las decisiones de la empresa, así que la tendremos por aquí muy seguido de ahora en adelante. Espero que esto no le represente problema alguno. *
El pelilargo escuchaba atentamente a Ren, mientras miraba con fijeza a la rubia de ojos negros, quien le sonrió triunfante una vez la razón de su visita se dio a conocer.
* Espero que nos llevemos bien, señor Hao. *
La voz de la mujer era una maldita mezcla entre burla e ironía. El moreno torció la boca, furiosa con la actitud vengativa de la mujer, él no estaba dispuesto a ser el blanco de insultos y sus irónicos comentarios, no señor.
Aclararon un par de puntos más, sin embrago no tardaron más de veinte minutos. Finalmente Ren se disculpó, pues tenía un par de asuntos, así pues, se fue y dejó a solas a los líderes de la dichosa empresa.
* ¿Qué es lo que pretendes, Anna?. *
La chica sonrió jovial, casi con inocencia, ante esa pregunta, luego miró su reloj, irguiéndose en seguida. Con la hora de pretexto, planeaba escapar y dirigirse a estrenar oficina.
El Asakura frunció el ceño; no iba a seguirle el jueguito a esa chica, así que no tardó en alcanzarla, sujetándola del brazo y girándola bruscamente, acorralándola contra la pared.
* Debemos hablar!. *
* Suéltame!!. *
Y por primera vez desde que se vieron, ella lo miraba con rencor, con todo el coraje y el resentimiento que por él sentía.
* Anna, yo… terminemos con esta locura. *
La voz del moreno se tornó suave, acercando su rostro al de la joven de negros ojos; su aliento acariciando los labios de la mujer. Ella dobló las cejas, entre furiosa y dolida. Por esta locura, como él la llamaba, ella había sufrido mucho.
Anna bajó la mirada, recordando el día en que le dejó todo a Hao.
~*~
~*~
~*~
Dolida, derrotada, humillada y utilizada, así se sentía y así llegó a casa de Pilika, empapada por la lluvia y sus propias lágrimas. Si alguien iba a verla llorar, si alguien iba a acompañarla mientras ella se desahogaba, esa persona definitivamente era Pilika Usui.
Anna se había dado por vencida, en verdad no había planeado pelear la herencia que le dejó su esposo. Eso nunca le importó y mucho menos ahora; ella había perdido algo mucho más importante, su autoestima, su dignidad y la confianza en el hombre que amaba.
En esos momentos, Kyouyama se sentía la mujer más miserable e inútil del mundo.
* Estás muy equivocada si crees que voy a dejar que la gran Anna Kyouyama se hunda de esta manera. ¡Pelea!. *
Fueron las palabras de su amiga peliazul.
~*~
~*~
~*~
Ahora, la rubia alzó la mirada, recordando aquellas palabras llenas de coraje y determinación. Sí, Pilika la había animado a pelear por lo que es suyo, pero también a recuperar su dignidad. No se daría por vencida y no estaba dispuesta a dejar que Hao se burlase de ella.
* Mi querido Hao, verás… no tengo deseos de hablar, de hecho… * _Con voz melosa, la rubia abrazó al moreno, insinuándosele al juntar su exquisito cuerpo al de Asakura._ * Podríamos usar este tiempo juntos para otras cosas… *
* S-sí, por supuesto… *
El pelilargo suspiró poco antes de que sus labios tocasen los de la chica, pero aquel fue un beso fugaz que le supo a nada.
Desconcertado, tardó en darse cuenta que la chica se había escapado de su abrazo y salía de su oficina, no sin antes entre risas advertirle que al parecer iba a divertirse mucho con él.
Hao apretó los puños.
“Divertirse”, eso le había dicho y él había notado perfectamente el rumbo de aquellas palabras.
* Ella quiere vengarse de mí. *
Susurró para sí el joven de largos cabellos, sin saber si la idea le disgustaba o simplemente le encantaba.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por supuesto, no iba a dejar que los Asakura se quedasen con todo.
Más que eso, que Anna sufriese sin hacer nada ¬¬’.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.
Totalizado el 23 de Febrero de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 18 ||
Silenciosa promesa
Series: Dragon Ball GT
Rating: M
Pareja: Goten & Pares
Sinopsis: La recostó suavemente, cubriéndola con su cuerpo y luego poco a poco presionó... Era una deliciosa tortura, aunque para él todo sucedía en cámara lenta.
Advertencia: Lemon.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.
La hermosa chica tembló entre el beso al sentir como las manos masculinas recorrían su delicada piel, y se le escapó un suspiro cuando una de las manos del muchacho se posaba sobre el seno izquierdo, palpando, amasando con tranquila adoración.
Casi inmediatamente el otro pecho fue cubierto por la mano libre del joven de negros cabellos.
* ¡ Ah, se- señor Goten !. *
Pares rompió el beso para suspirar el nombre de su compañero.
Tenía miedo; no tenía ni idea de que estaba haciendo, pero le gustaba, y le gustaba por el simple hecho de que era el guerrero quien le proporcionaba todas esas sensaciones nuevas y placenteras.
Ya sin ropa alguna que los separase, los jóvenes amantes dieron rienda suelta a su amor.
Las manos del sayan viajaron hasta la vagina de su compañera, explorando; hundiéndose suavemente en su sexo y brindando placer. La chica gemía dulcemente, aferrada al musculoso cuerpo de su novio, frotando su frágil y sensual cuerpo contra la silueta masculina.
* Pares !!... ¡ me encantas !. *
*Señor Goten, qué?... ¿qué es esto que siento?, ¿por qué no puedo detenerme?, no entiendo... ¡¿por qué me gusta tanto?!.*
* Oh, Pares, eres tan inocente... ¡ y te amo !. *
La jovencita se sonrojó. Amor, eso sí lo entendía; era lo mismo que sentía por ese hombre.
Goten la recostó suavemente, cubriéndola con su cuerpo y luego poco a poco presionó su pene, duro a más no poder, en la cálida, suave y húmeda vagina de su novia, clavándose en ella con total paciencia y con toda la suavidad que podía, aun reprimiéndose.
Se mordió el labio inferior hasta sangrar, pues el placer era tanto que se estaba volviendo loco; era una tortura no poder hacerla suya con toda la fuerza y pasión que por ella tenía.
Pasado un rato, Pares chocó sus caderas al encuentro de las del sayan, buscando más de aquella fricción que tanto placer le provocaba. Se movía tan suave, tan sensual, pero aun así ella seguía siendo frágil y él no quería lastimarla, así que la dejó complacerse, siendo la mujer quien se moviera a su ritmo y fuerza, provocando la fricción entre ambos sexos y la penetración, primero tranquila, luego rápida y desesperada, al menos para ella. Porque Goten sentía que todo sucedía en cámara lenta, pero no por ello dejaba de ser delicioso.
La chica se retorció llena de gozo bajo el poderoso cuerpo de su novio y soltó un delicado gemido cuando el placer se desbordó en un orgasmo que la hizo aferrarse a él con toda su frágil fuerza al tiempo en que su intimidad aferraba la virilidad del guerrero, torturándolo y enloqueciéndolo en verdad al regalarle la caricia más íntima y secreta que pudiesen compartir.
Goten llegó al éxtasis y se corrió en el interior de su novia, llenándola de semen.
Aun clavado en ella, el joven la abrazó con suavidad; ambos respirando agitados.
* Oh, Pares !!... eres hermosa !... ¡ y maravillosa !. *
* Go-Goten !. *
Los ojos de ambos jóvenes brillaban intensamente ante las emociones y los sentimientos que no se atrevieron a externar con palabras.
Se sonrieron de forma cómplice y Pares acarició el rostro de su compañero; prometiéndose, en silencio, una segunda vez. ¡ No !... muchas más.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me gusta esta pareja. Creo que Pares es un personaje muy original y la más bonita de todas las chicas de DB (gomen Bulma).
Ella es muy inocente (no sé qué le pasó a Goten, él también lo era ¬¬').
Total que la evolución de ese romance me gustó y no podía quedarme sin hacer un fic de ellos.
Como dato curioso, Goten es el único personaje de DB que aparece en más de uno de mis fics.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 20 de Diciembre de 2010.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Nacida para él
Series: Naruto
Rating: M
Pareja: Neji & Hinata
Sinopsis: Ella le pertenecía, había nacido para él. Y porque algo tan hermoso se debe cuidar, él ya había decidido que la protegería.
Advertencia: Lemon.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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* Yamete, onii-san, aahhh!. . . * _La heredera Hyuga cerró los ojos con fuerza; un escalofrío le recorrió la espalda, asustándola aun más de lo que ya estaba._ * Ne-Neji, onegai. . . nos pueden escuchar. *
* No lo harán. *
Le dijo el muchacho para luego volver a reclamar los dulces labios de la chica; voraz, posesivo.
En realidad, el que no estaba escuchando no era otro más que el mismo Neji. Ese muchacho se hallaba completamente ajeno a todo aquello que no fuese la adorable mujercita entre sus brazos.
No estaba muy seguro de cómo fue que terminaron así, besándose, frotando sus cuerpos con deseo y necesidad, más tampoco quería pensar mucho en ello.
Hacía calor, mucho calor, era apenas medio día y Hinata le ofreció una bebida fría, y él. . . él la tomó a ella.
A pesar de todo aun le guardaba cierto rencor, pero ahora no importaba. . . no importaba.
La quería a ella, hacerla suya, poseerla y hacerla gritar su nombre una y otra vez, solo eso sabía, solo eso entendía.
* Neji onii-san, no, detente, aahhh. . . *
La chica no pudo evitar un pequeño gemido, pues los dedos de su primo se habían colado bajo su ropa interior, acariciando su intimidad con libertad, frotándole el clítoris con insistencia.
* Ie, Ie, onegai ahhh. . . *
El joven se mordió el labio poco antes de callarla con un profundo beso. Rodeando su estrecha cintura con su brazo izquierdo, pegándola más a su cuerpo; su mano derecha se había entrelazado con la de ella, sosteniéndola firmemente contra la pared por encima de la cabeza de la chica.
El ninja siguió acariciando con frenesí, sin dejar de besarla un instante. Fue Hinata quien rompió el beso, girando el rostro a un costado; jadeante, pronunció el nombre de su compañero.
Su piel interna se tensó, provocando fuertes pulsaciones; un orgasmo la invadía, el primero en su vida y era gracias a los traviesos y expertos dedos del joven de cristalinos ojos.
La mente de la jovencita se puso en blanco, así que ni siquiera se resistió a las manos del muchacho, que la desnudaron por completo.
* No, ya no. . . *
Jadeante, miraba incrédula como Neji se despojaba a sí mismo de la ropa que ahora le resultaba estorbosa.
* Sé que te gustó. . . además no puedo detenerme. * _Él le sonrió, divertido al principio, agradado al ver el intenso rojo en las mejillas de su prima, pero incómodo al percibir el pavor que ella le tenía. _ * No te lastimaré... solo déjame acariciarte. *
Tras susurrarle aquellas palabras, Hyuga le miró fijamente para luego besarla lenta y profundamente.
Entrelazó sus manos con las de la chica, sosteniéndolas contra la pared, acorralándola deliciosamente entre esta y su cuerpo mientras su lengua se aventuraba en la dulce boca de la mujer.
* N-Neji. . . *
Escuchar su nombre de esa forma tan simple, la sumisión, la necesidad en la voz de Hinata, encendieron al chico, quien apretó su cuerpo contra el de la joven, acomodándose entre sus piernas.
Frotó sus sexos de inmediato, rozando la punta de su pene contra la mojada flor de la heredera del clan, entonces, el calor en su cuerpo se tornó insoportable.
* Neji, onegai. . . *
Hinata ya no sabía si sus suplicas eran por qué esto terminase o para que el shinobi no se detuviera.
Lo besó, ya no importaba, solo él y este momento; Neji y su perfecto y excitante cuerpo, sus manos, sus labios, su pene. . . Kami. . . la estaba volviendo loca.
El joven de largos cabellos empujó un par de veces, pero su miembro simplemente no entraba.
* Es que. . . ¡lo tengo un poco grande!. *
* Onii-san. . . *
Las mejillas de la dama se encendieron en rojo, apenada de algo que no era nada más que la pura verdad.
Neji sonrió agradado. No podía negarlo, no a sí mismo, adoraba la inocencia de la jovencita con la que quería compartir mucho más que un simple lazo de sangre y un puñado de malos recuerdos.
Así, el joven le acarició las mejillas para luego susurrarle al oído que estaba loco por ella.
Volvió a empujar las caderas, lo hizo suavemente y entonces. . .
* Entró!. *
* ¡Si!. *
El muchacho se estremeció al sentir cómo los pliegues íntimos de Hinata lo rodeaban con exquisita fuerza.
Ella levantó el rostro, buscando un beso.
Lento, suave, tierno. . . tanto el beso cómo el vaivén de sus caderas.
Neji alejó sus labios, jadeante; notó las lágrimas resbalar por las sonrojadas mejillas de su prima.
* ¿Te lastimé?. *
* I-Ie. . . no es nada. *
Hinata le sonrió forzadamente y el ninja frunció el ceño, molesto consigo mismo. Le había robado la inocencia, lastimándola.
““¿Por qué siempre soy yo el que la hace llorar?.””
Se preguntaba mentalmente al tiempo en que cesaba la penetración.
* Gome. . . *
* No!. * _Los delicados dedos de la heredera se posaron sobre los labios del castaño, callándolo con dulzura._ * Estoy feliz, así que por favor, no te arrepientas de esto. *
Neji dobló las cejas con pesar. Sentía que él era el único que salía ganando en esta relación. Pero no tenía que ser así. Suspiró profundo para luego besar nuevamente a la joven bajo la prisión de su cuerpo y reiniciar con el baile que sus cuerpos recién habían aprendido.
Tan suave, tan sublime. Hinata poco tardó en gemir llena de gozo.
Era hermoso, tan excitante y placentero, era. . . tantas cosas. Podía sentir cómo su vagina se amoldaba al pene de Neji, recibiéndolo dispuesta; lo sentía entrar y salir, llenándola de placer.
La mente de la joven se volvió un ir y venir de pensamientos nada claros; sus lindos ojos se posaron en su amante, descubriéndose feliz al notar cómo el apuesto rostro de ese hombre se transformaba por el placer, placer que ella le estaba provocando.
No pudo evitar el impulso de besarlo con desesperación.
Todo fue tan rápido, confuso de cierta forma.
El duro miembro del shinobi la había vuelto loca de placer pues su constante invasión a su flor la había llevado directo al éxtasis. Su vagina se contraía con fuerza, estimulando la hombría del muchacho.
Hinata se vio forzada a romper el beso y gemir el orgasmo que la recorría; sus gemidos confundiéndose con los de su primo.
Se abrazó con fuerza al ninja, escondiendo el rostro en su fuerte y ancho pecho mientras sentía cómo la semilla del joven la llenaba y luego escurría por sus piernas.
Una pequeña sonrisa se dibujó en su hermoso rostro. Neji acaba de hacerla la mujer más feliz de Konoha, no, del mundo.
* Ai shiteru, onii-san. * _Susurró ella con sinceridad, tan firme que por primera vez no tenía miedo a la reacción de su primo._ * Se que esto esta mal, pero yo. . . en verdad te quiero. *
Neji no respondió, en cambió siguió moviéndose suavemente dentro de ella mientras masajeaba sus senos.
Ni siquiera se habían mirado desde que tuvieron su clímax y el silencio parecía aferrarse a seguir acompañándolos.
El calor de la tarde era agradable. Hinata, inspirada por todo lo sucedido, buscó los labios del muchacho, tratando de saciarse.
Se miraron fijamente al separar sus bocas, cómo tratando de entenderse el uno al otro.
* Hablaré con Hiashi-sama. *
Le dijo él, acariciando una de las mejillas de la joven.
* Demo. . . *
Hyuga no la dejó continuar, no tenía ganas de hablar, no ahora.
Aun estaba clavado dentro de ella, con su miembro sin perder aun su dureza; comenzó a moverse nuevamente, deseoso de hacerlo una vez más. . . hacerle el amor.
Por que a pesar que siempre la creyó débil, hoy se daba cuenta de lo equivocado que estaba.
Hinata no era débil, era frágil, delicada. No un guerrero, no un ninja. . . una mujer, y Neji sentía que era su deber protegerla, no!!. . . su deseo.
Ella le pertenecía, había nacido para él. Y porque algo tan hermoso se debe cuidar., él había decido que. . .
* Yo la protegeré. *
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Un fuerte impulso me llevó a escribir este fic y me gusta cómo quedó. Espero escribir más sobre esta pareja.
Sí, son primos, pero no lo parecen, más que nada por la forma en que él la trata ¬¬’
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 04 de Mayo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Gracias por vivir _C2_
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Arashi quería decirle aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón; que estaba agradecida con él, por estar aquí, vivo... es lo que en verdad la hacía feliz.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Cuidadosamente le cambiaba los vendajes que a su masculino cuerpo cubrían.
Aparentemente indiferente, callada y más seria que de costumbre, no quiso cruzar palabra con él desde que regresó con ellos; estaba molesta y no era para menos. Sufrió tanto al verlo malherido, sangrando sin parar, ni siquiera quería recordar lo que pasó, le dolía tanto... ¡ lo amaba !.
Sí, esa extraña frase que se formó en su mente no era más que la verdad, amaba a Sorata y comprendía su impulso de querer protegerla.
* Por eso, no quiero que vuelva a hacerlo. *
Aun estaba latente la posibilidad de que las predicciones del anciano de Kouya se hiciesen realidad.
La sacerdotisa no quería que ese hombre muriera, no quería perderlo. Así que apenas se curasen por completo sus heridas, regresaría a Ise, estaba decidida a desaparecer de su vida para siempre... Sorata no volvería a saber de ella.
Con éste propósito bien claro, Kishu se disponía a abandonar la habitación de su compañero, más el firme agarre de la mano de Arisugawa no se lo permitió.
* ¿Por qué no dices nada, Arashi?... ¿por qué tus hermosos ojos no me miran?. *
La mujer de largos cabellos se detuvo en seco.
Sin darle la cara, quiso disfrazar sus verdaderas intenciones... pero no pudo. Justo cuando iba a decirle algo, sintió como los fuertes y cariñosos brazos del Dragón rodearon su cintura, inmovilizándola por completo. Sorata se posó detrás de ella, acercando sus labios al oído de la chica, susurrándole lo mucho que le dolía su silencio, su indiferencia.
Esto era demasiado para la sacerdotisa. Sentir el cálido aliento del muchacho cerca de su oído, sus brazos al rededor de su cintura sin aparente intención de dejarla libre, la cercanía de su musculoso cuerpo y su aroma impregnándose en ella... todo eso le estaba causando graves estragos.
Quiso resistir las emociones que en ese momento la embargaban, pero no pudo.
Las lágrimas se deslizaron silenciosas por sus mejillas mientras su figura temblaba ligeramente.
* ¡ Arashi !. *
El amo del trueno la hizo girarse con suavidad; verla llorar le destrozó el alma.
La abrazó con fuerza, acercándola a su cuerpo. Lo que menos quería en el mundo era verla llorar.
* Dime, Arashi, ¿qué debo hacer para que no derrames una sola lagrima más?, qué?!!. *
* So... solamente... no lo vuelvas a hacer... solo eso. *
El rostro de Sorata se notaba sorprendido, más no fueron las palabras de la joven la causa, sino las manos de ésta que cariñosamente acariciaban su rostro.
El Dragón se perdió en los hermosos ojos violeta de la mujer, esos ojos que tanto amaba... los mismos que se acercaban cada vez más a él.
Arisugawa se desconcertó al sentir como la chica se atrevía a unir sus labios con los propios. Estaba paralizado, sorprendido, pero totalmente entregado a tan hermosa sensación.
Con la lengua, se aventuró a penetrar la boca de su amada, estrechando con todas sus fuerzas la frágil y delicada silueta de Arashi... su Arashi.
El beso terminó, más pronto varios más le siguieron a éste; los labios de cada uno se unían con mayor pasión, con ansiedad y lujuria, con excitación, pero sobre todo... con amor.
* Te amo, te amo, Arashi... ¡ de verdad te amo !. *
Ella, atenta escuchaba aquellas dulces palabras mientras se dejaba llevar por ellas, recorriendo el musculoso pecho de su eterno protector.
Pronto, las ropas fueron cayendo una a una, hasta que la primera en verse desnuda por completo fue la sacerdotisa.
* So-Sorata... *
Le habló nerviosa, avergonzada. Sentirse expuesta de esa forma le resultaba incómodo.
Los ojos del Dragón se habían clavado en la silueta femenina, esa figura tan perfecta, tan frágil y tan importante para él. El chico se atrevió a deslizar sus manos por las finas curvas de aquel cuerpo; suave y lentamente, como si temiese lastimarla, apenas y podía rozar la delicada piel de Arashi quien solo se dejaba hacer.
Las tiernas caricias de Sorata no solo la habían relajado, sino que también derrumbaron cualquier duda que ella aun pudiese tener.
* Arashi... ya no puedo esperar más... *
Sonrojada, tanto por sus palabras como por las ansiosas caricias y los apasionados besos, la joven de Ise se abrazó de su protector, sintiendo todo el calor humano que había para ella, sintiendo también el apresurado latir del corazón de Arisugawa, un corazón lleno de amor... un amor que era solo para ella, para Arashi Kishu.
Sorata podía percibir el aroma natural de la piel de su amada, un aroma que lo envolvía suavemente, volviéndolo loco de amor y deseo. Desesperado, el muchacho se despojó de toda la ropa que aun cubría su perfecto cuerpo varonil, sus pantalones y cualquier otra cosa que pudiera estorbarle; estaba ansioso por sentir el contacto piel con piel.
Y así, abrazados, nada separaba la piel desnuda de los amantes, nada.
Ahora nada impediría que el señor del trueno pudiera amarla sin descanso, saborear sus labios hasta memorizarse el sabor de su dulce boca, tenerla solo para él.
Ella, sin decirle una sola palabra, sin darle tiempo a su compañero, llevó las manos de éste hasta sus pechos, permitiéndole tocarla de esa manera, que la disfrutara y la hiciera disfrutar.
Al tacto, Sorata perdió la compostura, se olvidó de todo y se dejó llevar.
* Arashi, ¡ mi amada Arashi !. *
Las palabras volaron por el aire, mientras el Dragón besaba a la mujer por la que arriesgó y arriesgaría la vida.
Posándose detrás de ella, el chico la guio caminando hasta la cama, donde podrían disfrutar de ésta nueva experiencia, del amor y el deseo que sentían por el otro.
El joven Dragón no esperó un solo instante, con sus labios, se aventuró a recorrer el cuello de la sacerdotisa, escuchando satisfecho los gemidos que ella inútilmente trataba de encerrar en su boca.
Sorata deslizó sus apasionados labios hasta los suaves senos de Arashi, besándolos, aprisionando los pequeños pezones y succionándolos a su entero gusto.
Así, la blanca y tibia piel de Arashi fue presa de los escalofríos que la lengua de su amante le hacia sentir; su piel se erizaba con cada roce de sus labios y sus pezones se endurecían bajo el tacto explorador de la traviesa lengua del muchacho.
Era enloquecedor sentir los labios de Sorata aprisionando sus senos, pero la ansiedad y la desesperación golpearon su corazón cuando la mano intrusa de su acompañante se aventuró a recorrer su sexo.
* So-Sorata, espera... *
Pero parecía que el chico no iba a complacerla esta vez.
¿Esperar?, ¡ NO !. No podía esperar más, sabrá dios cuando llegue su muerte, por eso se entregará a ella por completo, esperando que Arashi se entregue a él con la misma intensidad.
Tan lento y ansioso a la vez, los dedos del muchacho se deslizaban frotando el clítoris de la chica, que ya olvidada por completo del pudor y la vergüenza, suspiraba entrecortadamente. Las sensaciones recorrían deliciosamente su tenso cuerpo.
Sorata besaba con lujuria sus pequeños senos, mordiéndolos con ligera vehemencia, sintiendo como los pezones femeninos se erizaban al contacto de su lengua y ni que decir de los traviesos dedos de su amante, que jugaban con ese botoncito fuente de placer, arrancándole tímidos pero profundos gemidos del gozo más puro.
El cuerpo de la sacerdotisa no pudo soportar la tremenda excitación que lo recorría, temblando irremediablemente entre los brazos del joven de Kouya.
La expresión de su rostro y las lágrimas que escapaban de sus lindos ojos eran la prueba de que un orgasmo había sido liberado en su cuerpo; un orgasmo, el primero y quizá por ello tan intenso y placentero para la joven, que entre suspiros y jadeos le pidió a Sorata que la penetrara... lo deseaba tanto, creía que la excitación y el cansancio terminarían por vencerla antes de poder consumar su unión.
* Por favor, Sorata... ya no puedo más... *
* ¿Estás segura?. *
Un simple y corto beso sobre sus labios fue la respuesta.
Por supuesto que estaba segura, no podía pensar en otra ocasión que no fuese ésta.
Mientras Arisugawa la sostenía por la espalda, Arashi cruzó sus piernas alrededor de la cintura del muchacho, que sin detenerse a pensarlo un solo segundo más, comenzó a penetrarla lentamente.
* Oh !, Sorata... *
La voz de Arashi era tan suave y cariñosa.
La sensación de ese pedazo de carne enterrándose en su intimidad, era una de esas sensaciones que no se pueden describir. Lo sentía deslizarse lento, aunque ansioso, mientras su vagina se amoldaba para recibirlo en su cálida humedad.
Con cada centímetro que entraba en ella, cada segundo que transcurría y él seguía penetrándola, Sorata se preguntaba si todo esto no era más que un simple sueño... gracias a Kami, no era así. Era placentero, era real.
El Dragón de cielo siguió ensartando su miembro, apretando los dientes intentando resistir el fuerte deseo de embestirla de golpe hasta llegar al fondo de la cavidad femenina; el placer era cruel y aunque quisiera satisfacerse a sí mismo, lo primero era ella, Arashi... hacerla gozar.
Sintió cierta dificultad para continuar avanzando por un túnel de placer...
"Su virginidad".
Pensó de inmediato. Sonrió al saber que sería el primero, sin mencionar que tenía la inexplicable sensación de que también sería el único, más con esta idea también vino el miedo.
* Arashi, tú y yo sabemos que esto será doloroso... *
* Ningún dolor se compara al de verte agonizar, Sorata... solo hazlo. *
La joven sacerdotisa se abrazó al musculoso cuerpo de su compañero; cerrando los ojos mientras tomaba aire para soportar lo que viniera.
De forma rápida y lo más cuidadoso que pudo, Arisugawa presionó su pene, esperando causarle el menor dolor posible. Arashi tuvo la sensación de que algo dentro de ella se rompió, era su inocencia que se iba...
No hubo sonido que delatara la dolorosa incomodidad que la invadiera, solo su expresión y las silenciosas lágrimas demostraron que no todo había sido placer para la sacerdotisa.
* Ya pasó, amor. *
Fueron las dulces palabras que su amante le susurró al oído.
Permanecieron unos momentos sin moverse y en absoluto silencio, esperando a que Kishu se acostumbrara a tener toda la hombría de Sorata enterrada en su cuerpo.
Hasta que el muchacho comenzó a moverse, primero lentamente, luego con ansia, rapidez y fuerza. El constante ir y venir de aquella espina varonil había logrado que la mujer gimiera intensamente, en tanto los labios del Dragón volvían a probar los pechos de su amada, mordiendo con ligera fuerza los duros pezones.
Fue cuestión de tiempo para que el amante dulce, cuidadoso y preocupado se convirtiera en uno fuerte y ansioso, que la penetraba sin compasión, embistiéndola como si fuese la última vez, y de hecho... así podría ser; sus destinos siempre penderían de un hilo.
Sorata se olvidó de todo y se entregó por completo a llevar a cabo su fantasía, su mayor deseo... hacer suya a su querida Arashi, quien solo sujetaba las sábanas y las retorcía, tratando de soportar las deliciosos embistes del muchacho, mientras su vagina aceptaba con placer aquella espina varonil que entraba y salía constantemente de su interior provocando que indescriptibles gemidos de gozo inundaran la habitación.
Se miraban a los ojos y se besaban a cada segundo; Sorata seguía penetrándola hasta lo más profundo de su ser y sus lenguas se entrelazaban con frenesí, ambos inducidos por la lujuria y el placer.
* Ah, Sorata !!... * _Pronunció entre gemidos._ * ... sigue, por favor, sigue. *
Cada estocada la hacia suspirar; la desesperación se volvió casi insoportable al sentir como una oleada de placer y excitación volvían nuevamente a invadir su cansado cuerpo.
* Oh !, Sorataaa !!... *
Un nuevo orgasmo recorrió la frágil figura femenina; el cuerpo de Kishu se tensó, arqueó la espalda con lo que el miembro de su amante se hundió un poco más en ella.
Cansada, se dejó caer sobre la cama, respirando agitada mientras Arisugawa seguía bombeando lento, como tratando de relajarla.
* Te amo tanto Sorata, tanto !!... *
Al escuchar a su amada, el señor del trueno la estrechó con todas sus fuerzas, besándola con desesperación mientras un amplia sonrisa de felicidad adornaba su rostro.
Arashi lo miraba embelesada, sus ojos violeta brillaban intensamente gracias al sentimiento que crecía en su pecho. Manteniendo aquella sonrisa, el Dragón del cielo continuó penetrándola con mayor fuerza y ansiedad.
La excitación se estaba volviendo insoportable.
Sintiendo como el miembro masculino seguía deslizándose dentro de su cuerpo en un vaivén casi desquiciado, y como los testículos del joven golpeaban su carne, la sacerdotisa solo pudo apretar los dientes y cerrar fuertemente los ojos... otro orgasmo la recorrió, la sensación era tan deliciosa como las anteriores. Las paredes de su vagina se contraían apretando el pene de su amante, brindándole un placer casi insoportable.
Sorata no pudo más, entró en ella un par de veces más y luego se detuvo en seco; con la mirada casi perdida y las pupilas contraídas, dejó que el semen retenido escapase de su duro miembro y se alojase en la vagina de la mujer, que con gusto lo recibió.
El Dragón había alcanzado el punto cumbre del placer, ese placer que nunca llegó a imaginar tan intenso y agotador. Salió del cuerpo de la sacerdotisa y se recostó a su lado; estaba tan cansado, ahora solo quería relajarse entre los brazos de aquella hermosa mujer... su mujer.
~*~
~*~
~*~
Se hallaba recostado sobre los suaves pechos de Arashi, descansaba tranquilamente después de haberse entregado por completo.
El silencio era lo único que podía escucharse en la oscura habitación; la quietud acompañaba los pensamientos de dos amantes preocupados por su futuro. Bien sabían que no era fácil escapar del destino y que si una vez lo hicieron, quizá no volverían a tener tanta suerte.
* ¿Crees que Kamui nos haya escuchado?. *
El joven de Kouya se atrevió a romper el silencio con una pregunta cuya respuesta sinceramente poco le interesaba, solo quería escuchar la fría voz de su compañera.
* Lo dudo. * _Le contestó mientras acariciaba sus rebeldes cabellos._ * No pasa mucho tiempo aquí, sabes?. *
Y de nuevo regresaron al tranquilo pero incómodo silencio.
Sorata quería hablar, pero temía el rumbo que fuese a tomar dicha conversación, estaba consciente de que la sacerdotisa no deseaba tocar el tema de su agonía, mucho menos de que las predicciones de su abuelo seguían latentes. Pero no podía evitarlo; si hablaba del futuro tenía que considerar un adiós... la muerte; si hablaban del pasado era inevitable recordar la pelea en que ambos casi mueren.
* Tuve... tanto miedo. *
Sorata se abrazó más fuerte al desnudo cuerpo de Arashi. Su sincera confesión no podía ser más cierta, en su agonía la terrible sensación del miedo lo invadió por completo.
¿Por sentir la muerte tan cerca?: ¡no!, un hombre como él, que siempre tuvo presente que moriría por una mujer, no sentiría miedo por una pequeñez como esa.
Su temor era el no volver a ver el hermoso rostro de Arashi; sentía que la vida se le iba y la batalla aun no terminaba... ¿quién la protegería?, ¿quién?.
Fue peor cuando despertó y la vio junto a él; creyó estar en el paraíso. Pero entonces nuevamente lo atacó el temor, en su mente cruzó la idea de que ella también había muerto... y se odió, porque creía que no la había protegido como tanto prometió.
El muchacho cerró fuertemente los ojos mientras hundía el rostro en el cuello de su amante, embriagándose con su delicioso aroma a mujer. Ella no dijo nada, ni siquiera lo miró; Sorata se limitó a suspirar con tristeza.
¿Por qué no le decía nada?, deseaba tanto saber como se sentía ella, pero la sacerdotisa permanecía tranquila, observando al techo con fijeza.
Resignado, el amo del trueno se disponía a ser vencido por Morfeo, pero el suave toque de las manos femeninas sobre su espalda le arrebató el sueño.
Arashi lo acariciaba con sutileza y tranquilidad, aunque su mirada seguía fija sobre el techo, parecía que su mente divagaba una y otra vez, totalmente perdida en sus recuerdos.
* Sorata. *
Y escuchó su dulce voz, tan tranquila, tan seria y fría, pero con un aire de felicidad.
Kishu quería decírselo, aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón. Decirle que estaba infinitamente agradecida, no por que sacrificó su vida por ella, no!, sino por que estaba aquí, vivo... eso, eso era lo que en verdad la hacía feliz... que el hombre al que amaba, estuviese con ella, el no haberla dejado sola, que por fin, al menos por un momento, por un solo instante pudiesen amarse.
Arashi le regaló a Sorata tres simples palabras que lo llenaron de felicidad.
* ...Gracias por vivir. *
Finalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
He aquí mi primer hijo... jaja, bueno, es que me tardé exactamente nueve meses en terminar la historia ^^.
No quedé muy conforme con el final, pero mi inspiración se fue T-T.
Quizá se deba al hecho de que me basé en la película y hace poco pude ver la serie completa, lastima que los finales son totalmente distintos ToT.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 02 de Agosto de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Gracias por vivir
Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Sorata & Arashi
Sinopsis: Arashi quería decirle aquellas palabras que tenía bien grabadas en su mente y en su corazón; que estaba agradecida con él, por estar aquí, vivo... es lo que en verdad la hacía feliz.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Prólogo ::.
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La poca luz de día se filtraba entre las persianas de la habitación, aunque más que una luz, era el delgadísimo brillo blanco que anunciaba el amanecer.
La joven mujer hizo a un lado un par de aquellas persianas, luego se asomó por la ventana. La niebla que cubría la ciudad era la más densa que hubiese visto hasta ahora, o quizás sólo era que nunca le prestó atención a los fenómenos climatológicos. De eso no debía preocuparse más, lo más seguro era que de aquí en adelante tendría mucho tiempo para esas cosas.
* Al menos hasta que salgamos de aquí. *
¿Fue un suspiro?, ¿un susurro?. Las palabras de la bella chica apenas y fueron audibles para ella misma.
Estaba cansada, muy cansada; tres días metida en ese hospital y sin salir de la habitación, es más, ni siquiera había dormido. Esto último muy a pesar de que uno de sus apuestos amigos le ofreció reemplazarla en más de una ocasión... ella se negó.
Quería hacerlo, estar a su lado y cuidarlo... ya que por ahora no podía hacer más.
En cuanto a su otro compañero, bueno... aunque se sentía triste por la situación actual de Kamui, no podía dejar que ese sentimiento se sumase a la culpabilidad que ya sentía.
Por un momento pensó en Shiro, seguramente deseaba distraerse un poco o hablar con su compañero una vez que este despertara.
* Ahh, creo que está devastado. *
Estaba preocupada por él.
Entendía perfectamente que no le iba a ser fácil poder recuperarse; le quitaron la vida a Kotori frente a sus propios ojos, luego se vio forzado a tomar la decisión más difícil de su vida; pelear con Fuma, vencerlo... y matarlo.
* Ah, Kamui. Seguro que si este hombre no estuviese durmiendo, te ayudaría de alguna forma... yo no puedo, no sé como !!. *
Ella suspiró nuevamente, pensar que física y sentimentalmente fue la que mejor librada salió.
Cerró los ojos como tratando de olvidar lo acontecido en los últimos días, pero estando ahí, cuidando al joven malherido... olvidar no podía.
Quizás ahora que faltaba poco para que el año terminase, quizás...
* Ni así podré olvidar. *
Abrió los ojos. Había tanta tristeza en ellos, pero por encima de ese sentimiento, expresaban culpabilidad, sí... por su causa el joven frente a ella yacía gravemente herido; estuvo al borde de la muerte y si ahora seguía con vida era sólo por esos caprichos que tiene el destino, todo un milagro.
* Un milagro; todavía no creo en ellos. *
Sus palabras conocieron el aire en tanto se arrodillaba al lado del joven dragón. Él, con su hermoso rostro inundado en el sueño.
Y no supo porque, pero de nuevo estrechó una de las manos de su compañero; casi no lo había soltado desde que llegaron ahí. Ahora sólo quería verlo abrir los ojos y que le sonriera alegre y despreocupadamente, como haciéndole saber que ya todo estaba bien... sólo eso quería.
Ya había pensado en las palabras que le diría cuando él despertase, algo sencillo pero sincero... algo más profundo no le podría decir.
Cerró los ojos resignada, sabía perfectamente que por ahora él no abriría los ojos, aun así susurró esas palabras, era así como se recordaba una y otra vez a sí misma que él seguía a su lado...
Ya sólo faltaba que él despertara.
* Gracias por vivir... Sorata. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Después de más de un año, he vuelto con los fics de X.
Maeda... ¿y el lemon?.
No se desesperen amantes del amor expresado hasta sus últimas consecuencias, que esta historia va por capítulos, y en uno de ellos habrá bastante amor, mucho, mucho amor.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 02 de Agosto de 2004.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 1 ||