Ruptura - Tumblr Posts
Sin experiencia previa le entregaste tu corazón.
Lo acarició y rasgó a su comodidad hasta que lo retomaste y con dolor fuiste curando las heridas, y guardando los recuerdos.
Hoy sonriendo te dice que alguien le hace sentir lo que tú no.
Una pequeña espina te recuerda que aunque le expliques no entenderá todo lo que el amor que le entregaste significó para ti, y que aunque hayas sanado, con recelo, tu esfuerzo por ser suficiente... al final fue en vano.
Te quise, pero...
Te quise, pero no quiero saber de tus amores.
Te ofrecí mi apoyo pese a todo, pero eso no quiere decir que quiera ver tus fotos en brazos de otros.
Te di todo lo que tenía, no lo apreciaste, y ahora dices que nunca te han querido.
¿Acaso mis sentimientos no significaron nada para ti?
Te quise, pero prefiero no verte tan seguido. Prefiero guardar los recuerdos que construimos y solo saber que estás bien sin mí.
Y llovió
Y llovió.
Te pensé mientras chapoteaba con prisa sobre los restos de lágrimas divinas que se empozaron en el pavimento.
Te pensé cuando vi a una chica de cabello castaño escondiéndose bajo las sombras de una tienda, porque tú nunca huías de la lluvia.
Te pensé cuando mis manos temblaron al sentir la primera gota gélida rodar por mi nuca. Tu evaporabas la soledad de la lluvia.
Te pensé cuando me detuve bajo una esquina junto a otras dos personas. Contigo nos mofábamos de quienes se quejaban del calor, porque proseguían a quejarse también de la lluvia.
Te pensé cuando vi que llovió, y te pensé cuando escampó.
No saliste de mi mente cuando el viento se alzó, ni cuando el sol se burló.
Te tuve presente cuando volví a caminar sin temor por las mismas calles que recorríamos cada día a la misma hora.
Estabas en el reflejo de las gotas y en las ventanas mojadas. Sonreías entre la multitud confundida y apresurada, y junto a los compungidos que se abstraían con las manos dentro de sus gabardinas oscuras.
La lluvia no cesaba en mi interior.
Pero la lluvia contigo tenía un dulce aroma a libertad acompañada de un sabor maravilloso de pureza.
La lluvia ahora era solo un borrón molesto.
Un molesto recuerdo de la soledad que había ocupado mi alma desde que te habías marchado.
Me sacudí el cabello y entendí que nunca más la vería igual.
Y llovió.
Y enmudecí.
Y llovió.
Y de hombros me encogí.
Y llovió.
Y una vez más, pensé en tí.
Hay cierta adicción que corroe
Hay cierta adicción que desespera
Hay cierta adicción que duele
La abstinencia de abrazos
La sombra de besos
La falta de ese calor
El eco de esas risas
Interminable la agonía diaria de imaginar esas noches, con las manos vacías y los brazos distendidos
¡Qué perverso e injusto puede ser el destino!
¡Cómo te hace jugar sin tener las herramientas disponibles!
Fingimos tener todo y realmente no tenemos nada.
—g.
📝Nota: nunca le confíes secretos a un "mejor amigo". Hoy te habla, mañana no sabés.