Anna Kyouyama - Tumblr Posts

3 years ago

Del padre y del hijo _C20_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Silver x Anna x Hao

Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 20 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Kyouyama lloraba desconsoladamente; lo había hecho durante los últimos tres o cuatro días y no parecía tener intenciones de dejar de hacerlo.

Sobre el amplia cama, abrazando una almohada, Anna derramaba sus ilusiones en cálidas y saladas lágrimas que terminaban secándose en las suaves y finas cobijas.

 Y desde el marco de la puerta, Silver no podía más que ser testigo del dolor de su joven esposa. La razón, una vez más: los hijos que jamás tendrían. El culpable, como siempre. . . él.

Primero porque él no podía darle hijos, aunque la misma rubia creyese que era ella la que no podía, y luego, al querer adoptar y él negarse. . . bueno. . . la mujer terminó llorando desconsolada. Sin probar bocado y sin la más mínima intención de dirigirle la palabra al causante de su desdicha.

 * Anna, yo… *

* Calla !!… por favor, déjame sola… *

* Pero es que… debemos hablarlo, nosotros… *

* ¡¡Qué te largues!!. *

 Anna terminó por gritarle. Aquella era quizás la primera vez que la rubia le alzaba la voz a su marido, al que ella amaba y respetaba tanto, pero es que ahora en verdad estaba dolida y furiosa con él.

Sin embargo, Silver no tardó en compartir aquella emoción.

Iracundo, se acercó donde la mujer, arrodillándose sobre la cama para luego sujetarla de forma brusca, sacudiéndola con fuerza.

 * ¿Por qué me tratas así?. ¿No te he tratado cómo a una reina?, ¿no te he llenado de joyas, lujos y comodidades?, ¿no te he dado un estatus?… *   _El moreno se detuvo un segundo, meditando sus siguientes palabras._   * ¿No te he dado todo mi amor?… dime, Anna… ¿no te he dado todo lo que has querido?… *

 Hubo silencio por contados segundos que se sintieron eternos, hasta que  Kyouyama, con lágrimas en los ojos, no pudo más que responder a la última pregunta del castaño.

 * Todo, me has dado todo… menos un hijo… *

 Algo en el moreno no aguantó tales palabras. Sus ojos se contrajeron, destiñéndose. Estaba furioso y como tal se desquitó con la chica.

Sus grandes manos oprimieron los frágiles hombros de Anna, lastimándola, luego la arrojó sobre la cama. Ella gimió ante la brusquedad de su marido, pero no tuvo tiempo para defenderse o al menos protestar, pues el pelilargo se posó sobre ella, apretándola entre la cama y su pesado y musculoso cuerpo.

 * ¿Q-qué crees que hac…?. *

 La voz de la rubia se apagó, pues su boca fue tomada con voracidad, incluso el moreno le mordió el labio inferior, lastimándola.

 * Si-Silver, para… no!!… *

 Pero Asakura no escuchaba, estaba cegado por la furia y lo único que quería demostrar en ese momento era que podía dominarla.

¿Quería ella tener hijos?, pues en ese instante se pondrían a trabajar en ello. . .

 ““Aunque sea inútil.””

 Tras este pensamiento, Silver desgarró fácilmente la ropa de la mujer hasta dejarla solo con ropa interior. Su propia ropa no tuvo mejor suerte.

El moreno no paró hasta tener ante sí a su bella esposa, desnuda. Sus oscuros ojos se hallaron opacos por la lujuria, y sin esperar más, se posó encima de ella, aplastándola bajo su imponente cuerpo.

 Anna difícilmente podía respirar, más no podía preocuparse por ello, pues las toscas manos de su esposo la recorrían sin la más mínima delicadeza, yendo y viniendo por las curvas de ese lindo cuerpo femenino, sintiéndola, amoldándola, quemándola con su brusco toque.

 Gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Estaba desconsolada y llena de tristeza; Silver nunca la había tratado así, y ahora su toque antes dulce y tierno, era brusco y cargado de lujuria.

Lo peor para la rubia fue darse cuenta que aquellas toscas caricias le estaban brindando mucho placer.

 * Ma-Matte!!… ahh, ahh!!… *

 La mujer no pudo evitar que los gemidos escapasen de sus pequeños labios.

Silver sonrió complacido, y entonces, con la virilidad tan endurecida como una piedra, se posó entre las piernas de su esposa, empujando con fuerza y profundidad, penetrándola completamente con una sola estocada.

 * Kyyaaahhh!!… *   _Anna lanzó un tremendo grito, mitad dolor mitad placer, al sentirse invadida por la grandeza del moreno._   * Silver… por favor… para, detente… déjame!!… *

 Los amantes permanecieron quietos por un instante. Él mirándola fijamente, ella con los ojos cerrados, tratando de acostumbrarse al duro intruso en su interior; ambos respirando agitadamente.

Luego, Asakura comenzó a mover las caderas, de adelante hacia atrás primero, y a veces en forma circular, cada vez con más fuerza y brusquedad, pero siempre logrando los gemidos de Kyouyama, a quien ahora poco le importaba la nula delicadeza de su esposo, pues este le estaba brindando el mayor placer de su vida.

 * Si-Silver, onegai!!… no, no!!… *

 No solo era la penetración, el moreno tallaba el clítoris de la rubia, estimulándola extra mientras le besaba y mordía los pezones, todo sin que sus toscas manos dejasen de recorrer su exquisita figura, prodigándole candentes caricias.

 * Ahh, Silver… por favor!… no te detengas!!… *

 Anna seguía rogando, más su voz estaba llena de deseo, delatando la proximidad de su clímax. . . Y así fue. . .

Tras las últimas bruscas y profundas, por no decir desesperadas, embestidas del castaño.

 La mujer estalló en una fuerte oleada de placer; su vagina se contraía con tremenda fuerza, apretando todavía más el pene de su esposo, arrastrándolo a compartir el éxtasis.

Silver lanzó un ronco gemido para luego liberar su esencia sin futuro dentro de la mujer.

 Los negros ojos de Anna brillaban con intensidad, mirando fijamente al hombre.  Sus mejillas sonrojadas al ver lo apuesto que se veía su marido, con esa expresión, esa sonrisa llena de satisfacción y gozo.

Ella cerró los ojos, aun respirando agitadamente, reconociendo ante sí misma que aquel había sido el mejor sexo de su vida. Y pensaba. . . que no le molestaría si de ahora en adelante, Silver se comportaba así de brusco en la cama.

 ““Tal vez así… lo hagamos más seguido y tal vez yo… pueda darle un hijo algún día no muy lejano.””

 Eran los pensamientos de una mujer enamorada, quien no sabía que ese deseo, que ese sueño tan anhelado. . . jamás se convertiría en realidad.

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Un flashback que refleja el desengaño que Anna tuvo en el capítulo anterior.

Bueno, me es difícil imaginar a Silver brusco y posesivo, pero también fue gratificante imaginarme la escena de él y Anna de esa manera ^¬^ .

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.

Totalizado el 23 de Febrero de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

|| Capítulo 21 ||


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3 years ago

Del padre y del hijo _C21_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Silver x Anna x Hao

Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 21 ::.

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El silencio era el único compañero de la mujer.

Sentada frente a la mesa, Anna esperaba no solo que sirvieran la cena, sino también que el moreno se reuniese con ella.

 La mirada fija, perdida en algún oscuro rincón del inmenso comedor, y con sus lindos ojos negros ahora rojos e hinchados de tanto llorar, primero por ella y por Hao, luego al saber la verdad sobre Silver y después. . . al recordar aquella vez con su esposo. . . eso terminó por destrozarla.

Finalmente, Kyouyama terminó llorando nuevamente a causa de Hao. Para ese instante, la rubia sentía y creía que las lagrimas se habían secado, y aunque el dolor seguía allí, oprimiéndole el corazón y al garganta, simplemente ya no había más agua salada para derramar.

 * Ya estoy aquí. *   _Anna dio un respingo al escuchar al castaño, saliendo de su trance en la nada. . ._  * ¿De qué querías hablarme?. *

 La mujer no respondió en seguida, se tomó su tiempo, tan solo mirando al Asakura con sus ojos llenos de pesar y desesperanza, incomodando al muchacho, quien desvió la mirada para luego tomar asiento justo frente a la bella y triste mujer.

 *Qui… quieres hablar durante la cena?, por mi está bien si…*

* No !, prefiero… tratar esto… ya!! *

 La voz de Kyouyama sonó tan apagada. Seria, tranquila y hasta decidida, pero tan vacía. . . tan triste.

Anna bajo la cabeza, pensándose cada palabra que intentaba decir al hombre frente a ella. Le era tan difícil dar ese paso, aun cuando ya había tomado esa decisión.

 * Yo… sabes?, los últimos días han sido extraños… pesados. *

* Sí, lo sé. *

 La rubia sonrió sutilmente; una sonrisa tan apagada.

 * Lo nuestro fue tan intenso e ilógico desde el principio. *

 La mujer mantenía aquella sonrisa en sus labios, al tocar ese tema incluso sus ojos brillaron ligeramente, pues los lindos momentos llegaron a su mente. Pero así de rápido como el semblante de Kyouyama se suavizó, de igual forma se entristeció, incluso se endureció.

Ella alzó la mirada. . . fría. . . vacía.

 Entonces, de su pequeña boca emergieron las palabras que Hao jamás espero escuchar. . .

 * ¡Se acabó!. *

* ¿Qué?!. *

* Lo que oyes… esto se acabó. Nosotros… no hay un futuro para nosotros… *

 Anna se veía tan tranquila, tan serena. En cambio Hao... él tuvo que erguirse apresuradamente ante la sorpresa que le causaba la repentina decisión de la joven mujer.

Sus ojos contraídos y desteñidos por la sorpresa. Ella... ella no podía estar hablando en serio, esto debía ser una broma, o tal vez la forma que la chica tenía para vengarse de él. Sí, eso debía ser.

 ““Es más, seguramente es una trampa. Lo que Anna quiere es orillarme a cumplirle su capricho… eso quiere. Esta desesperada… y loca si cree que me hará caer!.””

 Una sonrisa burlona adornó el apuesto rostro del joven de largos cabellos.

 * Por favor, Anna… deja ya ese capricho tuyo. *

 Asakura hablaba con exceso de confianza y superioridad, más la estúpida y cruel sonrisa se le borró de la cara al ver la propia sonrisa de la joven de dorados cabellos. Pequeña y sincera era su expresión, su sonrisa.

 * Un capricho. *

 La mujer casi suspiró aquel par de palabras.

Con la mirada baja, fija en el lindo anillo que adornaba su dedo anular; jugó con este hasta despojarse de él. Y sin borrar la pequeña y triste sonrisa en sus labios, Anna se levantó para dirigirse donde el moreno.

 * A-Anna!, qué?!… *

* Kore… te lo devuelvo. *

 La rubia sujetaba la mano derecha del pelilargo, depositando en esta la sortija que aquel le diera, como una promesa de amor.

Sin más, la chica dio media vuelta, dejando al castaño sumido en la confusión y la incredulidad. Esto. . . era una broma, ¿verdad?. . . verdad?.

 Hao apretó con fuerza el anillo, convencido de que esto no era una broma.

 * Anna !!… espera… *

 Asakura la alcanzó, sujetándola del brazo y haciéndola girarse con brusquedad.

Los ojos del muchacho seguían desteñidos, escudriñando a la rubia. Él se perdió en el mirar de la chica; esos hermosos ojos negros que alguna vez llegó a ver llenos de amor, ilusión, lujuria, odio, deseo y tristeza e incluso miedo, más ahora... ninguna de esas emociones estaba en aquellas gemas negras, solo quedaba la resignación. Él. . . Hao Asakura se encargó de borrar todas esas emociones.

 ““Yo… hice añicos todas sus ilusiones.””

 Pensaba el moreno.

Por primera vez en su vida, su expresión estaba llena de temor, temor a perder a Kyouyama. Y fue la desesperación causada por esa emoción lo que lo hizo abrazar a la mujer, aferrándose a ella.

Ella se iría. . . ella lo dejaría solo, ella. . .

 * Lo haré !. *

* Nani?!!. *

* Voy a darte el hijo que tanto quieres. *

 La joven torció la boca, más luego su expresión se tornó triste y las lágrimas no tardaron en mojar su lindo rostro.

 * Bakamono, no quiero tu lastima, ni que luego me eches en cara que… *

* No es eso… yo solo… yo solo quiero que estés a mi lado. *

 Tras estas palabras, Asakura estrechó más el abrazo, sintiendo como la mujer temblaba entre sus brazos y sollozaba sin control.

Anna entrecerró los ojos y asintió con la cabeza, aceptando la propuesta del moreno. Sin embargo, ella simplemente no podía dejar de llorar.

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Bueno, tenía que aceptar, ¿no?.

Creo que si una pareja va a casarse, en un futuro se piensa en los hijos.

De ahí la situación entre el ferviente deseo de Anna y la rotunda negativa de Hao.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.

Totalizado el 23 de Febrero de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

|| Capítulo 22 ||


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Del padre y del hijo _C22_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Silver x Anna x Hao

Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 22 ::.

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La sonrisa de la rubia era amplia y radiante.

El moreno juraría que ella se estaba burlando de él, aunque realmente no era así, es cierto que Hao suspiraba cada cinco minutos, derrotado y resignado mientras que Anna reía como si estuviese logrando que le cumpliesen un capricho, pero. . . los días pasados fueron un verdadero infierno para ella.

Dolor, tristeza y resignación, era todo lo que había a su alrededor, que ahora que una intensa luz la rodeaba, prometiéndole felicidad, la mujer simplemente no podía dejar de reír.

 * No me mires así *

 La voz juguetona de Kyouyama sonó en medio de la oscuridad de la habitación.

Asakura alzó el rostro, encontrándose con los hermosos y brillantes ojos de su compañera.

 * Así, ¿cómo?… *

* Vamos, Hao, si no quieres… *

 Las manos del castaño se deslizaron por los contornos de la figura femenina, acallando a la rubia de ojos negros.

¿No querer?. Hao abandonó esa idea hace mucho.

 Ya eran un par de semanas desde que se habían reconciliado y desde entonces ellos habían tenido sexo tantas veces ya. . .

 ““No me sorprendería que ella estuviese ya embarazada.””

 Pensaba el moreno al tiempo en que una sutil sonrisa adornaba su atractivo rostro.

La actitud distraída y hasta decaída de Asakura se debía a la maraña de ideas que iban y venían por su pobre mente. Él adoraba ser el hombre que Anna escogió como padre de sus futuros hijos, pero no por ello no se sentía como un simple donador de esperma y nada más.

 * Cuando nazca el bebé que tanto deseas… ¿seré desplazado?. *

 La rubia parpadeó un par de veces ante las palabras del muchacho; luego sonrió.

 * Baka !. *

 Así que ese era el problema de todo esto, de su extraña y hasta distante actitud, incluso de que él se negase a formar una familia con ella.

La sonrisa de la mujer se tornó tierna; tal vez debía demostrarle a ese hombre todo su amor. . . ahora mismo y a su particular manera.

 * ¡Te amo!. *

 Dicho esto, Anna se sentó sobre las caderas del pelilargo, desplegando pequeños y tranquilos besos en el rostro de Hao, su frente, su afilada nariz, sus parpados y sus labios. . . aquí, el beso se tornó largo y apasionado.

 El moreno no pudo contra el deseo que tenía por esa mujer. Enfermizo, obsesivo, desesperante. . . como quieran llamarle, lo cierto es que Asakura no tardó en deshacerse de las estorbosas ropas, las suyas y las de su compañera.

 Sus ojos se opacaron a causa de la lujuria; contemplar la desnudez de la rubia era sin duda la visión más hermosa y gratificante que él haya visto jamás, tanto así que tenerla entre sus brazos y formar uno solo se volvió una necesidad, una imperante necesidad. . . necesidad que lo llevó a  buscar sus dulces labios con brusquedad.

Era mejor aprovechar ahora y dejarse llevar por su incontrolable deseo, pues cuando ella estuviese en cinta, seguro que tendría que reprimirse para no lastimarla. . . lastimarlos.

  Hao colmó el cuerpo de la chica con el suyo, sintiendo la calidez femenina y embriagándose con el perfume que de ella tanto le encantaba.

El moreno se acomodó entre las piernas de la rubia al tiempo en que la llenaba de besos. Luego, comenzó a mover suavemente las caderas, creando fricción entre ambos sexos.

 Anna rompió el beso tan solo para gemir ante el delicioso cosquilleo que le provocaba la hombría de Hao; la punta de su pene se deslizaba por el interior de la vagina de la joven de largos cabellos dorados, como delineando o pintando la línea vaginal.

 * Ahh, Hao… mmm !!… *

 Kyouyama arqueó el cuerpo, abriendo desmesuradamente los ojos pues la sorpresa y el placer la inundaron en el instante en que Asakura clavó la punta de su pene en su intimidad.

La mujer se sonrojó notablemente; creía que el moreno pretendía jugar un rato, pero no fue así, no pensó que él estuviese tan deseoso.

 Anna separó un poco más las piernas, permitiéndole a Hao penetrarla a su gusto, como y cuanto quisiera.

El castaño sonrió entonces, percibiendo la disposición de la chica. Ella era tan pequeña y tan sensual, sin embargo tenía un carácter fuerte en verdad. El hombre sonrió; no pudo haber conseguido mejor mujer, digna de él. . . ¿o era él quien era digno de ella?.

El moreno no quiso perder su tiempo pensando en ello. Tenía algo de prisa, mucha!!.  Necesitaba a esa mujer, la necesitaba ya. . .

  Hao empujó las caderas, penetrando a la mujer poco a poco pero completamente. Anna se abrazó a su amante, sintiendo la dureza del hombre quien yacía ya totalmente dentro suyo.

 * Ahh… ma-matte !!… *

 Ella jadeó, pidiendo tiempo pues no importaba cuantas veces lo hicieran, ella en verdad era muy pequeña para él.

O quizás él era demasiado grande. Anna cerró los ojos y sonrió, sonrojándose intensamente; lujuriosas ideas llenaron su mente.

 Así que, inspirada, Kyouyama pronto inició el baile que tanto adoraba tener con ese hombre. Un baile íntimo donde sus cuerpos se buscaban mutuamente y las caderas iban y venían con fuerza y brusquedad. Él entrando y saliendo de ella con un frenesí imparable.

  Y así, pronto el vaivén de las siluetas se tornó intenso; Hao jadeaba con fuerza, aferrándose a ella, penetrándola con brusquedad. Diciendo cosas sin sentido para ella, con un vocabulario nada decente, debía agregar, pero aun así era perfecto.

 Ella sonrió, aun así lo veía apuesto, con sus largos cabellos cayendo con elegancia sobre sus hombros. La misma rubia era presa de la lujuria y el placer, pues alzaba las caderas buscando que el miembro masculino se clavase más profundo en ella o se estrujaba ella misma los senos sin ningún recato, la intachable y respetable dama se convertía en una hembra en celo en la cama, pero todo ese deseo y lujuria solo eran provocados por Asakura.

  Una de las manos de la chica bajó hasta su sexo, palpando el miembro de Hao por contados instantes para luego concentrarse en su clítoris, frotándolo con insistencia, brindándose un poco más de placer.

La imagen enloqueció al hombre quien comenzó a empujar las caderas con más fuerza aún.

  * Ayy, ahh, Ha-Hao… Hao!!… *

 Anna se frotó el clítoris al mismo enloquecedor ritmo de las penetraciones de su amante, sintiendo de pronto que el placer era demasiado como para ser contenido. Ella no pudo más, su piel interna comenzó a contraerse al tiempo en que gritaba el nombre de su compañero, arqueando su cuerpo ante el avasallador orgasmo.

 Hao no tardó en seguirla, pues las pulsaciones de su vagina eran tan intensas y deliciosas que no pudo resistirse al éxtasis que lo envolvió; arqueándose él también, clavando hasta el último centímetro de su pene en la mujer. . . su mujer, y llenándola de caliente y espeso semen al tiempo en que un ronco gemido escapaba de su boca.

  Aun con las respiraciones agitadas, él recostado, y derrotado, cómodamente sobre la exquisita figura femenina.

Hao acarició los cabellos de Kyouyama, buscando su hermosa mirada, ella abrió los ojos entonces... y se sonrieron.

 ““Eso fue maravilloso !.””

 Pensaba la mujer, suspirando y devolviendo la caricia, consintiendo al Asakura.

 * ¡Eres increíble, Hao!… todo un dios del sexo, sin duda. *

 El muchacho sonrió con autosuficiencia y orgullo. Era raro que Anna le hiciese ese tipo de halagos.

 * ¿Eso crees?. *

* Sí. *

* En ese caso… *   _El moreno rodeó la cintura de la mujer, pegándola aun más a su cuerpo._   * Tú serás mi eterno tributo. *

 Anna hizo un sutil puchero, ya no muy conforme con la metáfora. Pero sintió las traviesas manos de Asakura estrujando sus pechos, encendiéndola de nuevo.  La rubia se olvidó de cualquier reclamo y se abandonó en el nuevo ir y venir de las caderas de su amante.

 Adoraba hacer el amor con él y simplemente no podía reclamarle o negarle nada al hombre que la satisfacía y la complacía en la cama. . . y fuera de esta.

Así es. Amaba a este hombre y a su masculino y maravilloso cuerpo.

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Último lemon de esta historia; la más larga que he escrito.

Quizá por ello tengo la sensación de que este capítulo estuvo un tanto tedioso, misma razón por la cual el fic se acaba en el siguiente, a pesar de que había planeado el fic para 26 capítulos ¬¬’.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.

Totalizado el 23 de Febrero de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 23 ||


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Del padre y del hijo _C23_

Del Padre Y Del Hijo _C23_

Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Silver x Anna x Hao

Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 23 ::.

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Abrió la puerta sin hacer el menor ruido, permaneciendo inmóvil en el marco.

Serio, tranquilo, mantuvo una expresión totalmente pasiva pero atenta a la escena que se daba en el amplia cama de la habitación. Allí, la bella mujer de dorados cabellos mantenía entre sus brazos a un pequeño bebé que no tenía más de dos días de nacido.

Con mirada tierna y maternal, Anna acariciaba a su pequeño primogénito, un angelito que representaba todos sus sueños y también todo su amor.

La mujer sonrió con orgullo; quizás no era muy notorio aun, pero ella veía rasgos de Hao en la carita de su hijo.

 * Tendrás mis ojos y su rostro. . . ¡serás tan apuesto como tu padre!. *

 Susurró la mujer, para su hijo y para ella misma, y sin saberlo, para el mismo Hao, pues no había notado su presencia. . . hasta que escuchó su varonil voz proseguida de una sutil risa.

 * Claro que será apuesto. . . estoy seguro que tendrá a sus pies a montones de mujeres, pero, ¿sabes por qué?. . . *

 El joven de largos cabellos castaños hizo una pausa mientras caminaba tranquilamente dentro de la habitación, deteniéndose justo frente a la cama, ante el sorprendido mirar de Kyouyama, quien luego frunció el ceño y desvió la mirada.

Claro, ese hombre desbordaba seguridad sin mencionar que era un sin vergüenza. Aun así, ella se aventuró a responder la pregunta de Asakura.

 * Ya lo dije, porque eres su padre. *

* En parte. *   _Sonrió._   * Pero también… porque su madre es la mujer más hermosa de todo Japón… no!!… del mundo. *

 Anna lo miró sorprendida; sus ojos antes negros se mostraban desteñidos ante las inesperadas palabras del moreno. Ese hombre podía ser un maldito sin vergüenza, perverso y posesivo desgraciado, pero a veces, inexplicablemente podía llegar a ser tan dulce, como lo fue hace unos instantes.

 * Baka !. *

 Hao sonrió ante el débil susurró de la mujer.

  Apoyando una rodilla sobre la cama e inclinándose tranquilamente, el castaño acercó su rostro al de la chica de dorados cabellos, besándola fugazmente.

 * ¡Te amo!. *   _Le dijo._   * ¿Sabías?. *

 El pelilargo le dedicó una sonrisa amplia a la rubia de ojos negros, haciéndola sonrojar.

Anna cerró los ojos, moviendo la cabeza afirmativamente y correspondiendo aquella sonrisa con otra que desbordaba felicidad y ternura, así como también el sentimiento que el muchacho acababa de profesar.

 Los siguientes minutos fueron un tanto incómodos, pues aunque no era la primera vez que lo hacían, el confesar sus sentimientos, aun les costaba algo de esfuerzo.

Anna desvió la mirada donde su bebé aun dormido, viendo entonces la oportunidad perfecta para terminar con aquel ambiente tan tenso.

 * ¿Quieres cargarlo?. *

* Eehh?. . . *

 Aquella pregunta tomó al castaño por sorpresa y solo atinó a desviar la mirada y rascarse la cabeza, nervioso.

Era cierto, hasta ahora, Hao no había tenido contacto con su hijo, al menos no más allá de verlo un par de veces en esos dos días.

 Kyouyama volvió a bajar la mirada, no le era indiferente la actitud indiferente del pelilargo para con el bebé.

 ““Porque parece no interesarle… él no luce emocionado.””

 Pensaba la mujer, llena de tristeza, dudas y temores. Tal vez Hao no quería a este niño. Bueno, él nunca se mostró entusiasmado con la idea de ser padre, tal vez solo se sintió obligado, tal vez. . .

 * ¡Tengo miedo!. *   _Ella alzó el rostro, una vez más sorprendida; sus pensamientos viéndose interrumpidos._   * Yo… jamás he cargado a un bebé, soy nuevo en esto… y si lo lastimo, y si se me cae… no sé cómo… *

 Una sonrisa nerviosa adornó el rostro del muchacho mientras un par de lágrimas resbalaron por las suaves mejillas de la rubia cuyo corazón latía con fuerza.

Hace unos instantes veía su mundo derrumbarse, y ahora era. . . tan, tan feliz. . .

 * Baka… baka… *

* ¿Qué pasa?, dije algo malo?. . . *

 Ella solo negó con la cabeza, entregándole el niño para que lo cargase un rato para luego secarse las lágrimas.

 * Es tan pequeño… y frágil… *

 El Moreno no podía ocultar su nerviosismo, así como tampoco la sonrisa sutil y encantadora plasmada en su rostro.

En ese instante, el bebé abrió lentamente sus ojitos para luego bostezar tranquilamente y ver entonces a su padre. Asakura no supo describir el sentimiento que lo embargó en ese momento; orgullo, ternura y unas ganas tremendas de proteger al niño entre sus brazos. . .

 ““A él… y a su madre.””

 El pequeño hizo un leve puchero y el moreno supo que era hora de regresárselo a la rubia. Anna lo recibió delicadamente para luego acomodarlo en su regazo, abriendo su camisón y acercando el pecho para que el bebé degustase su alimento.

 * Creo que le gusta. *

* Sí… *

* ¿Crees que Hana me comparta un poco?. *

 Kyouyama giró a ver al moreno ante su broma pesada.

 * Hentai !. *

 Anna pudo leer la lujuria y el deseo estampados en el rostro del moreno.

 ““Tal vez después.””

 Pensó ella.

Pero luego, su corazón latió emocionado al comprender el significado de las palabras de Asakura, más específicamente acerca del nombre del niño. Ella lo había entendido perfectamente, sus dos significados. . . la unión de sus nombres, Hao y Anna, y que este, había sido elegido por él, provocando en ella un sentimiento inigualable de orgullo y felicidad.

 * Anna. *

* Mmm?. *

* ¿Cuándo?. . . *   _Ella lo miró con fijeza, sin entender._   * Me dijiste que sí, pero no me dijiste cuándo. *

 La mujer se mantuvo en silencio aun sin entender. Hao le dio la espalda.

 * Ya no me hagas esperar más que ya no puedo… *

 Dicho esto, el pelilargo abandonó la habitación y fue hasta minutos después que ella entendió las palabras del muchacho. Él le hablaba de una boda. Sonrió entonces. . . ¿podría acaso ser más feliz?.  ¿Quién sabe?.

 Anna no pudo evitar recordar a Silver y que alguna vez se hizo esa misma pregunta acerca de su felicidad. Sonrió. . .

El pasado era eso, pasado, pero si quería seguir adelante y avanzar, tal vez debía hacer las paces con su difunto esposo.

 La chica lo decidió entonces; apenas pudiese salir de casa, iría al cementerio de la colina Funbari para charlar con él un rato, lo necesitaba para romper las cadenas que la unían a su pasado. Y decirle. . . que ella ahora es muy feliz.

 * Y una vez libre… *

 Anna acarició la carita de su hijo quien se había vuelto a quedar dormido.

Una sonrisa le iluminó el rostro. . .

 Ella se casaría con Hao y formaría la familia que tanto anheló; se entregaría totalmente a su amado y a su bebé. . . Anna sería totalmente mujer del padre y del hijo.

   Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Siento que este fu un final bastante rebuscado T-T, especialmente la última línea, que da un significado distinto a la idea original.

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.

Totalizado el 23 de Febrero de 2009.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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Una para todos _C1_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 1 ::.

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Anna Kyouyama caminaba por los pasillos de la pensión EN; su hermoso rostro reflejando fastidio.

Recién volvía de la habitación de su prometido, a quien le había reclamado por todo el caos que reinaba en el lugar y que él mismo había planeado.

““Debería matarlo, estoy en mi derecho.""

Pensaba la joven mujer.

Pretendía regresar a su alcoba y dormir, aunque por el coraje quizás no le resultaría tan fácil.

Tan concentrada iba en sus pensamientos, que fue sorprendida por unos fuertes brazos que la rodearon con firmeza, haciéndola desaparecer del pasillo.

Y ahí estaba ella, en una de las tantas habitaciones de la pensión. Hubiese gritado de no haber sido porque aprisionaron su boca.

* ¿Qué pretendes?. *

Su voz sonó dura, más a su "secuestrador", parecía no importarle.

Él sonreía de forma traviesa, aunque también había un poco de ternura en aquellos tentadores labios.

* Las palabras salen sobrando, Annita. *

Sintió su fresco y cálido aliento acariciarle en su rostro.

Estaban muy cerca el uno del otro, en medio de la oscuridad de la habitación, y si echaban a volar su imaginación. . .

* Ni se te ocurra ponerme una mano encima, Hao, por qué si te atreves yo. . . *

La rubia itako quedó muda de pronto; más tardó ella en amenazar al shaman, que este en deleitar su sentido del tacto con las marcadas curvas de la sacerdotisa.

* ¿Tu qué, Anna?. *

Con diversión, cuestionó el moreno, completamente satisfecho con la agitada respiración de su presa producto de sus hábiles manos que se posaron, cada una, sobre las curvas más allá de la espalda de Kyouyama.

* Ahh, detente, Hao. . . *

Un gemido callado escapó de los dulces labios de la rubia mujer, al sentir como el shaman de fuego oprimía con lujuria la carne que palpaba. Y esa fue la oportunidad que el mayor de los Asakura aprovechó. . .

Reclamó los labios de la chica, plantando en ellos un fuerte beso que iba cargado de pasión y deseo.

““¡Cómo me gusta esta mujer!.""

Pensaba el moreno, al tiempo en que sus manos se perdían en ir y venir por las curvas de la hermosa silueta femenina.

Anna ya no sabía cómo controlarse, gemía y suspiraba totalmente agradada con las indecentes caricias del amo de fuego.

““Pensará Hao que soy una chica fácil.""

Este pensamiento cruzó las ideas de Kyouyama, más no le importó; enterró las manos en el largo cabello del muchacho.

* Hao, ¿qué pretendes?. *

* Hacerte el amor, ¿qué más?. *

Apenas dijo esto, el castaño mordió suavemente la piel del cuello de la joven, haciéndola jadear.

La itako había sido acorralada entre la pared y el fuerte cuerpo del shaman. Había echado la cabeza hacia atrás, permitiéndole al muchacho que la llenase de besos. Con ojos entreabiertos miraba el techo.

* Anna. . . me gustas, me encantas !. *

Asakura se desesperó, la lujuria había opacado sus oscuros ojos.

Sin más, se deshizo de la yukata que cubría a la chica; un par de perfectos senos se mostraron ante él. Firmes, tentadores... no esperó ni dos segundos para deleitarse con ellos, amasando el pecho izquierdo mientras sus labios atrapaban el pezón del otro. Y se aferraba a la cintura de la joven con la mano que le quedaba libre.

* Oh Hao, maldito demonio. *

La sacerdotisa ya no sabía si despreciar o venerar a este diablo, pues la estaba haciendo estremecer y eso que apenas y la había tocado.

Debía admitir que era la primera vez que sentía placer y era en los brazos de Hao Asakura.

Anna formó un arco con la espalda al tiempo en que emitía un prolongado gemido, luego le entregó su voluntad completa al shaman de fuego.

Y si es que en algún momento quiso resistirse a él, ahora solo le quedaba el recuerdo.

Pronto ambos jóvenes se hallaban en el futon, él sobre ella, acariciando cada curva del perfecto cuerpo de la rubia de ojos negros, mientras sus labios parecían no cansarse de devorar sus tibios labios.

Hao deslizó la mano hasta la intimidad de la itako, donde, apenas sintió la humedad causada por la excitación de la chica, introdujo su dedo medio.

Anna gimió agradada, aferrándose al moreno con brazos y piernas. Definitivamente el mayor de los gemelos tenía tremendas ganas de poseerla, pues no tardó en simular una penetración con su dedo, que entraba y salía del cálido sexo de la hermosa mujer.

El amo de fuego nunca creyó posible el poder estar de esta forma tan excitante con la prometida de su hermano; la chica que tanto le gustaba.

Lo complacía sobremanera escucharla gemir cómo ahora mismo lo hacía y ver su bello rostro matizado por un intenso color rojo.

Hao quería alargar esto lo más posible, disfrutar de Anna al máximo. Cada detalle, cada gemido, cada beso. . . pero la excitación y las ansias lo vencieron.

En segundos se deshizo de toda tela que pudiese esconder su bronceada piel. Acomodándose encima de la itako, la contempló por breves segundos, en verdad fugaces y deliciosos.

Llenó sus ojos con la hermosa imagen del cuerpo de la rubia, ahí, desnuda, tan sensual, tan apetecible. . .

""Y es toda para mi.""

Con tal pensamiento, se aventuró a besarla con pasión y fuerza, al tiempo en que separaba las piernas de la chica, y sin más... comenzar a penetrarla.

* Mmm, ahh, Ha-Hao. . . *

Kyouyama, ante la deliciosa sensación de tener al shaman dentro su cuerpo, rompió el beso, emitiendo un incitador gemido que solo inflaba el ego del amo de fuego, que se deslizaba cada vez más profundo dentro de la joven.

Tanta era la excitación de Asakura, que en uno de aquellos vaivenes, hundió totalmente su hombría en la vagina de la mujer, que se aferró a él con fuerza, reprimiendo las lágrimas y cualquier gemido de dolor que la pudiese delatar.

* Anna, Anna !. . . *

A Hao se le iba la voz llamando a su compañera de esta noche. Estaba disfrutando tanto de ella, que no se percató de que acababa de robarse su virginidad.

Poco a poco el dolor que sintiese la itako se fue disipando, siendo reemplazado por choques eléctricos que la hacían estremecer, era el placer mismo que la recorría y nunca había sentido nada así.

* Oh Hao, no pares !, no !. . . *

El shaman de fuego sonrió al escucharla. Tendría que estar loco cómo para hacer eso.

Cada vez que Anna sentía la grandeza del moreno entrar en ella, le regalaba la caricia más placentera e intima que puede haber entre un hombre y una mujer.

Así, el cuerpo de la itako se mecía al ritmo de cada penetración; sus pechos hermosos moviéndose a ese ritmo. . . Hao estaba extasiado.

""Dios, esta mujer me va a volver loco.""

Pensaba. Su respiración se volvía cada vez más intensa; sudaba y disfrutaba cada momento, cada beso, cada gemido, cada mirada, y claro, cada vez que su pene se deslizaba por la cálida vagina de la rubia, abrazándolo con su humedad, tratando de retenerlo ahí.

*Viviría eternamente feliz entre tus piernas, mi querida Anna.*

Le dijo él, susurrando y mordiendo la oreja izquierda de la joven de ojos negros, quien jalaba aire con fuerza.

Ya no podía más, su vagina se estaba volviendo cada vez más estrecha, comprimiendo aquel pedazo de carne caliente.

* Ah, Hao, Haooo !. . . *

La chica arqueó la espalda, dejando que el miembro del shaman se hundiera un poco más en ella, totalmente entregada al éxtasis que había logrado.

Pero el castaño de largos cabellos aun no tocaba la cima de placer y seguía penetrándola, brusca, intensa y profundamente, totalmente desquiciado. . . de pronto se detuvo, sus pupilas se contrajeron y perdieron color e inmediatamente después, su pene liberaba un liquido caliente, que recorría la flor de la itako.

Se besaron casi con desesperación, sin deshacer aun la unión de sus cuerpos, acariciándose aun con deseo.

*No pensé que fueras tan ardiente, Annita.* _La rubia sonrió para luego empujar a su compañero. Levantándose, tomó su yukata y caminó hasta la puerta de la habitación._ *Vamos, Anna, vuelve aquí.*

Le decía Hao, quien no entendía por qué la chica caminaba de forma ligeramente distinta. . . ya no mecía las caderas.

La sacerdotisa deslizó suavemente la puerta y, deteniéndose antes de salir, miró al castaño.

* Hao, ¡eres un dios del sexo!. * _El shaman no pudo más que sonreír ante las palabras de su amante. Le estaba hinchando aun más el ego; ahora sería insoportable._ * Pero no creas que volverá a pasar algo así. . . buenas noches. *

Dicho esto, Anna salió de la habitación, deslizando la puerta tras de sí.

""¿Hablará en serio?. ""

Se cuestionaba mentalmente el moreno.

* Bueno, no importa. Ya vendrá rogando por mi nuevamente. *

El amo de fuego parecía estar muy seguro de sus palabras, después de todo. . . ¿quién más podría darle tanto placer cómo él lo había hecho?.

Terminó tumbándose en el futon, siendo abrazado por los sueños de inmediato, susurrando entre sueños, que Anna Kyouyama era suya. . . solo suya.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

He aquí una de mis ideas más ambiciosas y nada fácil, en verdad. Esto va para largo y la idea es que la itako esté con Yoh y con todos sus amigos 7w7 .

Aunque debo advertir que nada es lo que parece.

Por el título de esta historia, digamos que le di un sentido distinto a esa frase "una para todos y todos para una". O algo así ^//^.

Por cierto, quiero adaptar este fic para Bleach, aunque ha sido difícil T-T

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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|| Capítulo 2 ||


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Una para todos _C2_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 2 ::.

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Sonrió, aunque ni él mismo hubiese podido decir si aquella sonrisa era de satisfacción o de ternura.

La tela que cubría al futon estaba manchada de sangre.

* La sangre de Anna. *

Se dijo a sí mismo.

Así que había sido el primero en disfrutar del cuerpo de la bella itako.

““Ahora me gusta mucho más.""

Con este pensamiento, Hao salió de la habitación que ahora ocupaba, con deseos ahora más obsesivos por esa chica que lo volvía loco de pasión.

~*~

~*~

~*~

* ¿Sigues enojada conmigo, Annita?. *

La voz de Yoh se notaba nerviosa, acababa de hacer la pregunta cuya respuesta él ya sabía. . .

* Por supuesto que sí, no puedo creer que hayas traído a Hao a la casa. * _La sacerdotisa siguió gritándole al shaman, quien, con una sonrisa nerviosa, solo escuchaba cada palabra que salía de los dulces labios de su Annita._ * Sé que ya no estamos comprometidos, pero Yoh. . . al menos hubieses pedido mi opinión. *

El menor de los gemelos dejó de sonreír, su rostro ahora reflejaba seriedad y, con un poco de atención, hasta tristeza.

Cierto, él y Anna ya no estaban comprometidos, él mismo había anulado aquel compromiso creyendo que era lo mejor para ambos.

““Estúpido. . . ¡la hice llorar!. ""

Pensaba el muchacho, haciendo alusión a sus recuerdos.

Es que él creía que la itako no lo quería, más luego se dio cuenta de lo equivocado que estaba y no había segundo en que no se arrepintiera de ello.

De esto hace ya más de un año y si aun vivían juntos es porque Anna es cómo una hija para Kino, quien insistió en que ambos muchachos continuasen viviendo bajo el mismo techo, con la esperanza de reanudar el compromiso más adelante.

Pero eso no iba a suceder. Yoh lo deseaba con ansias, pero no se lo pedía a Kyouyama porque sabía perfectamente que ésta se negaría y con toda la razón y el derecho.

Él la había lastimado, la había humillado; ahora no tenía cara para pedirle que volviese a ser su prometida.

Yoh suspiró con resignación mientras miraba cómo la sacerdotisa se levantaba para dejarlo solo, no sin antes. . .

* Eso ya no tiene remedio, pero. . . ¿por qué invitaste a todos tus amigos?, sabes que no me gusta que se reúnan aquí, siempre hacen un desorden y alteran mi tranquilidad. *

* Lo, lo siento, Annita, es que yo. . . *

* Está bien, déjalo, ya no importa. *

Fueron las últimas palabras que vinieron de la mujer de ojos negros, pues ella ya se había retirado, sumergiéndolo nuevamente en el arrepentimiento.

~*~

~*~

~*~

La itako caminaba por el pasillo de madera que daba al jardín, cuando una agradable voz varonil se dirigió a ella, haciéndola girar.

* Buenos días, bella dama, busco a Yoh Asakura y. . . *

Lyserg Diethel le hablaba desde la entrada, cómo esperando la aprobación de algún habitante de la pensión para poner un solo pie dentro de esta.

* ¡Pasa ya!. . . uno más no se nota. *

El peliverde sonrió jovialmente después de una reverencia hacia la bella chica que lo veía casi con fastidio.

Es cierto que nunca habían mantenido una conversación y su relación ni siquiera se reducía a un saludo. En resumen, Anna tenía más confianza con Chocolove, que con el inglés y eso ya es mucho, más sin embargo esa no era razón para que aun no la llamase por su nombre e insistiese en no bajarla de "bella dama".

* Cómo no llegaste ayer, creí que ya no vendrías. *

Le comentó sinceramente Kyouyama, una vez que estuvieron a no más de un metro de distancia. Entonces Lyserg creyó que por fin tendría la oportunidad de conversar con la itako, más alguien los interrumpió justo en ese momento.

* Ah Anna, estás aquí. Quisiera hablar contigo sobre lo de anoche. *

Hao Asakura había aparecido, interrumpiendo a los muchachos.

El peliverde no podía creer en su pésima mala suerte, pues era precisamente el shaman de fuego la razón por la que el inglés no tenía planeado venir a Japón.

Diethel frunció el ceño, simplemente no soportaba al castaño de largos cabellos y le costaba creer que Yoh lo hubiese perdonado.

Sí, ya sabía que era su hermano y todo eso, pero aun así, a él no se le olvidaba que ese hombre era el asesino de sus padres.

* Si me disculpan, iré a buscar a los demás. *

Sin más, Lyserg caminó al interior de la pensión, ignorando la despreocupada sonrisa del moreno, cómo si aparentase ser una inocente persona o cómo si fuesen amigos de toda la vida.

““¿Qué tontería!.""

Pensaba el inglés, perdiéndose en los pasillos del lugar.

* ¿Estás loco?. *

La voz de la itako sonó firme y tranquila, aunque hubiese querido gritar en ese momento. Al parecer el idiota de fuego no sabía nada acerca de algo llamado discreción.

* Vamos, Annita, no seas así conmigo. Mejor dime, ¿qué se siente ser la mujer de Hao Asakura?. *

Anna había comenzado a caminar por el jardín, pretendiendo ignorar al muchacho de bronceada piel, más al escuchar la frase completa que este le dedicaba, se giró a verlo, dándole una dura y fría mirada.

Mantuvo sus ojos fijos sobre los del shaman y luego, así como así, la rubia se echó a reír, burlándose de las palabras del amo de fuego.

* Ja, ja, ja. Hao, por favor. . . para empezar no soy tu mujer y además, solo fue una noche, superalo querido. *

* Eres cruel, Annita, pero debes estar loca por mi, lo sé pues fui el primer hombre en hacerte el amor. *

Aquellas palabras eran la verdad que Hao quería creer y, claro, trató de echárselo en cara a la bella itako, más no obtuvo la respuesta que él hubiera querido.

La sacerdotisa se acercó peligrosamente a él, rozando apenas sus labios con los propios, provocándolo. Luego le susurró al oído. . .

* Sí, Hao, fuiste el primero, pero no él único, eso tenlo por seguro. *

Anna rio divertida y mientras se alejaba, alcanzó a decirle que había muchos hombres en el mundo, de hecho en la sola pensión había siete chicos aparte del shaman de fuego, y ella casualmente era la única chica.

Furioso, Hao la miró alejarse. Nadie, ningún otro iba si quiera a tocar a una mujer que ya era suya, y menos si esa mujer es Anna Kyouyama, y al que se atreviera simplemente lo calcinaba.

Asakura se fue directo a los baños termales; necesitaba relajarse antes de eliminar al primero que se le cruzara en el camino.

Pero ni Anna, ni Hao se percataron de que, entre los arbustos, una figura había observado y escuchado todo cuanto sucedió entre ellos.

Sonreía con malicia y diversión. Hacía tanto que no veía la oportunidad para hacer travesuras y obtener aquello que tanto quería y necesitaba.

~*~

~*~

~*~

El día se había ido entre platicas, discusiones y mucha comida. La noche pronto llegó y todos ya estaban en las habitaciones que se les habían asignado, más el único que parecía no haber disfrutado completamente de aquella reunión era el inglés.

Aun ahora no le era posible conciliar el sueño, tratando inútilmente de comprender cómo es que los demás y en especial Yoh, parecían haber aceptado la presencia de Hao.

““Al parecer sigo siendo el mismo chico resentido de siempre.""

Pensaba el shaman. Tan ensimismado estaba con sus memorias, que apenas pudo escuchar el leve deslizar de la puerta de su habitación.

Una delgada silueta se mantenía entre las sombras y él tan solo podía distinguir la traviesa sonrisa que le mostraban aquellos sensuales labios.

Cuando sus ojos se acostumbraron a la penumbra y la luz de la luna se lo permitió un poco, pudo ver de quien se trataba y una sola palabra pudo pronunciar, casi con sorpresa. . .

* ¡Anna!. *

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Problemas; siete chicos y una mujer, aunque de esos siete, dos no me interesan: Manta y Ryu. A ver cómo me deshago de ellos ¬¬’.

Por cierto, es obvio que el siguiente en la lista es Lyserg, así que lo que sigue es LEMON.

Nada es lo que parece.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 3 ||


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Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 3 ::.

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Le sorprendió muchísimo el verla ahí, pero le sorprendió mucho más que la bella chica se acercara a él con movimientos sensuales hasta acomodarse encima suyo y posar sus labios sobre los de él, formando un erótico y delicioso beso.

Lyserg seguía inmóvil. ¿Qué demonios le pasaba a la rubia itako?, qué pretendía?. . . eso le preguntó, pero solo consiguió esa traviesa sonrisa que ella le mostró al entrar en la habitación.

* Hablas demasiado!, te daré un consejo, muchachito: solo disfrútalo. *

Le dijo ella para luego volver a besarlo.

El beso, su actitud y aquellas palabras hicieron reaccionar al shaman de verduzco cabello, quien bruscamente se apartó de las suaves y traviesas manos de la sacerdotisa.

* No sé qué pretende, señorita, pero será mejor que regrese a su habitación. *

Ella solo sonrió con picardía y diversión; parecía gustarle este jueguito.

Así, qué ignorando el enojo que reflejaban esos ojos verdes, aprovechó la confusión que adivinaba en los mismos y se acercó nuevamente al chico, aprisionándolo en la suavidad de su abrazo, acariciándole una de las mejillas cómo tratando de relajarlo y parecía que lo estaba logrando.

Y volvió a besarlo, una tierna pasión que quemaba los labios del inglés y que francamente lo estaba excitando.

Lyserg respiraba agitado, jadeando entre los incontables besos que la hermosa joven le regalaba. Se sintió mareado y ligeramente débil, y por supuesto, totalmente entregado a las maravillosas sensaciones que la hermosa mujer provocaba en él, en su mente, en su cuerpo, en todo su ser.

Quiso alejarla o alejarse él mismo, pero ya estaba demasiado excitado cómo para detenerse.

Pronto, pareció olvidar la cordura y su lealtad.

Sujetó fuertemente a la itako, entregándose a ella en un profundo y apasionado beso, que la hizo soltar un gemido acallado por sus propios labios.

Diethel no dudó más en recorrer los contornos de aquel exquisito cuerpo, cada una de las curvas de la bella mujer.

““Porque siempre he creído que Anna es una hermosa mujer.""

Pensaba el shaman, extasiado al comprobar que las ropas solo cubrían la verdadera belleza de la mujer de ojos negros.

* Sabía que eras hermosa, pero nunca pensé que tanto. *

Fueron algunas de las palabras que la sacerdotisa recibió cómo halagos por parte de un joven inglés que sentía que podía tocar el cielo con cada caricia que Kyouyama le regalaba, y bajar directo al infierno, por el pecado en el cual estaba siendo participe.

Sacudió la cabeza, deshaciéndose de todo pensamiento de culpa, iba a disfrutar de esta noche y de la mujer que se le entregaba así, sin exigirle nada más que su compañía nocturna.

Sin embargo, la poca cordura que le quedaba lo llevó a hacer aquella pregunta, la que quizás pudiese salvarlo de realizar la mayor traición de su vida, mucho peor incluso que unirse a aquellos que querían deshacerse de Yoh. Y esto era acostarse con la mujer del Asakura. . .

* ¿En verdad estas seguro de esto?, no me gustaría que te arrepintieras después. *

Anna sonrió al escucharlo. ¡Qué muchachito tan tierno y considerado!.

* Eres un hombre realmente encantador, muchas mujeres querrían pasar tan solo una noche contigo. *

Le dijo ella, sonriendo llena de deseo y lujuria.

““Por eso te escogí a ti primero.""

Fue el pensamiento de la sacerdotisa, poco antes de prácticamente arrojarse sobre el peliverde, besándolo con desesperado furor, al tiempo que revolvía sus cabellos, desatando toda la lujuria contenida.

Y Lyserg no pudo resistirse más al encanto de la mujer, por lo que se dio a la tarea de beber del seno derecho de la fémina, mientras palpaba el otro.

Sus labios parecieron formar una pequeña pinza que aprisionó el sonrosado y duro pezón de una Anna que gemía suave y dulcemente.

* Ahh, sigue por favor. *

Lo alentaba la chica, acariciando con ternura sus verduzcos cabellos con una expresión de suplicante placer.

La itako jadeó agradada al sentir cómo el shaman inglés la sujetaba con firmeza. . . hacia tanto que no disfrutaba de esto; se saboreó los labios, ansiosa por lo que apenas vendría.

La rubia estaba desesperada y era una sensación que no podía controlar, plantándole un profundo y apasionado beso a Lyserg, se fue acomodando discretamente sobre el muchacho, cuidando que la espina de este apuntase a su vagina, que ardía en deseo.

Con un suave movimiento de caderas, Anna hizo que el miembro de su amante se deslizara exquisitamente por los pliegues íntimos, separando estos, preparándose para hundirse dentro de ella.

Con esto, el placer aumentó de golpe, obligando a los jóvenes a separar sus labios para jalar aire y gemir de gozo.

Estaban más que listos, podían verlo en sus ojos, incluso Lyserg, cuya lealtad parecía haber desaparecido de su mente. Para él, lo único que existía en ese momento era la bella mujer frente a él, quien se le entregaba y él. . . estaba dispuesto a hacerla suya, ya nada importaba.

* Voy a disfrutar mucho de esto y te haré disfrutar a ti también, Lyserg. . . te haré tocar el cielo, te lo aseguro. *

Le decía la itako, rodeando el cuello del muchacho al tiempo que bajaba lentamente las caderas, permitiendo que el pene del shaman de ojos verdes se deslizara dentro suyo.

Diethel comenzó a jadear entrecortadamente al sentir cómo su hombría era aprisionada en la húmeda y cálida intimidad de Kyouyama.

¿Cómo describir el delirante ritmo que tomaron sus caderas?, ¿cómo hablar del infinito placer que esta mujer le estaba provocando?. . . ¿cómo?, si todo era tan rápido.

Lyserg no pensaba en nada, no podía más que disfrutar del pecado, de un simple momento de lujuria y pasión que seguramente no volvería a repetirse.

““Será la primera y última vez.""

Pensó el muchacho y con esto, más que dispuesto a disfrutar cada segundo, cada beso, cada caricia y de todos y cada uno de los suaves y excitantes gemidos que le regalaba su amante pasajera.

El peliverde continuo embistiéndola, lo hacía lenta y tranquilamente, con su suavidad que subía a la itako al cielo cada vez que sentía el pene del inglés hasta el fondo de su ser.

Que irónico disfrutar de tanto placer, casi tanto cómo aquella última vez. . . Pero la sacerdotisa no tenía espacio en su mente más que para este hombre, ningún otro interesaba ahora.

La mujer se aferró al masculino cuerpo del shaman, gimiendo cerca del oído de este, incitándolo a continuar a ser más constante y fuerte en sus penetraciones.

Anna parecía ronronear con los embates del inglés, podía sentirlo deslizarse dentro suyo y cómo las paredes de su vagina parecían abrazarlo con fuerza, intentando retenerlo en su interior lo más posible y darle placer.

* Es delicioso. * _Murmuró por lo bajo la bella mujer. Y pensar que nunca estuvo con alguien así, ahhh !!._ *Oh Lyserg, ahhh!.*

Una suplica escapó de los secos y pálidos labios de la sacerdotisa.

Diethel había oprimido uno de sus senos, provocándole un ligero dolor mezclado con placer. Anna echó la cabeza hacia atrás, arqueando su espalda. Sus ojos cerrados y sus labios formaron una suplicante y placentera curva, sus mejillas teñidas en rojo.

Dios, cómo estaba disfrutando de esto.

Pronto, las embestidas que le propinaba el inglés, se volvieron más fuertes, constantes y profundas.

A la itako parecía faltarle el aire, sus gemidos ya eran apagados, pareciera que su nuevo amante la estaba haciendo gozar en serio.

Él por su parte, disfrutaba del delicioso roce entre su pene y la piel interna de la chica que sentía en cada penetración.

Lyserg entrelazó sus manos con las de la rubia, estaba maravillado de tenerla bajo su cuerpo y a su entera disposición, moviéndose intranquila bajo su presión, deleitándose del placentero pecado que en ese momento compartían.

* ¡Que bella eres!. *

Le dijo finalmente el peliverde, incapaz de negar tal verdad. Anna siempre le pareció una chica muy bonita.

““Pero siendo la prometida de Yoh, mi amigo, siempre me mantuve al margen, pero ahora. . . ""

Llevado por estos pensamientos, el shaman posó sus labios sobre los de la rubia, siendo este el beso más erótico, el que nunca imaginó. Tan lleno de morbo, lujuria y pasión que tuvo que ser roto por las ya insoportables sensaciones que recorrían a los amantes.

Gracias a las desesperadas penetraciones del inglés, Anna llegó al clímax de la mano de un orgasmo realmente intenso, tuvo que arquear el cuerpo y cruzar las piernas alrededor de la espalda del muchacho para profundizar aquel gozo que la recorría.

* Ohh Lyserg, ahhh. . . *

Y gimió el nombre del shaman cuando su cuerpo se deshacía en dulces contracciones desde su intimidad; espasmos que apretaban el duro miembro del hombre dentro suyo, cómo queriendo retenerlo ahí por siempre.

Lyserg por su parte apretó con fuerza los dientes cuando su pene, rendido a las tortuosamente dolorosas y placenteras pulsaciones que la vagina de Anna ejercía sobre su espina, lanzó un gemido ronco, dejando que su semen desembocase tranquilamente en el interior de la joven rubia.

Finalmente se separaron, permaneciendo recostados sobre el futon, respirando con agitación y sin decir una sola palabra.

La itako suspiró hondamente, aceptando todas las deliciosas sensaciones que acababa de sentir y sin más abandonó su lugar junto a su amante de esta noche, tomó su yukata y salió, así cómo así, de la habitación que ocupaba el inglés, quien extrañado y hasta confundido, cerró los ojos, viajando al mundo de los sueños.

Estaba muy cansado, demasiado, y creía que era a causa de haber tenido sexo con una mujer tan ardiente cómo Anna Kyouyama.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Primera vez que escribo algo sobre esta pareja.

Jamás volveré a hacerlo, mucho menos a dedicarle toda una historia a estos dos. Es que no me llama la atención la pareja que forman ^^'.

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 4 ||


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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 4 ::.

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Degustaban el desayuno en silencio.

¡Cuidado aquel que hablara!, porque seguro la rubia itako le lanzaba a la cabeza lo primero que encontrase, pues no se veía de muy buen humor.

De cualquier forma, cada uno de los que rodeaba la mesa padecía su propio drama.

La sonrisa de Yoh estaba a medias, Ren se limitaba al arroz, sin prestar atención a los demás, Horo Horo se llenaba la boca hasta hartarse, en tanto Ryu y Chocolove comían mirando a sus demás amigos, cómo pensando en algo bueno que decir y tratar de romper ese terrible silencio que los envolvía, Manta miraba de vez en cuando a cada uno de sus amigos, notándolos extraños y en cuanto a Lyserg. . .

Ahh, bueno, él sostenía su plato, más no probaba bocado aun, sus ojos se hallaban clavados en los de la bella mujer frente a él. Los recuerdos de la noche anterior estaban vivos en él.

Estaba embobado y hubiese seguido feliz reviviendo la mejor experiencia de su corta vida, de no ser por la pesada voz que, en un susurró, le dijo. . .

* Si no dejas de mirarla, date por muerto. *

Sentado justo al lado de la rubia, Hao Asakura lo miraba con fuego en los ojos. El peliverde frunció el ceño y sin decir nada, desvió su mirar para luego dedicarse a consumir el arroz en su plato; al parecer nadie había notado aquel pequeño incidente.

Pero si Hao iba a matar a todo hombre que mirase sospechosamente a la mujer de ojos negros, entonces el inglés no sería el único muerto esa mañana, sin duda, Ren Tao lo seguiría al otro mundo si no despegaba su mística mirada de la chica en cuestión, antes de que el shaman de fuego se diese cuenta.

Todo continuó en absoluto silencio, cómo si nadie se hubiese dado cuenta de que algo extraño estaba pasando justo frente a sus narices.

~*~

~*~

~*~

* Anna, tenemos que hablar. *

La sacerdotisa se giró a ver al inglés, lo notaba extraño, más que nada por qué al fin la estaba llamando por su simple y sencillo nombre.

Lyserg estaba desesperado, se sentía culpable pero ansiaba sentirla nuevamente entre sus brazos. Y era ese bendito sentimiento, necesidad que le nació por ella, lo que lo preocupaba. Porque no podía sacársela de la cabeza, así cómo el hecho de que su amigo Yoh aun sentía algo por esa linda mujer.

La itako parpadeó un par de veces.

* ¿Conmigo?. * _Preguntó confundida, ellos nunca hablaban._ * No sé de que, pero. . . *

* Sobre lo de ayer!!. * _La rubia parecía sorprenderse, se notaba incómoda._ * Más precisamente de lo que pasó entre tu y... *

* No se lo digas a nadie. * _La voz de la itako lo interrumpió, exigiéndole guardar ese secreto._ * No menciones una sola palabra de lo que viste u oíste, ¿entiendes?. *

* Pero, Anna, es que yo. . . *

* No tengo nada más que hablar contigo, Diethel. *

La mujer simplemente dio media vuelta, dejando al muchacho con la apalabra en la boca.

Lyserg entendía que ella no deseara que los demás se enteraran, pero era importante que hablaran sobre lo que hicieron.

* ¿Por qué estás desesperado por hablar con ella?. *

El inglés abrió los ojos con sorpresa, girando el rostro tan solo para encontrarse con la pesada mirada de Ren Tao.

* Na-nada importante. *

* ¿En serio?, parecía todo lo contrario. *

* No te importa, ¿de acuerdo, Ren?. *

Lo último fue casi una amenaza que no hizo sino aumentar las sospechas del joven chino, quien miraba curioso cómo su amigo se alejaba por los pasillos, hasta desaparecer de su vista.

~*~

~*~

~*~

Sentada en el pasillo de madera frente al jardín, la sacerdotisa no quería admitirlo, pero estaba preocupada, no quería ni pensar en la posibilidad de que los demás se enteraran de lo que había estado pasando en los últimos días, no es que le importase "el que dirán", pero. . .

* No sé cómo reaccione Yoh, además dudo mucho que cualquiera de ellos me entienda, y si Lyserg dice algo, no. . . *

* ¿No qué, Anna?. *

Kyouyama sintió cómo si su corazón se hubiese detenido por un instante; creyó que estaba pensando lo que en realidad sus labios pronunciaron. Y no tenía que girarse para saber que aquella voz le pertenecía a Tao Ren.

* Hay algo extraño en ti, ¿sabes?. *

La rubia no le dirigía ni la palabra, ni la mirada, fingía seriedad cuando en realidad se estaba muriendo de nervios.

Ren era muy listo cómo para dejar pasar algo por alto.

* Lyserg sabe algo que tu no quieres que él diga, me pregunto qué será. Qué yo sepa apenas y se hablaban y ahora él. . . *

La chica frunció el ceño. ¿Desde cuándo ese shaman se había vuelto un chismoso?.

Anna se puso de pie, dispuesta a retirarse y no seguir escuchando las acusaciones del chino, más apenas dio el primer paso, este la sujetó por el brazo.

* ¿Qué pasa contigo, Anna?. *

* Suéltame !!. *

La rubia se giró inmediatamente, estaba furiosa; reaccionó casi por instinto o costumbre, estampando su mano izquierda en el rostro del shaman.

Al escuchar la furiosa voz de la sacerdotisa, los demás salieron a ver que pasaba, pero lo único que vieron fue a un Ren con la mejilla roja y a una Anna que se iba por los pasillos, maldiciendo a todo y a todos.

* ¿Qué le hiciste, Ren?. *

Preguntó Yoh, extrañado de que su amigo hubiese discutido con la joven de dorados cabellos, pero el chino guardó silencio, pensando que definitivamente, esa mujer estaba más agresiva de lo normal.

Mientras tanto, Hao ya planeaba cómo torturar a Tao por acercarse a la sacerdotisa.

~*~

~*~

~*~

Disfrutaba de un baño en las aguas termales. Aunque ya era un poco tarde para eso, esto le ayudaba a relajarse.

* No entiendo por qué me importa tanto lo que ella haga o deje de hacer. *

Se decía a sí mismo el heredero Tao.

““¿A quien engaño?, la quiero desde la primera vez que la vi, yo. . .""

Los pensamientos del muchacho eran una tortura.

Esa mujer era un ángel inalcanzable. Muy en el fondo de su corazón guardaba una esperanza al saber que el compromiso que la ataba al shaman king, se había disuelto.

Pero ahora venía y se encontraba con que la rubia mujer tenía un secreto que solo Lyserg Diethel sabía. Se sentía cómo un completo extraño en la vida de Kyouyama.

* Bueno, no es que seamos los mejores amigos, hemos conversado muy pocas veces, pero... *

Ren salió de su ensimismamiento al escuchar un chapoteo.

Abrió los ojos y no podía creer lo que veía. . . la única mujer que le robaba el sueño, ahí entre las aguas tan cerca de él, con tan solo una pequeña toalla cubriendo su fino y perfecto cuerpo, mirándolo de forma seductora.

* A-Anna, ¿qué haces?. . . *

* Ren, yo. . . siento mucho lo de hace rato, solo, solo quiero disculparme contigo. *

El chino casi se va de espaldas al oír aquello. Esa no era la mujer de hielo que el conocía, se estaba comportando de forma extraña.

* E-escucha, Anna. . . E-está bien, disculpa aceptada, pero no tienes que ir semidesnuda por ahí para que yo te. . . *

* Es que, tu solo estabas preocupado por mi y yo. . . fui muy grosera contigo. . . déjame compensarte por ello. *

Esto último estremeció al chico, Anna se le estaba insinuando y él. . . simplemente se quedó paralizado al sentir cómo la rubia deslizaba su dedo índice sobre su pecho, comenzando a delinear los marcados músculos.

* A-Anna, qué te?. . . *

Aquella frase inconclusa fue la última defensa del shaman, defensa que se desvaneció por completo cuando Kyouyama posó sus tibios labios sobre los de él.

Ren cerró los ojos, dejándose llevar, esto era algo que deseó desde siempre y no la iba a dejar ir.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

En realidad no hay pruebas de que Ren sienta algo por Anna, aunque siempre he tenido esa sensación.

De hecho, a mi parecer, todos los amigos de Yoh, si bien no sienten algo por la itako, tampoco se privarían de fantasear un poco con ella 7w7 .

__Nada es lo que parece.__

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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|| Capítulo 5 ||


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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 5 ::.

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.

Se sentía mareado, muy, muy cansado.

El aroma de la joven era exquisito, agradable e intoxicante. Su pobre mente era un montón de vagas ideas que iban y venían, confundiéndolo cada vez más.

““La prometida de Yoh, el demonio: Anna Kyouyama, la mujer entre sus brazos, la más bella de todas; mujer ajena, mujer prohibida. . . a la que quiero y deseo con desesperación. . . yo la amo. . .""

Más las últimas tres palabras eran lo único que Ren tenía claro en ese momento. Así que simplemente dejó que su corazón latiera descontrolado, disfrutando del momento.

No sabría decir si había pasado una eternidad o tan solo unos cuantos instantes, solo estaba consciente del dulce sabor de los labios de la rubia itako.

Por un momento creyó haber caído en un largo y tranquilo sueño, prisionero de los labios de la sacerdotisa, más abrió los ojos, cómo aquel que de repente despierta agitado ante una pesadilla; sus pupilas se destiñeron.

Y la sorpresa lo invadió al instante. ¿En verdad esto estaba pasando?. Anna frente suyo, yacía desnuda, haciendo gala de la tremenda belleza con la que fue bendecida.

Ren no podía más que admirar a aquella que era su musa. Mujer de figura delgada, delicada y hasta frágil. Su estrecha cintura lo hacía desear el rodearla con sus fuertes brazos para que nunca se le escapara. Sus largos cabellos dorados, ondeándose ligeramente por la brisa que entraba por la venta; su piel blanca cómo de porcelana fina, se veía suave y la luz de la luna que se asomaba a la habitación, la hacia brillar, haciéndola parecer irreal.

Y su rostro, Kami, su hermoso rostro adornado por aquel par de gemas negras que brillaban extrañamente esta noche.

¿Acaso era la lujuria que reflejaban aquellos ojos negros?. Y sus labios. . . Tao simplemente no pudo resistir más y la tomó con fuerza, besándola con pasión.

De pronto todo pensamiento lógico se desvaneció, dejando a su paso la lujuria, el deseo, la excitación. . . el amor.

* Anna, Anna, Anna. . . *

A Ren se le iba la voz, llamando a su amada mientras sus manos, temblorosas, recorrían el cuerpo de la mujer, satisfaciendo su sentido del tacto.

Fría y caliente a la vez; sentir la piel de la chica lo hacía estremecer. Sus labios secos, abandonaron la dulce boca de Anna para deslizarse por su cuello, mordiendo con pasión.

* Ahhh, Ren, eres un travieso !. . . *

Le dijo ella, pues sentía los suaves apretones que el shaman daba sobre sus redondos pechos.

La itako enredó las manos en el cabello del joven chino, suspirando agradada por las caricias y besos sobre su cuerpo.

Más la voz simplemente se le apagó a la sacerdotisa cuando sintió un intruso deslizándose al interior de su intimidad.

Ren Tao introdujo su dedo índice, sintiendo la calidez y la humedad del sexo femenino al meter y sacar su dedo.

* Ahh, no pares !. . . *

Le pidió la mujer de ojos negros; arqueando la espalda y oprimiendo ella misma sus senos.

La rubia cerró los ojos, entregándose al placer que Ren le daba mientras el shaman de ojos místicos miraba embelesado cómo la mujer se retorcía de gozo sobre su cuerpo.

Y le dio más fuerte, penetrándola desesperado, lleno de excitación.

* Oohh, aahhh !!. . . *

La rubia itako liberó un largo gemido cuando ya no pudo retener el placer en su cuerpo y tembló convulsionándose ligeramente gracias al dedo del joven que seguía alojado dentro suyo.

Respiraba agitada y se le veía cansada, el chino no se esperaba lo que vino después. Anna se liberó de sus brazos y se inclinó hasta tener frente suyo el miembro erecto del muchacho. Lo miró por un par de segundos, complacida con el tamaño y el grosor.

Una lujuriosa sonrisa adornó su bello rostro y enseguida, tomó el miembro viril para introducirlo en su boca. Ren tuvo que aferrarse a las sábanas, haciendo milagros para no desgarrarlas; esa mujer era perversa.

Deslizó su cálida y hábil lengua por la longitud de su miembro para luego dedicarse a lamer y hasta succionar las esferas que descansaban en la base de su pene.

* A-Anna, espera ahhh. . . *

El muchacho apretó con fuerza los dientes, la rubia itako parecía no tener suficiente y su lengua jugueteaba con la punta de su masculinidad para finalmente succionar, cómo tratando de extraer algo y lo logró, pues el joven Tao no pudo contenerse y entre gemidos y roncos jadeos, lo recorrió un orgasmo, derramando el semen contenido hasta ahora.

* Delicioso !!. *

Dijo la sacerdotisa, bebiendo un poco de aquel liquido blanquizco, luego simplemente dejo que un poco de este salpicase su cara, haciéndola ver todavía más deseable para el chico de ascendencia china.

* Ja,ja,ja. . . deberías ver la cara que tienes ahora, Tao. *

* Es que nunca creí que fueras tan. . . *

* ¿Zorra?. *

* No, eso no. . . ardiente, apasionada. *

Las risas volvieron por parte de la chica de rubios cabellos, abrazando a su amante y llenándolo de besos.

Él solo la acariciaba con ternura y amor. En ese momento todo él era para ella y creía que Kyouyama sentía lo mismo.

Lo que vino después tomó por sorpresa al shaman. La sacerdotisa se recostó boca abajo y alzando un poco las caderas, invitó al hombre a posarse encima suyo.

* Por favor, Ren, ya no puedo esperar más, necesito sentirte dentro de mi. *

Le dijo, su voz sensual e incitadora; sus ojos negros mirándole suplicantes. Anna lo estaba invitando a pecar.

* Anna, yo. . . *

Ren pasó saliva, se sentía atrapado, felizmente atrapado.

Quizás sin detenerse a pensar que estaba a punto de traspasar las barreras permitidas y que se convertiría en un maldito traidor. Ren sujetó su pene y se entretuvo deslizando la punta en la entrada de la vagina de la mujer, que gemía dulcemente a causa de aquel contacto superficial.

Complacida al sentir el duro pene del muchacho, adentrándose poco a poco en ella, obligando cuidadosamente a su cuerpo a amoldarse a su espina que se clavaba en su flor, tan solo para hacerla gozar.

* Ohh, Ren, continua, continua. . . *

Le pedía ella entre gemidos que llenaron la habitación.

En aquellos momentos, el chino parecía un títere que se movía a voluntad de la hermosa joven, pues no dudó en complacerla en todo instante.

Le llenó la espalda con dulces besos y sus manos la recorrieron con tranquila pasión hasta posarse sobre sus redondos senos, oprimiéndolos a placer.

* Anna, Anna !!. . . *

La llamaba el muchacho, penetrándola cada vez con más intensidad, más profundo. Solo quería sentirla, disfrutar de la húmeda calidez de su intimidad; la suave y dulce caricia que su sexo le regalaba al propio al abrazarlo con su piel interna, apretándolo deliciosamente.

Los gemidos subieron de volumen y los susurros de amor no hicieron falta por parte del joven Tao, quien ya fuera de sí, penetró con fuerza a su rubia compañera.

* Mmm, Re-Ren. . . ah, aahhh !. . . *

Un grito escapó de los labios de Anna, quien tembló entera al llegar al tan deseado éxtasis.

Suaves y constantes espasmos la recorrieron, llenándola de placer; su respiración era acompañada por los jadeos del shaman, quien no tardó en desbordar el gozo del orgasmo.

El chico cerró los ojos con fuerza y apretando los dientes, disfrutó la relajante sensación de eyacular dentro de la vagina de la sacerdotisa, quien lo miraba llena de satisfacción.

El muchacho tardó un rato en abandonar el cuerpo de Kyouyama, no tenía prisa y el simple hecho de mantener su pene, cuya dureza estaba perdiendo, dentro de ella, le hacía sentir a esa mujer como suya, solo suya.

Y se recostaron sin dejar de mirarse a los ojos. La rubia dedicándole una sonrisa maliciosa.

““¿Qué significará?.""

Se cuestionaba el shaman. Más no tuvo tiempo para divagar en ello; sus ojos se cerraron, vencidos por el sueño y el cansancio. No supo más por esa noche.

~*~

~*~

~*~

* ¡¿Q-qué haces aquí?!. *

Ella simplemente no se molestó en responder al joven de piel tostada y pasado peinado tipo afro.

Solo se despojó poco a poco de sus ropas, ante la incrédula mirada del comediante, quien al admirarla completamente desnuda, sonrió con ternura, casi con devoción, cómo si estuviese en un hermoso sueño.

Y cuando sintió la tibia piel blanca de la rubia, Chocolove simplemente no pudo resistirse y se dejó llevar por la bella dama que había entrado a su habitación, tan solo para hacerlo feliz esta noche.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Bueno voy a saltarme lo que pasó entre Chocolove y Anna, porque simplemente no me cabe en la cabeza que ellos dos. . . bueno ¬¬' .

Pero tenía que mencionarlo, él es otro más en la pensión ^^' .

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 6 ||


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Anime: Shaman King

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Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 6 ::.

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Se sentía incómoda, era consciente de las cuatro pesadas miradas que no habían perdido detalle de un solo movimiento suyo.

Se había controlado por un buen rato, pero lo cierto es que Anna ya estaba harta.

* Dejen ya de mirarme o les sacaré los ojos. *

Gritó ella mientras, con más fuerza de la necesaria, ponía su tazón de arroz sobre la mesa. De inmediato tres jóvenes obedecieron a la sacerdotisa, cómo mansos cachorritos que no querían hacer enojar a su dueña.

Pero él seguía mirándola, incluso con mayor atención. Hao sonreía con diversión, con satisfacción al ver que su chica tenía ese insoportable carácter que a él tanto le gustaba.

* ¿Te sientes mal?, pareciera que últimamente no has dormido bien, Annita. *

Al decir esto, Hao recibió una mirada asesina por parte de la rubia.

““Yo lo mato.""

Se decía la itako una y otra vez, de hecho, estaba dispuesta a hacerlo en ese mismo instante, pero la voz de su ex-prometido la hizo desistir.

* Cálmate, Annita, por favor, Hao ya no te va a molestar. ¿Verdad, hermano?. *

Las últimas palabras del menor de los gemelos emergieron entre dientes mientras miraba al shaman de fuego de forma reprobatoria.

Estaba arriesgando el pellejo, por Anna, no por el descarado de su hermano mayor.

Había notado la incómoda que Kyouyama había estado con la presencia de todos sus amigos, pero en especial con Hao.

““Creo que se detestan.""

Pensaba el shaman, no muy convencido de ello, pues había dejado de serle indiferente la forma en que su gemelo miraba a su novia.

Maldición!!, otra vez lo había hecho, Yoh aun consideraba a la rubia como su futura compañera y eso era algo que ya lo estaba comenzando a lastimar, pues aunque le pesara, la actitud de Anna para con él se había vuelto más cortante.

Ella se había alejado y lo había alejado de golpe.

““No puedo culparla, después de todo, fui yo el estúpido que rompió el compromiso.""

Se decía a sí mismo Asakura, arrepintiéndose por primera vez de algo. Pero eso iba a terminar. . .

¿Verdad?, sí, ahora mismo iba a tratar de arreglar su vida. Y que Kami lo ayudara.

Con esto en mente, se mantuvo en silencio en el comedor, aunque las miradas seguían sobre la bella itako.

~*~

~*~

~*~

* ¿De que quieres hablar? *

La voz de la sacerdotisa sonó pesada y fría. Yoh nunca la sintió tan distante cómo ahora.

Después del desayuno, se pasó horas y horas pensando, lo cual no era muy común en él.

No le fue indiferente la forma en casi todos sus amigos, y ni que decir de Hao, miraban a su Annita. Y sintió miedo, porque si bien el compromiso había sido anulado, aun tenía el consuelo de tenerla a su lado, para él, solo parea él.

Nunca pensó en la posibilidad de que Kyouyama se relacionara con otro hombre, vamos!, es Anna después de todo. Y aquel que se le acercase tendría que ser muy valiente o muy estúpido como para arriesgar la vida.

““O amarla demasiado.""

Pensaba el moreno, totalmente perdido en ideas y suposiciones, olvidándose de que la chica seguía esperando impaciente a que él hablara.

* Si no me vas a decir nada entonces me voy. *

* No por favor, quédate. . . *

Yoh la tomó por el brazo, forzándola suavemente a escucharlo. La miraba esperanzado y nervioso a la vez. Ella era tan hermosa. . . y la voz se le perdió en algún lugar de la garganta.

Diablos, ¿por qué siempre fue tan difícil hablar con ella?.

* Si vas a decir algo, hazlo y ya. *

Él la miró decidido.

Lo único que tenía que perder era la esperanza y esa de nada le servía desde que terminó con la joven itako.

Estrechando suavemente una de las blancas manos de la chica entre las suyas, la besó con ternura, desconcertando a la sacerdotisa.

El moreno nunca se comportó así con ella. . . ¿por qué ahora?. . .

* Vuelve conmigo Anna. *

Lo escuchó decir.

Las pupilas antes negras de la itako, ahora desteñidas por la sorpresa. Anna se hundió en los recuerdos, perdiendo el habla por un momento. Ahora que sentía que por fin había superado el dolor de ser rechazada por el único hombre que había amado, la humillación y la tortura de vivir viéndolo todos los días.

¿Por qué le pedía estar con él otra vez?.

* ¿Por qué?. *

Alcanzó a preguntar la mujer, y si quería una respuesta, la obtuvo, aun cuando esta terminó lastimándola. . .

* Porque te amo. *

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Tenía que darle una oportunidad a Yoh parea que estuviese con su Annita.

Hay una buena razón para que no hubiese sido el primero o "el segundo", aunque ya lo sabrán al final.

__Nada es lo que parece.__

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|| Capítulo 7 ||


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Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 7 ::.

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* No!. *

Le dijo así nada más, tan fría y seca, cortante cómo solo ella puede llegar a serlo.

* ¿Por qué?. *

* ¿Por qué?, ¿por qué?. ¿Cómo te atreves si quiera a preguntarlo?. Tu me botaste, Asakura, me hiciste a un lado y rompiste el compromiso sin siquiera consultar conmigo primero. *

Lo que empezó cómo un tranquilo reclamo, se convirtió en gritos.

Todas y cada una de las palabras de Anna le dolieron al castaño. Sí, sí, sí. . . él era consciente de que todo aquello era cierto, que él tenía toda la culpa, pero aun así. . .

* Por favor, Anna, déjame intentarlo; demostrarte lo mucho que te quiero *

La itako lo miró furiosa.

““Demostrarme que me quiere, ¿él?, ahora?. . . que estúpido !!.""

Pensó la rubia, mientras caminaba hacia la puerta, dispuesta a salir de ahí.

Más los fuertes brazos del shaman la rodearon sorpresivamente por la cintura, formando una suave prisión. Y sintió su cálido aliento contra su cuello, susurrándole palabras de amor.

Se estremeció sin querer; algo en ella la hacía desear a ese hombre. Recuerdos de tantas cosas que pasaron juntos. Y no pudo evitar recordar lo mucho que lo amó.

Con suavidad, Yoh la hizo girarse para mirarla a los ojos.

Sus hermosos ojos negros reflejando tantas cosas: temor, inseguridad, tristeza y hasta dolor. . . Yoh no pudo más; acariciando las blancas mejillas de la itako, acercó su rostro y la besó. . .

Anna jadeó al sentir los labios del shaman, se estaría engañando a sí misma si dijese que esto no le gustaba, así que simplemente cerró los ojos y se dejó llevar. . . preguntándose por qué siempre se sentía indefensa ante el hombre que alguna vez fue su prometido.

Lentamente, Asakura desnudó a la rubia, prenda por prenda hasta complacer a sus propios ojos con la perfecta imagen que ante él se mostraba. El cuerpo de Anna era simplemente divino, así lo veía él.

La contempló por interminables minutos, haciendo sonrojar a la itako, seguro de que ningún hombre la había mirado de esa forma tan dulce y embelesada.

Ella giró el rostro, evitando los atentos ojos del castaño.

Esto le resultaba tan extraño y lo fue aun más al sentir los brazos del moreno, rodeándola con increíble suavidad, cómo temiendo que fuese a romperla.

Y sintió sus tibias manos acariciándola, primero con lentitud y delicadeza, más tarde con ansiosa pasión.

* Te necesito, Anna. *

Lo escuchó decir al tiempo en que la sostuvo entre sus brazos y la llevó hasta le futon, recostándola con suma delicadeza.

Yoh no se cansaba de mirar los negros ojos de la sacerdotisa; una caricia a una de sus suaves mejillas y las manos del shaman que se aventuraron por el frágil cuerpo de Kyouyama, delineando las curvas; la pasión y el deseo dominaban al castaño.

* ¡Qué bella eres, Anna!. *

Quería recorrer el blanco de esa piel que tanto lo atraía, con sus labios hasta desgastarlos, con sus manos hasta entumecerse.

Yoh la besó dejando que su lengua penetrara en la boca de la itako, explorando, jugueteando.

* Aahhh, espera, Y-Yoh, por fa. . . *

Pero Asakura profundizó el beso. ¿Esperar?, no podría, ya no podría el estar sin su querida Annita, ya no, ya no más. . .

Así, el shaman deslizó sus apasionados labios por el cuello de la joven, tatuando incontables besos, succionando y marcando la piel.

* Te amo, te amo. *

No paraba de decirle el muchacho; susurros que llegaron al corazón de la sacerdotisa, invitándola a dejarse llevar mientras las manos del chico acariciaban sus suaves pechos, amasándolos y oprimiendo circularmente los sonrosados pezones que ya duros delataban la excitación en el cuerpo de la bella mujer.

* ¿Puedo?. *

Anna no entendió a que se refería el chico con esa pregunta, hasta que miró, primero sorprendida y luego extasiada, cómo su ex-prometido se aventuraba a besar sus pechos, tranquilo al principio, atrevido y ansioso conforme pasaron los minutos, pues terminó lamiendo uno de sus senos, para luego succionar y beber de su pezón, maravillado con la perfección de estos.

* Oh, Yoh!!. . . *

Anna arqueó la espalda.

Eso era tan hermoso, a pesar de todo, el shaman la trataba con tanta suavidad.

Y hubiese podido mantenerse así durante toda la noche, pero Asakura necesitaba a la mujer entre sus brazos, no podía parar hasta demostrarle lo mucho que la necesitaba. . . lo mucho que la amaba.

Yoh trazó un delicado camino de suaves besos por el cuerpo de la joven, abandonando la redondez de los senos, perdiéndose en la curva de su cintura, bajando por el vientre y terminando entre las piernas de la itako.

El castaño hundió su lengua en la cálida intimidad de la joven, degustando su sabor a mujer y complacido con los entrecortados gemidos que la chica le regalaba.

Anna cerró los ojos, retorciéndose de gozo ante la sensación que el moreno provocaba en ella.

* Yoh, ya deten. . . detente !. . . *

Más el shaman, lejos de hacer caso a las suplicas de la sacerdotisa, siguió devorando la intimidad de la mujer, lamiendo y separando los pliegues o simplemente aprisionando el pequeño clítoris entre sus labios, succionando con fuerza.

* Aahhh, Y-Yoohhh. . . *

La itako abrió los ojos, un choque eléctrico nació de su sexo, expandiéndose a todo su cuerpo, haciéndola temblar de placer.

Fue maravilloso y también un verdadero milagro si los demás huéspedes de la pensión no los habían escuchado ya.

El shaman buscó los labios de Anna, regalándole un poco del sabor de ella misma.

* Yoh, ya no. . . *

* Te amo, te amo. . . te amo. *

El castaño la calló nuevamente con esas palabras, mientras simplemente se posaba entre las piernas de la itako y se movía ligeramente, haciendo leve fricción entre sus sexos.

Anna suspiraba agradada; ¿para qué negarlo?, le gustaba lo que estaba sintiendo.

Así, el Shaman King presionó ligeramente, hundiendo la punta de su duro pene en la vagina de la sacerdotisa.

Jadearon al sentirse mutuamente.

““Kami, esto es maravilloso.""

Pensaba el moreno mientras movía sus caderas con suave paciencia hasta hundirse por completo en el sexo de su amada.

* Oh, Yoh, Yoh!. . . *

Anna se abrazó a su nuevo amante, enterrando las uñas en el ancha espalda de Asakura.

Esto era maravilloso, simplemente hermoso, y tan distinto a lo que sintió en brazos del shaman de fuego. Vaya que eran diferentes. Hao era posesivo, fuerte, apasionado y hasta brusco y salvaje, mientras que Yoh la llenaba de suaves caricias, besos cargados de ternura y un sin fin de palabras de amor mientras mecía sus caderas con increíble delicadeza.

En brazos de Hao, Anna se sentía como un objeto de deseo tremendo que ni siquiera el shaman más poderoso de la tierra podía resistir, pero con Yoh se sentía una mujer especial, importante para este hombre. . . se sentía amada.

Le gustaba estar así con el menor de los gemelos; fue algo que deseó por tanto tiempo. . .

““Si tan solo lo hubiésemos hecho mucho antes, quizás. . .""

Los pensamientos de la rubia, la hicieron recordar que ya nada era igual. Hacer el amor con él, solo le estaba demostrando que ya nada podía volver a ser cómo antes.

Ella se hubiese detenido, más el vaivén de las caderas de su amante se volvió más rápido, profundo y fuerte, haciéndola gemir de gozo.

La oscuridad de la habitación, la fresca brisa de la noche que se filtraba por la ventana y abrazaba sus cuerpos desnudos, el hermoso sonido de los gemidos de cada uno llenando la alcoba. . . Kami, era maravilloso.

Y Anna terminó rendida a las deliciosas y placenteras embestidas del moreno.

Enterrando su pene, disfrutando de la estreches de su amada.

Y después de haber perdido la cuenta de los minutos y los suspiros por este hombre, la vagina de Anna se contrajo con fuerza, regalándole el orgasmo más hermoso de su vida.

Se aferró al shaman, jadeante y exhausta, escuchando cómo este le decía que la amaba una y otra vez, aun moviéndose dentro de ella hasta que el placer del éxtasis lo venció y terminó por salir de la itako tan solo para derramar un líquido caliente sobre las ya mojadas sábanas.

Tiernos besos, suaves caricias y palabras de amor inundaron la habitación, pero eran solo por parte de Yoh. Kyouyama le daba la espalda, reprochándose por haber llegado tan lejos con su ex-prometido.

““Debimos hacer esto mucho antes.""

Pensaba, antes de levantarse y apresurarse a cubrir su blanca piel.

* No te vayas, Annita, por favor. . . *

Le rogó el moreno, abrazándola por la cintura.

La hizo girarse y la besó nuevamente, esperando fuese suficiente para convencerla, más la rubia dejó escapar un sutil sollozo.

Yoh la miró sorprendido, ella lloraba, su Annita estaba llorando por su culpa.

* Lo siento, Yoh, yo no puedo, ya no puedo más. . . *

Anna no pudo decir más y terminó por salir de la habitación.

El Shaman King alcanzó a escuchar los sollozos. Le dolía ver los negros ojos de la mujer derramando el agua salada. Confundido y lleno de tristeza, se dejó caer sobre el piso, preguntándose por qué el pecho le dolía tanto.

Y si lo que había hecho estuvo bien o si una vez más había cometido un error para el cual arrepentirse toda su vida.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Lo siento, Yoh T-T, pero tu terminaste con ella, así que. . . dudo hacer que se reconcilien.

Menos mal que hay más chicos en la pensión ^//^.

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

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|| Capítulo 8 ||


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Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 8 ::.

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““Por lo menos me obedeció esta vez.""

Pensaba la rubia itako al comprobar a simple vista que no había un solo hombre en la pensión.

Claro, si apenas el día anterior le exigió a Yoh deshacerse de su montón de amigotes, incluido Hao.

* Por fin tendré un día de total tranquilidad. *

Decía la itako en un monologo personal a causa de la soledad y la quietud.

No más gritos, ni estúpidas peleas por las comidas o por quien era el más fuerte, por la televisión, las termas. . . ¡todo!.

Anna sinceramente estaba harta de todo aquello, se sentía sofocada, atrapada en una rutina que no deseaba para su vida. Y hablando de querer, sin saber realmente que era lo que quería a futuro.

Un suspiro escapó de los labios de la linda chica mientras entraba a la sala y se encontraba con. . .

* Puñado de shamanes buenos para nada, cuando regresen los voy a matar. *

Fue un grito que resonó en toda la pensión.

La sacerdotisa estaba furiosa ante el desastre que sus ojos veían. ¿A caso creían que ella era su sirvienta particular?.

* Pero esto se acabó, los torturaré uno a uno hasta dejarlos medio muertos. *

Cómo si no tuviese suficiente con el extraño comportamiento que casi todos tenían hacia ella, desde el holgazán de Yoh y el estúpido de su hermano, hasta el chocolatito. Su mirada, su comportamiento. Anna no iba a estar tranquila hasta echarlos a todos a la calle.

Y justo estaba a la mitad de una perfecta idea de castigo que implicaba pedirle prestados unos cuantos instrumentos de tortura a Jeanne, cuando escuchó una voz a sus espaldas. . .

* ¿Por qué tanto escandalo, muchachos?, no dejan dormir y. . . ¡ay, la bruja!. *

La rubia alzaba su ceja derecha en lo que parecía ser un tic nervioso, mientras veía cómo Horo Horo se hacía bolita en un rincón y temblaba incontrolable.

Ese baka tenía toda la facha de haberse emborrachado hasta bien entrada la noche.

Kyouyama comenzó a reír malévolamente, pues ya tenía un conejillo de indias, ya tenía con quien desquitarse en especial por lo de. . .

* ¿Cómo me llamaste?. *

* A-Annita, yo, yo, verás. . . *

El joven se había acercado a la bella mujer, desesperado por hallar una forma de escapar del problema en que su bocota lo había metido.

Y justo frente a él, una larga lista de actividades que la chica le entregaba. Lavar la ropa, limpiar la casa, preparar la cena, eran solo unas de las tantas cosas que el peliazul debía hacer por su osadía. . .

* P-pero me llevará todo el día y. . . *

* ¡No me importa!. Estaré en mi habitación, me duele la cabeza así que no quiero escuchar un solo ruido, ¿entiendes, Horokeu?.*

* Pero, Anna, es imposible que. . . *

El shaman de hielo intentaba defenderse, más la joven rubia ya iba escaleras arriba, directo a su habitación.

Entonces, algo en la cabeza del muchacho pareció reaccionar. . .

* ¿Cómo es que sabe mi verdadero nombre?. *

~*~

~*~

~*~

Cuando se fastidió de estar recostada, Anna miraba el atardecer desde el balcón, sentada sobre el piso de madera.

Sentía que algo le faltaba, lo sentía desde la noche que pasó con su ex-prometido. . . no, esto venía de tiempo atrás, pero no quiso darse cuenta.

La rubia bajó levemente la mirada, permitiendo que algunos mechones dorados ocultasen el inusual brillo que habían adquirido sus ojos.

Necesidad, eso reflejaban.

Quizá si hubiese seguido divagando un poco más en sus pensamientos, se hubiese dado cuenta de qué era lo que le faltaba, pero. . .

* Voy a entrar. *

Escuchó una voz de tras de la puerta y de inmediato esta se deslizó, permitiéndole la entrada al muchacho peliazul.

* ¿Cómo te atreves a entrar a mi alcoba sin siquiera pedir permiso?. Largo!!. *

Más el shaman simplemente la ignoró. Sin detenerse se sentó junto a ella, mirándola con seriedad.

* ¿No me oíste?, fuera de. . . *

* Kore. *

El ainu la interrumpió, entregándole una taza de té.

* ¿Qué es esto?. *

* Te ayudará con el dolor de cabeza. *

Anna lo miraba entre curiosa e incrédula, ligeramente sorprendida.

Eso había sido en la mañana, ¿por qué se lo estaba dando hasta ahora?.

* Hasta hace un rato terminé con los quehaceres, así que. . . * _El peliazul se llevó la mano a la cabeza, hablaba cómo si adivinara los pensamientos de la rubia mujer._ * Qué?, ¿no lo quieres?. *

Una sutil sonrisa adornó el lindo rostro de la joven, quien aceptó la taza.

El shaman fue recorrido por un escalofrío al rozar ligeramente sus dedos con los suaves de la itako; tenue rojo en sus mejillas sin que él se diese cuenta.

Anna miraba el líquido en la taza. Tantos hombres en la pensión y solo uno, el último que hubiese imaginado, tuvo un pequeño detalle con ella.

* A-Anna. * _Le habló el ainú una vez que fue capaz de armar palabras nuevamente. _ * ¿Cómo es que sabes cual es mi verdadero nombre?. *

* No lo sé, creo que lo escuché en una conversación entre Yoh y Manta. *

La chica bebió un poco de su te, comprobando que el sabor era mejor de lo que esperaba.

* ¿No te lo dijo Yoh?. *

La itako se quedó pensativa. Ese holgazán siempre olvidaba consultar con ella las cosas importantes, mucho menos iba a hablarle de simplezas cómo aquella.

* Nuestro compromiso por ejemplo, él lo anuló sin pedir siquiera mi opinión. *

Kyouyama alzó la mirada, intentando mostrar una sonrisa, aparentando que no le importaba, más al levantar el rostro, se encontró con el atractivo rostro del shaman de hielo a escasos centímetros del suyo.

Podía sentir su cálido aliento acariciándole la cara.

Sin saber por qué, el corazón del shaman comenzó a latir agitado.

La veía tan linda, tan tranquila. Y por primera vez fue consciente de la tremenda belleza de la mujer. Sus labios, sus dorados cabellos brillando con el sol poniente, le pareció estar frente a una diosa y toda ella le parecía irresistible.

Y ninguno de los dos fue capaz de alejarse, sino todo lo contrario, se acercaron un poco más, acortando la poca distancia que los separaba.

Un leve roce entre sus labios, un beso que apenas pudieron sentir pero que los hizo estremecer y luego. . .

Fuertes voces, todas masculinas se escucharon; los demás habían llegado y Horo Horo precipitó su puño contra el piso, frustrado por la interrupción.

* Maldición. *

Fue lo único que salió de sus labios antes de ponerse de pie y salir de la habitación, dejando a la chica sorprendida y agitada.

~*~

~*~

~*~

* Ja,ja,ja, entonces Annita se desquitó contigo. *

Reunidos alrededor de la mesa, justo a la hora de la cena, Yoh se burlaba por la suerte de su amigo. Pero el peliazul parecía distante y solo era capaz de responder con monosílabos.

Luchaba contra sus ojos, que necios, querían posarse sobre la rubia mujer, callada, indiferente.

Más solo fue capaz de alzar la mirada, cuando ella se puso de pie, dispuesta a retirarse no sin antes dejar bien claro que no quería ver todo tirado por la mañana.

* Sí, jefa. *

Aquellas palabras resonaron cómo coro, debido a las voces de todos los muchachos excepto la del shaman de hielo, quien seguía con la mirada la delgada figura de la mujer.

Las palabras eran acompañadas por el sake, y eso lo hubiese disfrutado el peliazul de no ser porque su mente estaba en otro lado, pensando solo en ella, en la bella mujer que era Anna Kyouyama.

Entonces no pudo más, se despidió de sus amigos, diciendo que estaba cansado por los quehaceres que la itako le obligó a hacer y que prefería dormir.

Subió las escaleras, pero la habitación que él ocupaba nunca fue su destino, sino aquella con la puerta ligeramente entreabierta, donde al entrar, vio a la chica, de pie justo en medio de la habitación; sus rubios cabellos ondeándose con sensualidad, movidos por la suave brisa que entraba por el balcón.

* Te estaba esperando. * _La escuchó decir._ * Deseaba que fueses tu quien entrase por esa puerta, pero no sabía si realmente vendrías. *

Era la segunda vez que Horo entraba sin permiso a esta recamara, pero esta vez a la itako no pareció molestarle.

Y sin decir una sola palabra, sin explicaciones, sin razones o un porque, Horo Horo se acercó a la chica.

Bastó con perderse en el mar negro de sus hermosos ojos para atreverse a estrecharla entre sus brazos. . . y besarla con toda la pasión que solo una mujer cómo Anna Kyouyama puede inspirar.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Ya me había tardado en hablar de estos dos. . . juntos. Hay una muy buena razón para ello, misma que será develada más adelante.

Por cierto, quise ser un poco más divertida esta vez y por ello incluí un par de frases, pero no sé si habré logrado resultar graciosa 0x0 .

__Nada es lo que parece.__

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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|| Capítulo 9 ||


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3 years ago

Una para todos _C9_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 9 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Se estaban devorando a besos, sí. . . esa era la expresión, pues se besaban de forma desesperadamente apasionada, cómo si tuviesen miedo a detenerse a pensar en lo que estaban haciendo.

Pero no pensaban, oh no, Horo Horo solo era consciente de que entre sus brazos tenía a la mujer más hermosa que sus ojos hayan podido ver. Fría, delicada, diabólica, pero sexy e irresistiblemente bella. . . única.

No se iba a detener, por supuesto que no, solo quería estar con ella, saciarse con esa figura tan adorable y perderse entre la suavidad de su piel y sus curvas.

En ese momento el shaman de hielo se dio cuenta de que todas estas emociones no eran mero resultado del calor del momento, sino que habían permanecido enterrados desde que supo que ella estaba comprometida.

““Cómo hubiese querido que si fueses la hermana de Yoh.""

Pensaba el muchacho, recordando la primera impresión que tuvo al ver a la itako.

Y aunque Anna solo suspiraba agradada con las caricias que el peliazul ejercía sobre su cuerpo, ella si estaba pensado en detenerse. ¿No habían sido ya suficientes amantes para una semana?.

Pero Horo Horo la tomó entre sus brazos, llevándola hasta el futon, donde la recostó con suavidad.

* En verdad que eres bella !. *

Le dijo él mientras se dedicaba simplemente a contemplar el lindo rostro de la rubia mujer.

Esos negros ojos suyos tenían un extraño y fuerte magnetismo sobre él; el rojo en sus mejillas parecía exagerado sobre su blanca e inmaculada piel. Su pecho subía y bajaba con agitación y su boquita entreabierta lo invitaba a probarla.

El shaman, no pudo resistirse y dejó que sus labios se uniesen a los de ella con cortos y pausados besos.

Entrelazaron sus manos, entre los besos, el shaman de hielo le susurraba lo mucho que la deseaba. Así enredó sus manos en los dorados cabellos de la chica mientras, aun con ropa, se acomodaba entre las piernas de la sacerdotisa.

* Ahh, Horokeu !!. *

Anna arqueó la espalda. Él no debió hacer eso pues la fricción que ejercía entre sus sexos aun con la molesta ropa, era tal que la itako tuvo que morderse el labio inferior para soportar el delicioso placer que de pronto la recorría.

Ese pervertido no hacía otra cosa sino masturbarse y masturbarla a ella con esos movimientos.

* Me estás volviendo loca. *

Le susurró ella al oído, cuando vencida por el placer, se aferró al hombre que sería su amante esta noche.

Y el shaman de hielo no supo que fue lo que lo desesperó más, los dulces gemidos que Anna soltaba cerca de su oído, su cálida piel o los besos que parecían no tener fin.

Horo se separó ligeramente y sus manos ansiosas se deshicieron de la yukata de su compañera, ante él, la imagen de la perfecta y delicada desnudez de la chica lo había dejado maravillado.

Kami, ¿en verdad sería suya?, porque le parecía imposible que una mujer con la belleza de una diosa estuviese a punto de entregarse a él.

Así, sin apartar la mirada de la figura femenina, el peliazul se desnudó con prisa exagerada. Callado y atento a la mujer bajo su cuerpo, dejó a sus manos recorrer cada curva de Kyouyama, palpando sus redondos y firmes senos.

* Ho-Horo Horo. *

Las mejillas de la itako se tiñeron de rojo al ser objeto de la penetrante mirada del shaman, quien oprimía con más fuerza y confianza sus atributos de mujer.

““¿Es él realmente?.""

Se preguntó la joven de ojos negros, mirando con atención a su amante.

Qué distinto era él en este momento. Es cuidadoso cómo Yoh, pero sus ojos bañados en lujuria le recordaban a Hao. Anna simplemente no podía evitar comparar al peliazul con sus amantes pasados.

Veía a ese hombre y se preguntaba si no estaba equivocada o ciega de placer, pues el shaman de hielo le parecía la combinación perfecta entre Hao e Yoh.

* Eso ahora no importa. *

Susurró la itako, entregándose a Horokeu en un beso.

Era Usui quien la acariciaba de forma sublime, era él quien tatuaba con besos su blanca piel y la quemaba dulcemente con sus labios.

Y era Horo Horo quien se posaba entre las piernas de la itako, deslizando su ya duro pene a través de los pliegues vaginales, estimulando a su compañera, al tiempo en que su boca había aprisionado el seno izquierdo de la joven, lamiéndolo tranquilo, succionando con frenesí.

* Horo, ya. . . *

El muchacho sonrió triunfador al escuchar la suplicante voz de la sacerdotisa.

Desesperado, se sentó sobre el futon, acomodando a Anna sobre sus caderas mientras se aferraba su pequeña cintura.

* Qué?, ¿no me digas que es todo lo que tienes para mi?. *

El shaman le habló travieso; su mirada brillando de impaciencia.

* ¿Te estás burlando de mi?. *

Indignada, la rubia se sacudió molesta, tratando de zafarse del abrazo del peliazul, más este la sostuvo con fuerza, impidiéndole siquiera moverse.

Dejándola inmóvil mientras él seguí con su delicioso jueguito, incitando a la joven con la punta de su pene, el cual frotaba, separando los pliegues vaginales.

* Hazlo!!. *

La voz jadeante de la itako se escapó en un susurro, acompañada por su fuerte respiración y sus ojos opacos de lujuria y deseo.

Bastó mirarla para que Usui presionara suavemente, penetrando por fin a la mujer. Ambos gimieron profundamente al sentirse de aquella manera. Pronto comenzaron a mecer sus caderas en un vaivén tranquilo que los llenó de gozo.

Horo entendía que esta no era la primera vez de la itako con un hombre.

““No es que me moleste, seguro que ella e Yoh, estando comprometidos, hicieron el amor alguna vez. . . es solo que. . . me hubiese gustado mucho ser el primero.""

Pensaba el shaman, completamente embelesado con la bella imagen de Anna, desnuda entre sus brazos, subiendo y bajando las caderas al ritmo que él mismo le imponía.

Y ver cómo sus redondos pechos se bamboleaban con cada embestida que le propinaba, lo llevo a inclinarse y llenar de besos sus bellos y firmes senos. El sudor que bañaba su delicado cuerpo, la hacía brillar bajo la luz de la curiosa luna que entraba por el balcón. Su cuerpo perlado. . . toda ella parecía irreal.

Entonces Horo Horo se aferró a ella, penetrándola cada vez con más fuerza. Se negaba a soltarla, no quería y sentía que ella y su adorable cuerpo eran una droga maravillosa que no podrí dejar jamás ahora que la había probado.

* Me encantas !. *

Le susurró él al oído para luego deslizar sus labios por el cuello de la joven, mordiendo con tremenda pasión.

* ¿En serio?. *

Anna sonrió agradada.

¿A qué mujer no le gusta que le digan que es hermosa?. Más la rubia compartía las emociones del shaman de hielo, descubriendo que le gustaba mucho sentirse atrapada bajo el musculoso cuerpo del muchacho.

Y la fuerza con que golpeaba sus caderas contra las propias la estaba llenando de un exquisito gozo, cómo nunca antes lo había sentido.

Kyouyama arqueó la espalda, liberando un sutil gemido; el duro pene de Horo Horo se deslizaba deliciosamente dentro suyo y era grande en verdad, haciéndola sentir completamente llena.

* Oh, Horokeu !. . . *

El nombre del peliazul se escapó de la dulce boca de la itako, sorprendida pero agradada al sentir cómo su amante apretaba la carne bajo su espalda mientras ella misma rasguñaba el ancha espalda del ainu.

Hubiesen seguido con aquellos pequeños juegos, prolongando su placer, más el roce entre sus sexos se tornó fuerte e insoportable.

Así, mientras movían desesperadamente sus caderas, se entregaron al éxtasis, compartiendo el orgasmo que los recorrió al mismo tiempo.

Horokeu no pudo contener las tremendas ganas de derramar su semen en la intimidad de su compañera. Jadeos y suspiros inundaban la habitación mientras risas lejanas se escuchaban en la planta baja de la pensión.

Largos y tranquilos esos compartía la pareja, sin intenciones de separarse. De hecho, Horo Horo seguía dentro de la joven, moviéndose suavemente, provocando un pequeño placer en ambos.

Entonces, aun abrazados, se miraron a los ojos y sonrieron con ironía, con alegría y satisfacción. Quizá les parecía gracioso el haber estado juntos, irónico, quizás.

* ¿Alguna vez pensaste que tu y yo?. . . *

* No, ni en pesadillas. *

* Baka !!. *

Ambos rieron nuevamente. ¿Esto era lo que un hombre y una mujer debían compartir después de hacer el amor?, ¿pláticas y risas?.

Anna no había tenido nada parecido con sus pasados compañeros de cama, pero ahora se sentía muy bien, tranquila, satisfecha y con deseos de seguir amándose con el shaman de hielo.

““El deseo y la lujuria se esfumaron apenas obtuve el orgasmo con ellos. . . ¿por qué no siento lo mismo ahora?.""

Se preguntaba la sacerdotisa, confundida al descubrir que necesitaba a ese hombre.

* No quiero irme. *

* Yo no quiero que te vayas. *

Anna buscó los labios del shaman, entregándose a él en un beso.

Ahora que lo pensaba, esta era la primera vez que un hombre se metía en su cama. Nunca fue en su habitación con los demás.

* ¿Lo hacemos otra vez?. *

* Onegai !!. *

Kyouyama rio complacida.

¿Qué tenía este hombre de especial que la hacía sentir tan feliz?.

* ¡ Idiota !. *

Y siguieron amándose sin importarles nada más.

Podía haber muchas personas en la pensión, más fue la luna el único testigo de la pequeña travesura de dos jóvenes que se fundían en uno, desbordando emociones y sentimientos.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por supuesto tenía que llenar este capítulo de insinuaciones de que hay algo más.

Ya saben, adoro HHxA y está entre mis planes que sea la pareja principal.

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 10 ||


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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 10 ::.

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* Ho-Horo, ya basta, detente mmm. . . *

Anna ya no sabía si sus palabras eran una orden o una simple suplica, esa que el shaman de y hielo por supuesto que se negó a complacer.

Con pasión inextinguible, las manos del peliazul acariciaban los senos de la rubia, o le rodeaba la cintura, pegándola completamente a su cuerpo.

* Si lo sabe dios que lo sepa el mundo. *

* ¿Saber qué?. *

* Que eres mía !. *

Los amantes hablaban entre besos, más las últimas palabras del muchacho molestaron a la rubia, quien se separó de él, negándole sus besos y de paso le pellizcó las mejillas con fuerza.

* Ay, ay. . . Annita, me duele. *

* De eso se trata, idiota, dame una sola prueba de que te pertenezco. ¿Qué tienes?, papeles?, títulos?.*

Horokeu se soltó de la tortura que la bella chica le infringía y tomó una de las suaves manos de la joven entre las suyas, llevándola hasta su pecho.

* ¿Qué?. *

* Mi corazón late con fuerza y es por ti, Anna. *

La joven guardó silencio, sus mejillas totalmente teñidas de rojo.

Entonces Usui guio su mano al pecho de Anna, palpando con suavidad.

* Y sé que en tu corazón pasa lo mismo. *

Y sin más un nuevo beso surgió entre los amantes, mientras ella se aferraba al muchacho hasta casi colgarse de su cuello. La itako se preguntaba en qué momento permitió que el shaman de hielo llegase tan lejos.

Después de su primera vez, no había noche en que no compartiesen la cama, aunque no siempre hacían el amor. A veces simplemente dormían abrazados.

Toda una semana y Kyouyama sabía que ya no podría volver atrás. ¿Pero por qué no pasó así con sus otros amantes?. No, de ellos solo tenía el recuerdo de una sola noche, en cambio con Horo Horo. . . no podía evitar estos encuentros clandestinos ni las pequeñas travesuras que compartían, cómo esta.

* Me encantas, Anna. Eres tan altamente adictiva y te necesito ya. *

Le decía el shaman y siempre que lo hacía terminaban con los cuerpos entrelazados y las sábanas enredadas entre sus piernas. Pero los demás no tardarían en llegar y la rubia no quería que se enterasen.

No, aun no, no quería dar explicaciones, no quería preguntas, ni reproches, por eso su romance con el ainu era el secreto más preciado de su vida, sin embargo, ambos se preguntaban: ¿por cuánto tiempo podrían seguir así?, pues era muy difícil soportar hasta el anochecer para estar juntos.

A veces solo necesitaban un simple y sencillo beso, fugaz cuando menos, pero con todo el equipo en la pensión, pues. . .

* Anna, te amo !. *

Le susurró él al oído, mientras clavaba la mirada en sus hermosos ojos negros; la sinceridad y la desesperación acompañando sus palabras.

Horo Horo ya no podía más, quería a esa maravillosa mujer, la quería para él, solo para él. Quería gritarle al mundo que estaba enamorado de Anna Kyouyama. . . y ella de él. Porque a pesar de que la misma itako no se lo había dicho, él estaba seguro de ello.

* Escapemos juntos. *

Le proponía el ainu, mientras le dedicaba una picara sonrisa.

* ¿Estás loco?, no es para tanto. *

* ¿Entonces?. *

Anna curveó las cejas, preocupada. No es que buscase la aprobación de los demás, jamás la tuvo y nunca la tendrá, es solo que. . .

* ¿O es qué acaso tu no me quieres cómo yo a ti?. *

La voz del shaman sonó seria, aguardando la respuesta de la mujer.

* Baka, sabes que te quiero, pero yo. . . *

Anna fue callada por los posesivos y desesperados labios del peliazul, quien había decidido que ya había sido suficiente platica.

Así, tomó entre sus brazos a la joven, dispuesto a terminar esto en su habitación, más apenas pudo dar unos cuantos pasos cuando escuchó la puerta principal al abrirse y las voces de sus inoportunos amigos.

* Creo que tendremos que esperar. *

Le dijo ella, acariciando la mejilla del shaman.

* Maldición !!. *

Él, frustrado, no se preocupó por ocultar su mal humor.

* Annita, ¿no vas a comer?. *

Escucharon en la planta baja.

Tendrían que soportar otra reunión a comer. Anna que se desesperaba con la mirada de todos los hombres sobre ella y Horo Horo que ya se había percatado de esto, muriéndose de los celos y luchando contra el fuerte deseo de sacarle los ojos a todos.

Este era un día más con las manos atadas, un día más, fingiendo que entre él y Anna no había nada. . . nada.

~*~

~*~

~*~

Esto ya parecía parranda permanente pues cada noche los hombres se mantenían despiertos hasta altas horas, conversando, recordando. Incluso Hao, quien aun no comprendía por que simplemente no podía decirle "no" a su hermano menor.

Solo Anna podía librarse de todo aquello; con una fría mirada bastaba para que nadie insistiese en que los acompañase un rato más.

Y cómo todas las noches, desde hacía una semana, Horo Horo la alcanzaba en su habitación, después de unos minutos.

Se preguntaba si los demás no sospechaban ya que la misma rutina se repitiese noche a noche; lo cierto es que ya se le estaban agotando las escusas.

El peliazul deslizó la puerta antes y después de entrar, más en la oscuridad no pudo encontrar a la itako.

* Llegas cinco minutos tarde. *

Le dijo una voz a sus espaldas, tan inesperada que sinceramente lo tomó por sorpresa.

* Anna, me asustaste. *

* ¿Tan fea estoy?. *

* No digas tonterías, sabes que eres la más bella del mundo, no, del universo. *

La rubia curveó los labios. Ese hombre exageraba, aunque sabía muy bien cómo halagarla e hincharle el ego.

Sin perder más tiempo, Horo Horo la abrazó suavemente, buscó sus labios y comenzó a recorrer su adorable cuerpo, despojándola de sus ropas.

Tan solo conscientes el uno del otro, ajenos estaban a los ojos curiosos que los miraban desde la puerta entreabierta.

La persona sonrió, así que este era el preferido de la itako. Por fin había encontrado el punto débil de la reina de hielo, con esto, las cosas se ponían más interesantes de lo que ya habían estado hasta ahora.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No pude resistir a seguirme con más HHxA. Me gusta cómo se ven, no puedo evitarlo.

Creo que ya alargué mucho las cosas y ya es hora de dar fin a este fic, así que pretendo comenzar a develar detalles a partir del siguiente capítulo.

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 11 ||


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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 11 ::.

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* Necesito hablar con alguien. *

El shaman de hielo parpadeó un par de veces ante las palabras de su amigo chino. ¿Hablar?, con él?.

Ren desvió la mirada, levemente sonrojado. Bueno, no había mucho de donde escoger, entre el pésimo bromista de chocolate, el pervertido de Ryu y el inútil del peliazul, pues. . .

* ¿Qué, qué quisiste decir con eso?. *

Horo mostró su puño, no muy contento con las comparaciones del chico Tao.

* ¿Por qué no mejor hablas con Yoh?; con él te llevas de maravilla. *

Le decía el ainu mientras pretendía salir de la habitación, más Ren se lo impidió, posando su mano sobre el hombro de su amigo.

* Yoh. . . es la persona menos indicada para hablar de esto. *

* ¿Por qué?. *

La expresión del peliazul se tornó seria, pues la misma conversación se había tornado así: sería y delicada.

* Soy un maldito traidor, Horo Horo.*

* ¿De qué hablas?. *

Ren bajó la mirada al piso y guardó silencio.

* Estoy enamorado de Anna. *

* Qué?!!. *

* Lo que es peor, amigo, le he hecho el amor y no me arrepiento de ello. *

El shaman de hielo se quedó sin habla; sus pupilas desteñidas. Inmóvil, esas palabras lo habían tomado por sorpresa.

¿A caso Anna lo había traicionado?, tan solo había estado jugando con él?.

Usui sacudió fuertemente la cabeza; no, no podía ser, ella le había dicho que lo amaba y no solo con palabras, se lo decían sus besos, sus caricias, el calor de su piel cuando la rubia yacía entre sus brazos.

“”Ren debe estar bromeando, sí. . . eso es.""

Se decía a si mismo el peliazul, desesperadamente, tratando de creer que así eran las cosas, pero. . .

* ¿Qué voy a hacer?. . . la necesito. *

Horo apretó los puños al escuchar a su amigo; no le gustaba que hablase así sobre Anna, que pensara en ella, que la deseara. La itako es suya, solo suya. Y el shaman de hielo estaba lleno de ira al ver cómo el chino se hundía en sus problemas.

* ¿Por qué me dices todo esto?. *

Preguntó Horokeu con el semblante no solo serio, sino molesto. Ren notó esto, más creyó que el ainu estaba decepcionado por traicionar a un buen amigo cómo Yoh. . . ¡cuán equivocado estaba!.

* Es que ya no puedo más y yo. . . * _Tao cerró los ojos cómo arrepintiéndose de seguir hablando._ * Anoche hablé con Anna, le dije cómo me sentía, pero. . . *

* Pero?. *

* Me dijo que hablara de esto con un buen amigo y no entiendo por que, te propuso a ti. *

* Maldición!!. *

Gritó furioso el ainu.

Se puso de pie, dejando al chino más que confundido con su actitud. Ren entendía que Usui estuviese molesto, pero no era para tanto.

Horo Horo salió de la habitación, apresurado, lleno de furia. . . necesitaba hablar con ella, aclarar las cosas. Por que todo esto debía tener una explicación, ¿verdad?. . . ¿verdad?!.

* Anna !!. *

Gritó el muchacho, buscándola por toda la pensión.

* ¿Qué te pasa, Horo Horo?, por qué gritas?. *

Preguntaba Ryu, quien se había topado con el molesto shaman, más este último lo ignoró y lo pasó de largo, buscando a la itako de ojos negros.

Así, Horokeu bajó hasta la estancia. . . lo que ahí encontró no fue algo que esperase: Lyserg y Chocolove riñendo al borde de los golpes, la razón. . .

* Este bromista de bajo nivel dice que Anna ha estado con él. * _Decía el peliverde, apretando los dientes mientras sujetaba por la camisa a su amigo._ * Y Anna es mía, ¿entiendes, chocolatito?. *

Los ojos de Horo se tornaron totalmente blancos. Las palabras de Lyserg no solo lo molestaban, también lo habían herido. No, no, esto debía ser una broma. . .

“”Los muchachos deben haberse dado cuenta de mi relación con Anna y me están gastando esta broma tan pesada.""

Pensaba el joven de azulados cabellos, aferrándose a aquella idea, esperanzado a no equivocarse.

Pero las cosas empeoraron cuando el mismo Ren se metió en la pelea, gritando que Anna Kyouyama era suya y de nadie más. . .

* Y no permitiré que hablen así sobre ella. *

* ¿Qué fue lo que dijiste?. *

De pronto todo fue silencio, los Asakura habían llegado y el menor de ellos, incrédulo ante la razón de la riña de sus amigos, se puso furioso.

* Repítelo, Tao !. *

El coraje se reflejaba en los ojos del menor de los gemelos, quien ya respiraba agitado, tratando de controlar la ira que le recorría las venas y le hacía hervir la sangre.

El chino cerró los ojos, ya no tenía ningún caso seguir ocultándolo. . .

* Ella y yo estamos juntos. *

* Que juntos ni que nada, ya te dije que al que Anna quiere es a mi. *

Le dijo Lyserg, mirando con ojos asesinos al chino.

* No, no, la güerita solo quiere a este negrito de chocolate. *

Todos voltearon a ver a Chocolove, incrédulos de sus palabras.

En ese instante, lo único en lo que los hombres coincidían era que la itako jamás se fijaría en el comediante de labios gruesos. Y si más de uno estaba mintiendo, el primero en la lista era Chocolove.

Yoh se acercó a sus amigos y tomando a Ren por el cuello de la camisa, le exigió que se retractara de sus palabras.

* Y eso también va para ustedes, Lyserg, Chocolove y cualquier otro que quiera propasarse con mi Annita. *

Todos miraron en silencio al Shaman King. . . era verdad, todos ahí lo habían traicionado.

Y Hao, quien se había mantenido al margen de todo, mostrándose indiferente, aunque por dentro solo pensaba en quemarlos vivos a todos, lenta, muy lentamente, ya se preparaba con una bola de fuego en su mano derecha, dispuesto a calcinar a su querido hermano, pues bien sabía que el era su único rival para adueñarse del amor de la sacerdotisa de ojos negros.

Y sinceramente, el shaman de fuego ya se estaba cansando de ser amable.

La tensión se tornó tan fuerte que ya todos los shamanes estaban a la defensiva, mostrando sus armas. Todo aquello era un caos y seguro se hubiese vuelto una masacre de no ser por la llegada de la rubia itako.

* ¿Qué demonios están haciendo ahora?. No quiero que entrenen dentro de la casa. *

Les dijo, mirándolos un tanto sorprendida.

Más al final le restó importancia a la inusual situación y prefirió dirigirse a su habitación, pero la voz de su ex-prometido la hizo detenerse en seco.

* Annita, diles. . . que nos reconciliamos y nos vamos a casar muy pronto. *

* ¿De qué estás hablando?. *

La mujer lo miró no solo confundida, sino molesta. Es cierto que habían pasado una noche juntos, pero ella nunca habló de una reconciliación, es más, creía que estaba claro que entre ellos dos no volvería a haber nada, después de la forma en que lo dejó esa noche.

* ¿Lo ves, baka?. Ella no quiere nada contigo porque está enamorada de mi. *

El corazón de Kyouyama se detuvo al escuchar las palabras del joven de ojos ámbar. ¿De dónde había sacado eso?, ella y él nunca. . .

* No, no, no, todos se equivocan, mi güerita y yo vamos a hacer chocolate con leche y. . . *

* Cállate, Chocolove. *

Gritaron todos al unísono mientras Anna ya buscaba algo con que golpear al chango bananero.

* No necesitamos tus mentiras vulgares, chocolatito. Que les quede claro a todos ustedes, que Anna me pertenece a mi. *

La rubia fijó su mirada en el inglés después de que este dijese semejantes palabras, luego miró atentamente a cada uno de los presentes y llegó a la conclusión de que. . .

* Todos ustedes están locos, borrachos o las dos cosas. Me voy a dormir. *

Y eso mismo hubiese hecho de no ser por que Yoh la sujetó del brazo, pidiéndole que dijera ante todos que ella ya era suya y de nadie más.

Con dichas palabras, el moreno solo logró el odio de l sacerdotisa y el rencor de sus amigos, incluyendo a su hermano.

* No te enseñaron lo que es la discreción, ¿verdad?. *

Susurró la mujer, más para ella que para el castaño, lo peor fue cuando el resto de los muchachos comenzó a discutir, diciéndose unos a otros que ya habían hecho el amor con Kyouyama.

Furiosa al ver la escena y cómo todos la trataban cómo un simple y hermoso trofeo, Anna invocó a Zenki y a Goki, los demonios que se hicieron cargo de noquear a Yoh, Ren, Chocolove y Lyserg.

* Ya basta, ¿me oyen?. * _Gritó la itako._ * No sé de qué demonios estaban hablando, yo no he estado con ninguno de ustedes. *

Anna respiraba agitada, no solo estaba molesta sino también confundida. ¿Qué demonios pasaba ahí?, ¿por qué afirmaban que ella había dormido con ellos?. . .

“”Si solo he estado con. . .""

* Es eso verdad?. * _De pronto la voz y la cercanía del shaman de hielo interrumpieron los pensamientos de la sacerdotisa._ *Dime, Anna... ¿con cuántos hombres te acostaste antes de yacer entre mis brazos?.*

Le dijo el ainu, provocando el silencio total entre los shamanes.

Ren se acercó a su amigo y posando la mano sobre su hombro, le preguntó si acaso no estaba bromeando, pero el peliazul agitó el hombro, alejando al chino de sí y tomando con brusquedad el brazo de la rubia.

* Dime. . . ¿o es qué acaso nos has engañado a todos y no eres la mujer honorable que dices ser, sino una simple ramera?. *

Todos escucharon sorprendidos las palabras del ainu. Y Anna lo miraba confundida, dolida con su actitud y la expresión de desconfianza que é le dedicaba.

¿Por qué le decía todas esas cosas?. ¿Acaso no se daba cuenta de que la estaba lastimando?.

Ambos guardaron silencio sin poder quitarse los ojos de encima y esperanzados a que todo esto no fuese más que un mal sueño. . . pero los segundos corrían y ellos no despertaban.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

¿Qué tal?, tengo la sensación de que exageré muchas cosas, igual traté de introducir un poco de humor, no sé si lo logré ¬¬' .

¿Ya se dieron cuenta de que aquí hay gato encerrado?.

__Nada es lo que parece.__

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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|| Capítulo 12 ||


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Una para todos _C12_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 12 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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* Contéstame!. *

Gritó el shaman de hielo al tiempo en que sujetaba fuerte y bruscamente a la itako.

* Suéltame, me lastimas. *

Le decía Kyouyama, apretando los dientes por la ira, pero en cambio, Horo Horo aplicó más fuerza a su agarre, completamente cegado por los celos.

Anna sollozó de dolor y justo en ese instante, el shaman de fuego sujetó el brazo del ainu, obligándolo a soltar a la joven y lanzándolo contra la pared sin el más mínimo esfuerzo.

* ¿Estás bien?. *

Preguntó Hao ante la atenta y sorprendida mirada de los demás.

* No necesito tu ayuda. *

Susurró la rubia, luchando contra las lagrimas que insistían en escapar de sus negros ojos, luego miró a cada uno de los hombres que decían haberle hecho el amor; la mayoría mentía, entonces, furiosa y humillada, gritó. . .

* No te necesito, ni a ti ni a ningún otro. *

La itako abandonó la estancia, subiendo apresurada las escaleras hasta encerrarse en su habitación.

* A-Anna, espera. . . todavía no terminamos con esto.*

Horo Horo se levantó con dificultad después del golpe que el amo de fuego le dio.

Y sin importarle nada más, ni siquiera reclamarle a Hao, fue detrás de la sacerdotisa. Necesitaba respuestas y las necesitaba ya.

En verdad quería saber si lo que tuvo con Anna era real o un simple juego por parte de ella.

Así, el peliazul subió a la planta alta y deslizó la puerta de la habitación que tantas veces había compartido con la rubia mujer, esas cuatro paredes que encerraban sus apasionadas entregas.

* Anna, no me has. . . *

* Lárgate !. *

La voz de Kyouyama, aunque fuerte, sonó quebrada. . . estaba llorando y Usui pudo comprobarlo al acercarse a ella y obligarla a mirarlo.

Una punzada lastimó su pecho al verla así, sabiendo que era él el culpable. Y no era para menos, las lágrimas de la chica eran de tristeza, de decepción y coraje, nunca imaginó que el ainu la trataría de esa manera, que le diría aquellas palabras tan hirientes y sin embargo, esto todavía no terminaba.

* Dime, Anna, ¿en verdad te acostaste con todos ellos?. *

* ¿Cómo puedes siquiera preguntármelo?, eres un imbécil. *

Y luego el silencio. Ambos jóvenes se miraron fijamente a los ojos, sin saber que más decir o si confiar el uno en el otro.

* Entonces todos ellos mienten, ¿verdad?. *

Preguntó el muchacho; una sonrisa suave formaban sus labios, esperando a escuchar una afirmativa, pero no fue así. . .

* Ie. . . no todos. *

Las pupilas del shaman se tornaron blancas por la sorpresa y la furia.

* Yoh y Hao. . . estuve con ellos unas noches antes que contigo, pero solo fue una vez, tu eres a quien yo. . . *

* Entonces es verdad, eres una. . . *

El peliazul interrumpió a la rubia, dispuesto a insultarla, más la itako no se lo permitió; furiosa, estampó su mano derecha en el rostro del shaman, dejándole sus dedos marcados.

Y a empujones lo sacó de su habitación mientras en un hilo de voz, le decía. . .

* ¡No sabes cuanto te odio!. *

Anna deslizó la puerta hasta azotarla, respiraba agitada, tratando de no llorar más, pero no pudo.

* No puedo creer que prefieras a ese imbécil. *

La rubia alzó la mirada. Hao había entrado a su alcoba, sabrá dios cómo, y la miraba con seriedad, más pudo percibir el aire de tristeza que embargaba a sus oscuros ojos.

* El estúpido de mi hermano y hasta el insoportable de Ren son mucho mejor opción que el perdedor que elegiste. Y de mi, ni se diga. *

La itako rio ligeramente, muy a su manera Asakura trataba de subirle el ánimo.

* Tu sí que me sorprendes. * _La escuchó decir._ * Todos presumían y hasta juraban que había dormido con ellos, pero tu, que fuiste el primero, no dijiste nada. ¿Por qué no te jactaste de ser el primero?. *

El shaman de fuego giró el rostro, una sonrisa tranquila le adornaba la cara.

* Aunque no lo creas, yo soy un caballero. * _Le dijo._ * Y cómo tal me falla la memoria, ¿sabes?. *

Anna le dedicó una sutil sonrisa. ¿Por qué los hombres que estaban allá abajo no eran cómo Hao?. Este hombre le había dicho las palabras indicadas, reconfortándola.

* Además. . . yo te amo. *

La sacerdotisa abrió sobremanera los ojos. No esperaba escuchar esas palabras en labios del shaman de fuego.

Triste y sin poder corresponder los sentimientos de Asakura, Kyouyama bajó la mirada, esperaba que Horo Horo le dijese esas palabras, pero en cambio la trató cómo una mujerzuela.

Y de Hao sinceramente jamás creyó o esperó semejante confesión.

*Anna, yo no soy una santo... ¿cómo podría juzgarte entonces?.*

La itako dejó que las lágrimas corrieran libremente por sus suaves mejillas. El oír al shaman la lastimaba, le dolía.

* Anna, si no te importa que sea así, yo. . . *

* Yo lo amo !. . . estoy enamorada del estúpido patán de Horokeu y, y yo no. . . *

Ella casi gritaba, queriendo desahogarse y librarse de todo su dolor, pero la voz se le quebró.

Hao simplemente no se pudo contener, para cuando se dio cuenta ya se hallaba con los brazos alrededor de la itako, protegiéndola, consolándola.

El moreno se desconocía a sí mismo, él no era así. ¿Dónde había quedado el sádico asesino?.

““Ese simplemente no existe cuando se trata de Anna.""

Pensaba Asakura, sonriendo mientras se estremecía al sentir cómo la rubia igual lo abrazaba, aunque fuese solo por buscar apoyo.

*¿Por qué las mujeres siempre escogen al hombre equivocado?.*

Preguntó Hao, a él, a Anna y quién quiera que los estuviese escuchando en ese momento.

Podía sentir dos presencias, la de Yoh y la de alguien más. . .

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Maldito peliazul ! T-T. Ni siquiera yo me creía capaz de narrar cómo Horo le dice tales palabras a la itako.

Después de eso debí hacer que Anna se quedara con Hao, y de hecho así iba a ser, pero, ya ven... me arrepentí ¬¬' .

__Nada es lo que parece.__

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

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|| Capítulo 13 ||


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Anime: Shaman King

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Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 13 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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Las cosas no andaban muy bien que digamos, de hecho estaban pésimas.

La pensión EN se había convertido en un infierno en el que la que más sufría era la rubia itako, aunque cada uno de los shamanes juraba y perjuraba que era el más afectado, que había sido engañado y traicionado por Anna.

Quizás de cierta forma tenían razón.

Hao brillaba por su ausencia, sinceramente no quería volver a su vida de asesino e iniciar una masacre con los otros shamanes. Yoh tenía el ánimo por los suelos; sus palabras se habían reducido a monosílabos y de su risita estúpida solo quedaba el recuerdo. En cuanto a los demás, si acaso abrían la boca, era solo para discutir.

Y Anna, ahh. . . ella se había encerrado y nadie la había vuelto a ver desde la gran discusión en que todos habían dicho que mantenían un romance con la sacerdotisa de dorados cabellos.

La mujer no había comido desde entonces, ya no le gritaba a medio mundo para que la dejasen en paz y eso era algo que comenzaba a preocupar al shaman de hielo, quien arrepentido, se desquitó contra el piso de madera, golpeándolo insistente con los puños para ver si así se le quitaba lo impulsivo y la mala costumbre de decir lo primero que se le venía a la mente, sin detenerse a pensar las cosas.

*¡Maldita sea!, ¿por qué tuve que abrir la boca y decirle esas cosas?.*

La insultó, la humilló, le dijo que era una. . .

El ainu volvió a precipitar su puño contra el suelo, con más fuerza que antes, sangrando.

Quería disculparse con Anna, pero cada vez que llamaba a su puerta, ella le gritaba que la dejase en paz. Horo Horo aun estaba molesto por la forma en que se enteró de que ella ya había estado con los gemelos Asakura antes que con él.

* Pero la quiero tanto, que lo único que deseo es que estemos juntos otra vez. *

Susurró para si el peliazul, además la rubia le había jurado que no tenía nada que ver con el resto de sus amigos.

Y él le creía. Lastima que estaba ciego de celos y no se lo pudo decir, en cambio le dijo cosas horribles. . .

* Soy un maldito imbécil !. *

Dicho esto, Usui estuvo a punto de reemplazar su puño por su cabeza e impactarla contra el piso. Más simplemente se recostó nuevamente en el futon, tratando de dormir.

Cerró los ojos, esperando que los malos recuerdos lo dejasen tranquilo al menos por un rato. Tan cansado estaba de pensar y pensar que no tardó en quedarse dormido. . .

Pero al cabo de un rato, un ruido cuyo volumen había venido aumentando, terminó por despertarlo. Eran risas, jadeos, gemidos, la cabeza del peliazul comenzó a trabajar a increíble velocidad, así que no tardó en armar locas ideas. Eran los celos que le hacían imaginar que Kyouyama le había mentido y que en ese instante estaba con alguno de sus amigos.

Horo Horo corrió a la habitación de la itako de donde precisamente provenían los sonidos que lo torturaban.

Deslizó cuidadosamente la puerta, ante él, una imagen que sinceramente nunca creyó posible. Ahí la bella rubia sin duda le regalaba su cuerpo a alguien que no era él, más no era otro hombre, eran dos. . .

Los gemelos Asakura aprisionaban a la sacerdotisa; cuatro manos iban y venían acariciando y besando con desesperación, aferrándose y apretando continuamente los firmes y redondos senos de la rubia.

En tanto un vaivén de caderas perfectamente sincronizado los envolvía en un profundo y loco placer al que no pretendían renunciar.

Hao abrazaba desde atrás a la itako y por lo que Horo pudo ver, el demonio de fuego le susurraba algo a la mujer, porque Anna sonreía, no sabía si de diversión o de burla, pero sonreía.

Y aunque Yoh estaba con ellos e igual gozaba de la chica, alojado en la vagina de su amada, era muy claro que el shaman de fuego era el preferido de Anna.

Y Horo Horo ahí de pie, contemplando la escena, muriéndose de celos y dolor, con fuerza apretaba las manos mientras escuchaba los sonoros gemidos de la que él amaba.

No podía creer que esa mujer en verdad era Anna Kyouyama, la honorable e intachable. No, la mujer que allí estaba, disfrutaba llena de lujuria y deseo, aprisionada entre sus dos amantes. Se movía con desesperación, buscando ser penetrada con fuerza y hasta el fondo de su ser.

Esa mujer estaba enloquecida por los dos penes que se incrustaban en su hermoso cuerpo, regalándole un gozo prohibido y atroz. Pero era feliz y llamaba ansiosa de más y más a sus dos hombres, quienes no paraban de entrar y salir de ella.

Esos tres estaban hundidos en la lujuria. Bueno, quizás era mejor así, después de todo Anna era de los Asakura, así que de cierta forma, esto...

Horokeu se mordió el labio inferior. Anna había comenzado a gritar, temblando entre los dos shamanes, sintió el orgasmo nacer de su sexo y sacudir su frágil cuerpo.

Gustosa, recibió el semen de ambos hermanos al mismo tiempo mientras gritaba sus nombres sin importarle nada más. Decía que esto era lo mejor, que lo amaba más que nada en el mundo.

Yoh y Hao eran maravillosos de por sí por separado, pero juntos la hacían enloquecer.

Algo en el pecho del ainu pareció romperse al escuchar semejantes palabras, lentamente deslizó la puerta hasta cerrarla. No necesitaba ver más, estaba muy claro que la itako nunca lo quiso.

* Tardaste en darte cuenta. *

El peliazul alzó la mirada, buscando aquella voz que le dedicó aquellas palabras. Sus pupilas se contrajeron y sus ojos perdieron el color.

* N-no puede ser!!. * _Susurró incrédulo, pues ante él, Anna lo miraba con burla._ * P-pero si tu estabas !!. . .*

Horo Horo deslizó una vez más la puerta y para su sorpresa no había nadie.

““¿Qué demonios pasa aquí?.""

Se preguntó, más ninguna idea razonable cruzaba por su cabeza; estaba confundido, ¿qué era todo esto?.

El ainu volvió a mirar a la mujer frente a él; una sonrisa burlona adornando su bello rostro.

* ¿Por qué me haces esto?. *

* ¿Qué cosa?. *

El shaman de hielo apretó los dientes, esa chica no hacía más que burlarse de él y aun así. . .

* Te ríes, te diviertes a costa mía, de mis sentimientos. . . *

* ¡Por favor!, no seas dramático, a tus amigos no pareció importarles, ellos solo quieren tenerme y yo a ellos. . . no es tan complicado, ¿ves?. *

* ¿Quieres decir que no te importa repartir tus besos y caricias?. . . eso no es amor !. *

La sacerdotisa rio a carcajadas al escuchar al peliazul.

¿Amor?, ¿quién había hablado de amor?. Todo era mero placer.

* ¿Qué no lo ves?, no le interesas, no eres más que un mero instrumento para el sexo y nada más. *

* No es cierto !!. *

* Nunca te amó, solo jugaba contigo, de hecho, de todos ustedes, eres el que menos le interesa. ¿O te has preguntado por qué fuiste el último?, por cierto, Hao fue el primero, eso debe darte una idea de cuán lejos estás de siquiera inquietarla. *

* No, no, no !. . . *

El shaman de hielo golpeó fuertemente la pared, un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas, de dolor o de humillación. . . no importaba.

De pronto todo a su alrededor se tornó negro y a lo lejos la voz de la itako le decía una y otra vez que no lo amaba y que solo estuvo jugando con él.

La cabeza le daba vueltas, entonces ya no pudo más. . . y despertó pronunciando el nombre de Anna. Su garganta estaba seca y sudaba mucho; sus pupilas desteñidas por tantas emociones encontradas.

* Una pesadilla. *

Susurró para sí, cómo queriendo convencerse de ello lo más rápido posible y deshacerse de las desagradables imágenes que aun fluían en su cabeza.

Respirando agitado, miró en todas direcciones, comprobando que estaba en su habitación. Cuando se tranquilizó, Horo pudo escuchar ruidos que venían de la planta baja.

““Maldición, no otra vez.""

Pensaba al tiempo en que abandonaba el futon y salía de la habitación, resignado a la posibilidad de descubrir si ese mal sueño iba a hacerse realidad.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Ah, yo quería que este capítulo fuese muy fuerte; ya saben, un trío de los personajes más importantes. Pero quedó muy suavecito T-T.

Cómo sea, estoy escribiendo un fic por capítulos, con esta base, HxAxY.

Por cierto, en el siguiente capítulo todo se aclara ^v^ .

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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|| Capítulo 14 ||


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Anime: Shaman King

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Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 14 ::.

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Los ojos del peliazul se destiñeron a causa de la sorpresa.

Todos estaban reunidos en la estancia y además en pos de pelea, pero no fue eso lo que tomó por sorpresa al ainu, fue más bien el ver a Anna justo en el centro de todo ese caos. Y es que el caos no era Anna. . . sino dos.

Ambas con su mirada pacifica, adormilada e indescifrable.

* Así que eras tu. *

La voz de la itako sonó tranquila mientras su reflejo sonreía con burla. Había sido tan divertido.

* Tardaron mucho en darse cuenta, en especial tu. Se supone que son shamanes y no fueron capaces de percatarse de que había un fantasma extraño en la pensión. . . sí que son patéticos !. *

La sacerdotisa ni siquiera se inmutó con aquellas palabras, sin embargo los muchachos parecían no compartir esa serenidad.

Habían estado tan ocupados tratando de perseguir a la itako que se olvidaron de todo lo demás.

* Pero no eras tu. . . ¡era yo!. * _El espíritu llamó la atención de todos con esas palabras. Entonces eso quería decir que. . ._ * Adivinaron!. Y yo que temí ser demasiado obvia. *

Una traviesa sonrisa atravesó el rostro de Kyouyama.

* Eres un espíritu que puede tomar la forma de cualquier persona; tu falsa apariencia es tan perfecta que engañas a los demás y les robas la energía.*

* Pero les dejo un dulce recuerdo. *

La itako sonrió entonces ante el descaro del espectro frente a ella.

* Claro, sueños eróticos. *

No era un regalo, sino el medio para obtener lo que quería. Y sin embargo, no había engañado a todos los shamanes, ¿por qué?.

Bueno, tan sencillo cómo el nivel del poder espiritista, no podía comparar a Chocolove con Hao, la diferencia era descomunal, simplemente no podría engañar al shaman de fuego, además, si tanto él cómo Yoh ya habían estado con la sacerdotisa, iba a ser imposible engañarlos si ya habían tenido intimidad con la rubia mujer.

Aunque igual hubo un par de jóvenes que no le interesaron: Manta y Ryu; podía ser un espíritu, pero igual fue una mujer, muy vanidosa, eso era obvio.

También estaban la obsesión y el desesperante anhelo, aquellos que la ansiaban con deseo y no tenían la más mínima oportunidad con la mujer, caerían tan fácilmente, cómo resultó con Ren.

* Pero debes darte un poco de crédito, mujer. . . eres muy hermosa, ¿no es esa suficiente razón para copiar tu imagen?, nadie se resistiría a ti. *

Anna sonrió con satisfacción ante aquellas palabras que le inflaban el ego.

Cerró los ojos, divertida, olvidándose de que ese fantasma descarado se había atrevido a usar su apariencia para engañar a todos los hombres que estaban en la pensión.

* ¿Cómo te llamas?. *

Preguntó la rubia itako, sosteniendo fuertemente su rosario mil ochenta.

* ¿Realmente importa?. *

* No, pero me gustaría que dejaras de verte cómo yo y te mostraras tal cual eres. *

Y concediendo el deseo de Kyouyama, el espíritu mostró ante todos su verdadera forma, una joven de opacos ojos azul cielo y largos cabellos, negros cómo la noche; no representaba más edad que la misma Anna.

* ¿Ahora sí me dirás tu nombre?. *

* Ie, no puedo. . . ya he olvidado todo sobre mi, solo se que morí en este lugar hace tantos años y aun no puedo alcanzar el descanso. Pero tu puedes dármelo. . . hazlo!. *

La sacerdotisa frunció el ceño. Maldición, no podía creer que todo este caos había sido tan solo por llegar a ella y obligarla a que le mostrase el camino al más allá.

* Con pedirlo hubiese bastado. ¿Sabías que puedo simplemente borrar tu alma?, serías parte de la nada. *

* Pero fue divertido. *

* Tal vez para ti. . . no hables por mí. *

Así, mientras la chica fantasma sonreía, Kyouyama tenía una expresión de fastidio en su bello rostro.

Anna extendió el mil ochenta, rodeando a la que fue su copia. La rubia entró en trance y recitó el conjuro que envió a la chica a su anhelado descanso, desvaneciéndose ante la mirada de todos los shamanes.

La itako suspiró hondo y se giró a ver a los hombres que la rodeaban. Furia, verdadero desprecio para cada uno en su mirar.

* No puedo creer que no hayan sido capaces de darse cuenta de que esa mujer no era yo, que ni siquiera era real. *

Y no la culpaba a ella, oh no!, los culpaba a ellos por estar tan ciegos.

¿Cómo pudieron creer que ella realmente se les había ofrecido así nada más?. Ante todos, Kyouyama se había convertido en la ramera del grupo y ellos habían estado muy conformes con ello.

Ahora entendía por qué se sentía vigilada las veinticuatro horas del día, los hombres allí solo buscaban revolcarse con ella otra vez, incluido Yoh; de Hao no le sorprendía, eso era normal.

* No saben cómo los odio. . . ¡a todos!. *

Apenas dijo aquellas palabras, Kyouyama subió a su habitación, dispuesta a hacer su maleta y largarse de una buena vez. Media noche, ¿qué importaba?, no aguantaría estar un momento más ahí, no podía ver a los ojos a ninguno de los shamanes. Por más que quisiera, ella no podía borrar los recuerdos de la mentira que vivieron.

A Yoh no podía ni verlo, estaba muy avergonzada, aunque ya no le debía fidelidad alguna, aun así. . .

* ¡Me acosté con su hermano!. *

Anna apretó los dientes, un nudo en la garganta la incitaba a llorar, más se resistía a ello.

* ¿Qué haces?. *

* Lo que ves. *

Apenas entró a la recamara de la chica, Hao dobló los labios.

Así que ella pensaba huir, por favor!, esa no era la Anna que él conocía, la que amaba.

* No puedes!. *

* Solo mírame. *

La chica tomó una maleta con lo poco que podía llevarse; encaró al Asakura, intentando pasarlo de largo, más él la tomó con fuerza por el brazo, impidiéndole avanzar más.

* ¿Por qué?. *

* Qué no es obvio?, no tengo nada que hacer aquí. *

* Maldición, Anna, ¿no me digas que no puedes simplemente enfrentarlos?. *

* Me siento avergonzada !. *

* No tienes por qué. *

La sacerdotisa desvió la mirada, para el moreno era muy fácil, él fue el primero, Ren y los demás realmente no le importaban mucho a la rubia, lo que pasó con ellos, mejor dicho, lo que ellos creyeron que pasó, no era culpa suya.

Pero Yoh y el ainu eran punto y aparte.

La itako sentía que había traicionado al menor de los gemelos, aunque no fuese así realmente. Por otra parte, Horo Horo. . . Anna se había enamorado de ese idiota, y él sentía que ella había jugado con sus sentimientos.

* Para ti es fácil, fuiste el primero. *

* ¿Eso crees?. * _El joven de largos cabellos la miró con furia._ * ¿Crees que no me importa saber que has estado entre los brazos de otro hombre?, me hierve la sangre de solo pensarlo. *

La rubia lo miró con tristeza, el nudo en su garganta dolía más ahora, con un hilillo de voz, tan solo fue capaz de decir. . .

* Lo siento mucho, pero no puedo quedarme aquí. *

El shaman de fuego quiso decir algo, que se irían juntos, que no le importaba nada a excepción de ella, más la itako se safó de su agarre.

A paso apresurado y firme, Anna salió de la habitación y poco después de la pensión, mientras desde la ventana, cierto chico de azulados cabellos la veía partir.

Horo Horo quiso detenerla, pero su orgullo pudo más.

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Una vez más, Hao tratando de quedar bien con la itako.

No puedo evitarlo, me gusta ese hombre, pero he tenido que inclinarme por el ainu cómo dueño de los sentimientos de Anna.

El próximo capítulo es prácticamente de relleno, bueno, así lo sentí.

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

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|| Capítulo 15 ||


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Una para todos _C15_

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Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

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Por: Maeda Ai

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.:: Capítulo 15 ::.

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* Todo es tu maldita culpa !!. *

Fue la voz del shaman de fuego, que sonaba con fuerza en todo EN.

Sujetando al ainu por las ropas, Hao parecía tener intenciones de carbonizarlo ahí mismo. Pero solo lo miraba con coraje, con furia.

Anna se había ido, sumida en la vergüenza, escapando de todo y de todos. Esa no era ella y todo era culpa del joven peliazul. Él la había despreciado, Horo Horo dijo cosas que no debía, la tachó de ramera y todo por celos; en realidad, esa era la verdadera razón de la partida de la rubia mujer.

* ¿Y a mi qué me importa?. *

Usui giró el rostro, fingiendo indiferencia.

El mayor de los Asakura apretó los dientes, iba a matarlo, seguro que sí.

* Espera, hermano, si le haces daño, ella. . . *

El moreno pareció reaccionar con las palabras de su gemelo.

Eso era algo que Hao sabía mejor que nadie. . . si rostizaba al ainu, entraría inmediatamente en la lista negra de Anna Kyouyama.

* ¡Maldito cobarde!.*

Fueron las palabras del shaman de fuego, poco antes de impactar su puño justo en la cara del peliazul, tirándolo al suelo.

* Imbécil. *

Dijo Horo entre dientes quien se limpió el hilillo de sangre que escurría de su labio inferior.

El ambiente se tensó todavía más y el silencio reinó por insoportables minutos. Todos los shamanes estaban reunidos, cómo tratando de resolver un problema.

Pero qué podían hacer ellos, nada !. Cuando debían hablar no lo hicieron y lastimaron a la itako, la humillaron, quizás sin quererlo, pero lo hicieron, nadie confió en ella.

* Tal vez, debas ir tras ella, Horo Horo. *

Y fue la voz del heredero Tao la que atravesó el silencio. Sus misteriosos ojos ámbar escondidos bajo unos cuantos mechones de cabello.

Ren apretaba con fuerza su horaiken, tratando de aceptar el hecho de que fue débil y creyó en una dulce mentira. Aun a pesar de haber sido irreal, el chino atesoraría el recuero de esa noche mágica.

* ¿Estás loco?, no lo haré !. *

El ainu dio media vuelta, huyendo de las presiones de sus amigos, más Ren se puso de pie, dispuesto a atacar con su mejor técnica.

* Te digo que vayas por ella. *

* Espera, Ren. . . *

El chino gritó exasperado, más el inglés se apresuró a detenerlo, forcejeando con Tao, quien le pedía que lo soltara porque iba a matar a ese imbécil peliazul, que lo soltara por Kami. Sin embargo la seria mirada de Lyserg lo hizo desistir.

* Sé cómo te sientes. * _El peliverde soltó a su amigo y se encaminó al pasillo frente al jardín, mirando la brillante luna. _ * Era ella, lo era en verdad. . . ese espíritu copió hasta el último detalle. Yo. . . no tengo nada de que arrepentirme. *

Pero sus compañeros no parecían estar muy de acuerdo con las palabras del inglés.

Ren seguía gruñendo, echando chispas por los ojos mientras que Chocolove seguía en una esquina, llamando inconsolable a "su güerita".

* Alguien cállelo, por favor. *

Y ahora fue Horo el que terminó explotando; estaba harto de que se la recordaran, harto en verdad.

Tan solo estaban ahí, parados, lamentando la partida de Kyouyama, extrañándola y diciendo lo maravillosa que es.

* Es que lo es !!. *_Y por primera vez fue la voz de Yoh la que se escuchó._ * Anna es. . . Anna. Maldición, Horo Horo, todos quisiéramos estar en tu lugar y tu no haces más que huir de ella. *

¿Huir?, Usui arrugó el ceño. Él no huía, tenía dignidad y orgullo. ¿Era tan difícil de entender?.

* ¿Por qué no me dejan en paz?, ella solo jugó conmigo, ¿qué no lo ven?. *

El peliazul terminó gritando con toda su fuerza, sacando todo el dolor que traía consigo.

Le dolía, quería ir por Anna, en verdad que sí, pero. . .

““No puedo perdonarla, así cómo ella no me perdonará a mi.""

* Eres un imbécil. * _Sin siquiera mirar al peliazul, Ren lo hacía entrar en razón al tiempo en que se encaminaba a la salida._ * Lo que tuviste con ella fue real. . . no sabes cuanto quisiera estar en tu lugar y ser yo, no solo el que le hubiese hecho el amor, sino también el hombre al que ella ama. *

Tao estaba seguro de que los demás shamanes sentían lo mismo, incluso Hao e Yoh quienes sí estuvieron con la sacerdotisa.

Cuando la voz del chino no se escuchó más, este y los demás shamanes abandonaron la estancia, dejando al ainu solo con sus pensamientos.

Él tenía una oportunidad que todos sus amigos querían, incluso seguramente la merecían más que él.

* Maldición !!. *

Susurró entre dientes el shaman de hielo.

Desesperado, el peliazul buscó su tabla de mediación y dejó la pensión sin siquiera decirle a los demás; no hacía falta y no había tiempo, tenía que alcanzarla. . . aunque no sabía donde hallarla. Izumo fue el único lugar que se le vino a la mente.

No importaba que aun fuese de madrugada, Horo tenía que compensar a la rubia de ojos negros por todas las estupideces que hizo y dijo.

* Solo espero. . . que no sea tarde. *

Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

En verdad siento que este capítulo es mero relleno, pero igual creo que era necesario narrar un momento en el que los shamanes discutieran sobre su sentir por la itako.

Por fin puedo decir esto. . . el siguiente es el último capítulo y, cómo no, es LEMON ^¬^.

__Nada es lo que parece.__

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

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|| Capítulo 16 ||


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3 years ago

Una para todos _C16_

Una Para Todos _C16_

Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Todos x Anna

Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 16 ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* Fuera de aquí, ¡ahora!. *

La rubia itako gritó con fuerza; sus negros ojos llameaban por la furia y el resentimiento.

* Anna, por favor, hablemos. *

La chica le dio la espalda al peliazul, ignorándolo y con esto obligándolo a seguirla por toda la mansión.

¿Hablar?, no tenía intenciones de hablar con alguien que no le creía.

* Vete ya, tu viaje fue en vano. *

* Eso no es verdad y lo sabes. *

El ainu la sujetó del brazo, obligándola a girarse con violencia.

* Me comporté cómo un patán, lo sé y lo siento.*

Sus palabras no alcanzaban a describir su proceder.

Horo Horo se volvió ciego y sordo para todo lo que la sacerdotisa pudiese decirle. La ignoró, la rechazó. . . maldita sea, la insultó !, la rebajó a ramera.

* Pero heme aquí, tratando de borrar mi error. *

Ella lo miró con tristeza, ya no soportaba más, la estaba lastimando.

* Pues ya es muy tarde. *

La voz de la itako se había reducido a un hilillo al borde del llanto.

Kyouyama dio media vuelta, refugiándose en su recamara, más la insistencia del ainu lo llevo tras ella. Un inevitable impulso lo hizo abrazarla desde atrás, formando una prisión fuerte y suave al mismo tiempo.

* Suéltame !. *

* Anna, te amo. . . *

* ¡Basta!. *

Aquellas palabras estaban lastimando a la chica de ojos negros; lágrimas saladas brotaron de sus tristes ojos mientras él le susurraba, una y otra vez, que lo sentía para luego deslizar sus labios sobre el cuello de su amada.

* ¿Qué haces?. *

* Lo que debí hacer desde un principio, amarte y olvidarme de todo lo demás. *

Apenas dijo esto, las manos de Usui se posaron sobre cada uno de los senos de la rubia, palpándolos por encima del vestido, sin dejar de llenarla de besos, mordiéndole la oreja con tranquila pasión.

Anna sabía que debía resistirse y sacarlo a patadas de su habitación y de su vida, pero en cambio, dijo su nombre, extasiada, complacida, casi suplicante. . .

* Horokeu !. . . *

Para el shaman esto fue el permiso para continuar y hacerle el amor. De cualquier forma estaba tan ansioso, que la tomó por las caderas, acomodándola sobre la protuberancia que comenzaba a endurecerse, aun de pie, parecía no tener tiempo ni para deshacerse de las ropas.

* Ho-Horo Horo. . . así no !. *

Al escucharla, el peliazul disminuyó la fuerza de su abrazo. Paciente, le permitió a la joven guiarlo hasta el futon.

El shaman de hielo se despojó de su ropa en tiempo record, mostrando su perfecta desnudez. Cada marcado músculo de su tórax, su abdomen y su hombría que se erguía, gruesa, dura, clamando por la mujer.

La rubia clavó la mirada en el pene del ainu, deslizando la lengua por sus labios, saboreando lo que vendría. Sin embargo se desvestía con lentitud, quizás por torturar al muchacho o bien distraída por la excitante visión de aquel palpitante miembro, potente.

Cuando el shaman de hielo tuvo ante él la frágil figura de Kyouyama, la estrechó con fuerza, aferrándose a ella y llenándole de besos el rostro, dispuesto a no descansar esta noche con tal de ganarse su perdón y hacerla feliz.

* Te amo !. *

Le dijo él entre besos; sus manos apretando los dibujos que sostenían su blanca espalda.

Con suavidad, Horo Horo la obligó a sentarse sobre el futon y cual niño hambriento, bebió de su pecho, succionando, lamiendo y mordiendo con ternura mientras tironeaba el otro pezón. Dulces caricias que hicieron a la chica jadear y abandonarse a las deliciosas sensaciones que el peliazul en ella provocaba.

Anna se dedicó a desordenar los azulados cabellos del ainu, mientras gemía agradada por los suaves mordiscos.

Adoraba esto y juraba que hubiese podido alcanzar el orgasmo si el Usui no se hubiese detenido.

* ¿Qué haces?, sigue. *

Le pidió. Horo solo sonrió con ternura, besándole el cuello poco después sin dejar de acariciarle los senos.

* Quiero que esta noche sea perfecta y sé que quieres mucho más. *

Dicho esto, el shaman de hielo deslizó su mano al sexo húmedo de la joven, acariciando el centro de su placer.

Kyouyama recargó la cabeza en el hombro del muchacho, concentrada en sentir cómo los traviesos dedos entraban y salían de su intimidad, regalándole el gozo que ella deseaba y necesitaba, luego el muchacho le introducía los dedos con fuerza y rapidez, orillándola al orgasmo.

Anna se aferró al peliazul, gimiendo cerca de su oído, encendiéndolo todavía más.

La itako perdió fuerzas, respirando con agitación, seguía disfrutando de la caricia que el ainu le brindaba.

* Eso fue. . . *

Anna calló, su amante la había soltado para luego ponerse de pie, ella alzó la mirada y prácticamente se embelesó con la imagen del duro pene justo frente a ella.

* Anna, por favor. . . *

Lo escuchó pedir; no necesitaba decir más palabras, ella lo entendía.

Con lentitud, la rubia deslizó la lengua a lo largo de la virilidad del muchacho hasta introducir el pedazo de carne en su boca. Succionó con fuerza, obligando a Horo Horo a gemir y cerrar los ojos, disfrutando de los bocados que la sacerdotisa le prodigaba a su virilidad.

Kami !, la itako era muy buen apara esto, lo estaba volviendo loco. La rubia enroscaba su dulce lengua en la ancha punta de su virilidad mientras sus suaves manos de seda lo masturbaban con desesperación.

Anna en verdad disfrutaba lo que hacía y más al escuchar al joven, gimiendo, diciéndole lo mucho que disfrutaba de esto.

Más luego, la mujer se dedicó por completo a los testículos del hombre frente a ella, lamiéndolos, delineándolos con la lengua, succionando.

Sus hermosos ojos opacos por la lujuria mientras Horo movía las caderas, simulando una penetración en la boca de la mujer al tiempo en que ella se acariciaba el clítoris, jadeando ansiosa.

Luego, simplemente, la sacerdotisa liberó los testículos del shaman.

* Horokeu. . . ¡lo necesito!. . . *

El peliazul se dejó caer de rodillas frente a la chica, abrazándola y besándola.

* Yo también, Annita, yo también. *

Le dijo él y luego siguieron así por un rato más, frotando sus cuerpos, sus sexos.

La punta del pene del shaman se paseaba por la abertura vaginal de la itako, mientras entrelazaban sus lenguas. Estaban desatados, se deseaban tanto, se necesitaban de tal manera, que después de creer que no volverían a estar juntos, no querían dejar ir este momento.

Nunca habían estado tan llenos de deseo, de lujuria. . . de amor. A pesar de todo, los ojos de ambos reflejaban y desbordaban amor por el otro.

Horo sentó a la chica sobre sus caderas, más precisamente sobre su pene, enterrándose, penetrándola lentamente.

* ¿Te gusta?. *

* Mmm, me encanta !!. * _Kyouyama rodeó el cuello del ainu, bajando las caderas, clavándose en aquel duro pedazo de carne._ * Ahhh. . . delicio. . . so. . . *

La sacerdotisa se aferró a su hombre, comenzando una danza exquisita que los envolvía y los llenaba de gozo.

El mecer de las caderas comenzó suave para volverse desesperado.

Los jadeos se convirtieron en gemidos y estos en gritos. La vagina de la itako apretaba deliciosamente el miembro del chico y él la llenaba de él. El roce entre sus sexos era exquisito y sin embargo insoportable.

Horo Horo refregó con fuerza su pene contra la intimidad de la rubia mujer, quien apretó los dientes, tratando de soportar el intenso y sofocante placer. Más nada pudo hacer, las embestidas del ainu eran fuertes y profundas; su vagina se contrajo, abrazando firmemente la virilidad del hombre, estimulándolo a soltar el semen que guardaba. . . Horo no pudo más.

El shaman de hielo siguió penetrando a su manada mientras eyaculaba abundante dentro suyo.

Sus labios se buscaron mutuamente sin dejar de mover las caderas.

* Lo. . . lo siento. * _Le dijo él, jadeante, acariciándole las mejillas a la chica y devolviendo unos cuantos mechones dorados a su lugar._ * Todo lo que dije. . . no quise. . . los celos hablaron por mi. *

Anna hubiese mentido si dijera que todo estaba olvidado, le dolió y mucho, aun ahora después de la reconciliación, no podía borrar esas palabras crueles de su mente.

* Me dolió mucho. *

* Lo sé. *

* No lo hagas más. *

Horo Horo buscó los dulces labios de la itako, cubriéndolos con los propios; meció nuevamente las caderas, dispuesto a continuar donde se habían quedado

Anna era suya, la Anna que todos querían. . . lo quería a él.

¿Qué importaba que haya estado entre los brazos de otro hombre?, era el sentimiento que llenaba su corazón lo realmente importante.

Horokeu era el aquí y el ahora. . . y esperaba serlo por siempre.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

ALELUYA.

Dos años para terminar esta historia, sinceramente ya me había aburrido. Por eso no me gusta hacer fics largos, porque me aburro de tanto que me tardo ¬¬' .

Tenía que ser HHxA, ya saben que me gusta esa pareja, sin embargo, igual últimamente me estoy aburriendo un poco, creo que mis ideas para SK se están acabando T-T .

Es probable que este sea mi último fiction con esta pareja.

En cuanto a este capítulo en especial, estuvo medio fuerte, pero no cómo yo hubiese querido. ¿ven?, es culpa de mi sentimiento de presión 0v0 .

__Nada es lo que parece.__

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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".

Totalizado el 15 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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