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Es Como Volver A Empezar _C6_

Es como volver a empezar _C6_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Después de la muerte de Yoh, hay alguien que se preocupa por Anna. Pero, ¿él?... ¿por qué él?.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 6: “Todo por ella” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

* ¡¡ NO !!, es una estupidez, me opongo a ello. *

  Ninguno de ellos parecía estar muy de acuerdo que digamos, pero de todos, Manta era el menos “contento” con la reciente noticia.

  Después de un considerable lapso de tiempo, se hallaban todos reunidos allí, en la pensión EN, solo que esta vez el motivo de la reunión fue una verdadera sorpresa para cada uno de los shamanes.

  * Ni Anna, ni yo te estamos pidiendo permiso. . . vamos a casarnos y ya. *

Horo Horo parecía irritado, nunca pensó que sus amigos fuesen a oponerse a algo que le hacía feliz.

 Manta decía que era demasiado pronto para que la itako reemplazara a Yoh, y peor aun, con uno de sus amigos. Lo estaban traicionando.

  *Escucha, nosotros no provocamos esto, solo... solo pasó y ya.*

  Casi gritó el ainu, completamente furioso por la actitud del pequeño.

Anna, por su parte, permanecía en silencio, observando como se desarrollaba una tremenda discusión entre su nuevo compañero y el que fuera el mejor amigo de Yoh.

  En realidad no podía culpar al Oyamada por su reacción, ella misma, al principio, no podía evitar sentirse como una esposa infiel al recuerdo de su esposo, pero ahora. . .

Solo veía como los amigos de Yoh le negaban su apoyo. . . y se decepcionó.     Claro, él era el importante, Yoh era el amigo al que todos querían, y ahora que ella podía recuperar su vida, ellos simplemente les daban la espalda tanto a ella como a Horo Horo.

    Cuando el peliazul le pidió matrimonio, la sacerdotisa solo atinó a sonrojarse y abrazarlo con fuerza, uniendo sus labios a los de él, esa fue su afirmativa.

Emocionado, el joven de Hokkaido planeó una reunión para todos sus amigos; el motivo: anunciarles su futuro matrimonio con la bellísima Anna Kyouyama. . . nunca esperó que el grupo reaccionase así.

 Como el ainu les echó en cara, ellos no les estaban pidiendo permiso, después de todo, era un hecho que se casarían, pero. . .

  * Yo amo a Anna, estoy enamorado de ella y ella de mi, y eso es lo único que importa. *

  Lo último fue un grito por parte del shaman de hielo, quien se incorporó para que todos comprobaran que hablaba en serio y no le discutieran más.

  * Así que eso era. *

 De pronto, una dulce voz femenina se dejó escuchar, llamando la atención de todos los reunidos.

Pilika recién llegaba de Hokkaido después de que su hermano le enviase una carta en la que solo le explicaba que necesitaba que fuera a Funbari y nada más.

  * Hermano, si me hubieses explicado, lo habría entendido. *   _Dijo la peliazul, tomando lugar junto a la rubia itako, regalándole una gran sonrisa de alegría._   * Me encantas para cuñada, Anna, eres la única mujer que puede someter al holgazán de mi hermano. *

  La sacerdotisa se sonrojó, desviando la mirada, tratando de ignorar ese comentario, mientras Horo adivinaba cual sería su suerte si Anna y Pilika se ponían de acuerdo para planear sus entrenamientos.

  ““Será un infierno tras otros, todos los días.””     _Pensó._     ““Pero si Anna está conmigo, lo disfrutaré mucho.””

   * No, no, no. . . ustedes no lo entienden, Anna fue la esposa de Yoh, ¿por qué no te fijaste en otra mujer?. *

* Porque los hombres no podemos elegir, Manta, el amor... el amor solo llega y ya. *

   Los demás guardaban silencio.

No importaba que le dijeran al ainu, él estaba más que convencido.

 Lo notaban ligeramente cambiado, un poco más maduro y decidido. . . ¿Sería acaso el amor que tanto decía sentir por la itako, lo que había logrado ese cambio?.

   * No puedo creerlo, francamente todos ustedes me decepcionan. *   _Dijo el peliazul, mirando a cada uno de sus amigos, quienes bajaron la cabeza, pensando si su actitud era la correcta o no._   * Y tu, Manta, solo dices Yoh, Yoh; para que lo sepas, él estuvo aquí, vino a pedirme que cuide de ella y eso haré. *

* Que Yoh, qué?, no, no puede ser. *

* ¡ Qué irónico !, ¿no crees?, ustedes me están llamando traidor, cuando el único “afectado”, me ha dado su confianza. *

* Pe-pero. . . *

  De pronto alguien más decidió unirse a la discusión, más esta vez, a favor del peliazul.

Len, que había permanecido en silencio, atento a las razones del shaman de hielo, se puso de pie, captando la atención de todos. Posó la mano sobre el hombro de su amigo, apoyándolo.

Horo sonrió agradecido.

  * Pues si ambos se quieren e Yoh está de acuerdo con esto, yo solo puedo desearles lo mejor. *

* Len. *

* E-escucha, Horo, Anna no te conviene, ya sabes como es, recapacita, por favor. *

  Era claro que Manta ya no sabía que más decir para que el ainu desistiera en esa loca idea que se le metió en la cabeza; casarse con Anna. . . estaba loco.

  * Mejor déjalo así, Manta. *   _Habló Pilika, antes de beber un poco de su te, acaparando la atención de todos los demás._   * Mi hermano dejó todo por Anna, su sueño, su familia, todo ha pasado a segundo plano, Anna es su prioridad y sé que no desistirá en sus planes de casarse con ella. *

  Manta bajó la cabeza al escuchar a la joven ainu.

Si Horo Horo había hecho todo eso por Anna, entonces debía quererla demasiado.

  Pero Anna. . .

Estaba sorprendida por las palabras de Pilika, que le abrieron los ojos a algo que había ignorado, tal vez sin querer.

  ““Entonces, por mi. . . él dejó todo. Y yo, todo este tiempo he pensado solo en mi. . . que egoísta soy.””

  Sin decir una sola palabra, la rubia abandonó la estancia, dirigiéndose al jardín, sentándose sobre el pasillo de madera.

   * Quizá Manta tenga razón, Horo Horo no debe estar conmigo, no sería justo. *

  La joven suspiró profundamente, había tomado una decisión y esta era definitiva.

  * No puedo permitir que renuncie a todo por mi. . . será lo mejor para él. *

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Un capítulo muy cortito, y que, según yo, refleja muy poco de lo que quería.

Deseaba que la discusión fuese más fuerte y profunda, que los demás shamanes participaran, y a fin de cuentas, él único que lo hizo fue Manta, bueno, es que él es el más dramático de todos, por otro lado, creo que cuando escribí este capítulo no estaba inspirada del todo.

Pero descuiden, que el capítulo que se viene es LEMON, aunque con un poquito de sufrimiento.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 25 de Mayo de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

          || Capítulo 7 ||

  • hannkura
    hannkura liked this · 4 years ago

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4 years ago

Ella es... _C2_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 2: “Una oportunidad” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Un pequeño bikini blanco era el que apenas cubría lo más necesario de su exquisito cuerpo; las gafas oscuras ocultando sus ojos, la hacían ver más interesante, más sexy.

Horo Horo entraba a la habitación después de vagar por los pasillos del hotel, encontrándose con la imagen más hermosa que sus no tan castos ojos hayan visto en toda su vida.

Esa delgada figura femenina. . . Anna era el diablo que lo invitaba a pecar, a lanzarse sobre ella y hacerla suya. Pero solo permaneció estático, inmóvil, sin poder apartar la mirada de la diosa que tenía enfrente.

* ¿Podrías cerrar la boca?. *

* Eehh??. *

  Anna arqueó una ceja.

No le eran desconocidas las sensaciones que provocaba en los hombres.

 Tomó una pequeña bolsa, mientras salía, diciéndole al peliazul que caminaría en la playa por un rato.

  * ¿A-a estas horas?, pero si apenas ha salido el sol. *

* Por eso, tonto, el paisaje debe ser hermoso, además, seguro que no muchas personas estarán en la playa. *

 Y así nada más, la rubia salió de la habitación, dejando al muchacho completamente embelesado y, por si fuera poco, excitado. Resultaba absurdo, pero con solo verla así, fue suficiente para sufrir, tratando de controlar el calor en su cuerpo.

~*~

~*~

~*~

  Y tal como le había dicho a su compañero, caminaba tranquilamente a la orilla del mar, sintiendo la inigualable sensación de la arena firme, pero suave, bajo sus pies.

El clima era cálido, acompañado por la ligera brisa de la mañana y, tal como pensó, poca era la gente que estaba en la playa a tan temprana hora.

 Se maravillaba contemplando el horizonte, aquella delgada línea que el mar y el cielo compartían a lo lejos.

Eso si era tranquilidad, se sentía relajada y por primera vez en mucho tiempo, había olvidado los problemas con el castaño que la dejó.

 Y hubiese seguido disfrutando de esa quietud, pero dos chicos se le pusieron enfrente, impidiéndole el paso.

Intentó caminar a un costado de ellos, pasarlos de largo o simplemente dar la vuelta y regresar por donde había venido caminando, pero ambos chicos le cerraron el camino.

  * ¿Vienes sola, preciosa?. *

* Si quieres compañía, nosotros. . . *

 La chica de dorados cabellos se quitó las gafas, arqueando la ceja izquierda, desplegando toda la superioridad que creía tener.

Esos chicos eran apuestos, pero tan presuntuosos; no eran su tipo.

Su mirada fría y calculadora, adormilada.

Iba a responderles con orgullosas palabras, pero. . .

  * Anna, amor, te estaba buscando. *

 El chico peliazul apareció y sin más, hizo a un lado al par de desconocidos, estrechando entre sus brazos a una Anna que se sorprendió por su atrevimiento, más todavía cuando Horokeu posó sus labios sobre los de ella.

 Extrañada, Kyouyama no respondió la caricia hasta unos cuantos segundos después, cerrando sus sorprendidos ojos y ahogándose en la placentera sensación que los labios del peliazul le regalaban.

Un suspiro escapó de su boca cuando el muchacho profundizo el beso, abriéndose camino para que su lengua penetrase, mientras sentía como Horo apretaba con fuerza su cuerpo, aferrándose a la estrecha cintura.

 La mujer abrió los ojos; ya no estaban los hombres que la habían molestado. . .  no importaba.

Sus ojos se cerraron nuevamente, relajándose con las caricias del peliazul, hasta que se separaron.

 Inevitablemente, sus miradas se cruzaron. . .

  * Yo. . . no soy tu amor. *

* Porque eres necia y no has querido darme esa oportunidad. *

 Una traviesa sonrisa adornó el rostro de Usui, esto, sumado al intenso brillo en sus ojos, provocaron que Anna se sonrojara levemente, aun manteniendo su seria expresión.

 Horo Horo estaba entusiasmado.

Esa mujer que siempre le pareció imposible, ahora. . . ahora estaba junto a él, de la mano.

 Horokeu no quiso pensarlo dos veces, así que estrechó con fuerza la mano de su bella compañera y comenzó a correr.

  * ¿Q-qué crees que haces?. *

  La rubia solo sentía como ese chico la jalaba con firmeza, obligándola a seguirlo.

  * Solo quiero aprovechar el día. *

 Le dijo; y vaya que hablaba en serio.

La invitó a desayunar, visitaron incontables tiendas y hasta caminaron, sabrá dios cuantas horas, por las calles asfaltadas alejadas de la playa. Terminando sentados a la orilla del mar, admirando el atardecer, uno junto al otro.

~*~

~*~

~*~

 Cuando regresaron al hotel, Anna entró a la habitación seguida por el muchacho de celestes cabellos, quien cerró la puerta tras de sí, bajo llave, y sin perder un solo instante, se acercó a la joven rubia abrazándola desde atrás, acariciando sus suaves hombros.

 La mujer entrecerró los ojos, incapaz de retener los suspiros, se dejó llevar por el hombre que se aferraba a su cintura y recorría lentamente su cuello, llenándolo de besos, mordiéndole la piel de vez en cuando.

 En un arranque de desesperación, Horo Horo la hizo girar bruscamente para poder mirarla a los ojos.

 * En verdad eres hermosa !. *

 El rubor en el rostro de la joven, producto de las palabras del muchacho, solo realzó esa belleza.

Usui se abrió camino hasta las suaves mejillas de Anna.

Cuando ya no pudo resistirse más, la atrajo a su cuerpo, besándola pausadamente mientras la tomaba entre sus brazos, llevándola hasta una de las camas, recostándola con cuidado.

Sus labios ansiosos, la recorrieron, deseosos de probar aquella blanca piel de nieve.

 Anna acariciaba el rostro del joven peliazul, sin resistirse a lo que seguramente sucedería entre ellos.

No estaba segura, pero tenía la sensación de que éste hombre era capaz de hacerla olvidarse de cierto chico de morena piel y sonrisa estúpida.

 Mientras tanto, gemidos y suspiros inundaban la habitación.

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

No sé, sentí que cualquier pretexto era bueno para juntar a este par, y que mejor que el despecho o, como dicen por ahí: “pasar el rato”.

Ahh, pero de ese “ratito” pueden surgir muchas cosas, así que. . . próximo capítulo, LEMON. 

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

     || Capítulo 3 ||


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4 years ago

Rojo mar

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Anime: Gundam Wing

Rating: M

Pareja: Heero & Relena

Sinopsis: Heero no puede sacarse de la cabeza aquellas pesadillas donde Relena yace, sin vida, sobre el rojo de su sangre. La busca, desesperado... quizás estar con ella pueda disipar sus temores.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Paisaje rojo fuerte, ¿hermoso?, el que cubre el extraño lugar.

Llama ardiente y avivada la que nunca se podrá apagar.

Silencio sepulcral el de esta agua que teñida de rojo está...

Expandiéndose efusivamente; oh!, rojo mar.

  Su rostro logro ver entre las flamas que la abrazan protectoramente sin dejar

Que el vital plasma se detenga; oh!, rojo mar.

En medio de su sangre la observo, su tranquila sonrisa ya no está.

Pretendo que mis ojos se hacen ciegos, pero admiran todo con pesar.

  * Ah, maldición!. *

 Casi grito. Despierto bañado en sudor después de una loca pesadilla,

Aquella que mi mente creó mientras dormía.

Desesperante, sí; quizás más que la propia realidad.

Maldigo indignado con aquel escenario que observe antes de sucumbir

Ante el temor de la posible realidad de la visión.

Respirando agitado, imploro en silencio que esto jamás se llegue a cumplir.

  Triste estaría, lo acepto, sí.

Prefiero la muerte a no verla vivir.

Intranquilo, no puedo volver a dormir;

Lo intento sin resultados. Continua el miedo de revivir

Aquella desagradable escena donde no pude interferir.

  Me rindo... imposible intentar descansar.

¿Qué caso tiene si la paso mal?.

Increíble el temor que me inunda. Deseo tanto mirar

esos ojos azules, que me atrapan

dentro de la emoción tranquilizante de poderte tocar.

  Crece y crece la desesperación,

Cual lluvia que cae del cielo al corazón.

No puedo controlar el impulso, te busco.

Intento no parecer dependiente de ti;

Corro apresurado a tu refugio: la habitación a la que tanto envidio,

Por tenerte cautiva mucho más de lo que yo he soñado en mi delirio.

  Golpeo la puerta con autoridad.

Que demonios esperas... ¡abre ya!.

Despeja mis dudas y la ansiedad.

Insisto enfadado, temeroso, no puedo negar

Que el miedo corroe la integridad.

  Sal ya a detener esta locura

De padecer tremenda tortura.

  Se abre la puerta; te puedo ver

Mi ángel de amor; hiciste amanecer.

...Tremenda emoción.

  Me regalas aquella sonrisa que, por ahora,

Se haya cubierta de incertidumbre y curiosidad.

  * Es urgente que hablemos. *

  Te digo de inmediato y un tanto agitado.

Tu expresión me indica que no comprendes absolutamente nada

De esta inesperada visita que te hago.

Más sin embargo me permites el acceso a tu privacidad.

  No puedo perder más el tiempo.

Con delirio es con lo que te toco.

Rozando tus labios, sigo insistiendo.

Este inesperado amor... me vuelve loco.

  Pronto, siento la necesidad de rozar mis labios con algo más que los suyos.

Su cuello en primer lugar...

Suave y sensible, igual... me hace temblar.

Sus hombros, sí; más abajo he de llegar.

  Con grandes expectativas y ansiedad,

Sus senos logro probar.

Deleitándome con la excitante redondez de estos

Y la agradable sensación de su piel... tranquila suavidad.

Se estremece con esto, lo sé bien.

  El rojo en mi memoria se ha borrado.

Cielo santo logro descansar,

Porque al fin estoy a tu lado.

Me despido, oh!, rojo mar.

  Tímidos gemidos emanan de tus labios,

Guiándome desesperados al placer.

Y tomando mi rostro entre tus manos,

Permites que te bese otra vez.

  Ternura y ansiedad es lo que siento.

Mordiendo suavemente tus senos a la vez.

Tremenda locura experimento;

Excitado por tu hermosa desnudez.

  Abrazo aferrado la cintura de mi amante.

Estrujando tu cuerpo con amor.

Lluvia de besos en mi rostro cada instante.

Aumentad este delirio, por favor.

  ¡ Oh, bella mujer que me posees !.

Dejadme poseer a mi también

Este lindo cuerpo que tu tienes.

De igual forma lo deseas, lo sé bien.

  El placer me conduce a tu secreto.

Besando y succionando el manantial;

Lastimarte evitaré, yo lo prometo,

Pero dejadme llegar hasta el final.

  Tu respiración agitada logro escuchar.

Te oigo entusiasmado entre jadeos,

Constantemente mi nombre pronunciar

Al satisfacer tus exigentes deseos.

  Me alejo del bendito paraíso tuyo.

Sentiste un mar de sensaciones a la vez.

Deseas más aun, o al menos eso intuyo.

Me sorprendes, linda niña, con tu gran interés.

  Profanado esos labios tuyos, sabor a miel.

Me rindo ante el desesperado sentir.

Con locas y ardientes caricias sobre tu piel

Que no te amo, no... no puedo mentir.

  Pretendiendo ser tu dueño por esta vez... que loco.

Sin cuenta darme de que todo es viceversa,

Te siento agradecerme las caricias que provoco.

Con dulces besos me haces sufrir... mujer perversa.

  Delirante refugio encuentro entre tus protectores brazos.

Y el adorable aroma de tu piel... el mismo que me embriaga.

Rendido ante el dolor de tus besos tan escasos.

Intento todo por tu placer. ¿Qué más quieres que haga?.

  Incitación, paz... respeto y cariño; siento.

Calidez me da su hermoso cuerpo... belleza total.

Morir y vivir, dolor y placer. Todo por este sentimiento.

Amarnos u odiarnos, continua locura letal.

  Beso desesperado tus senos nevados... excitación.

Imposible separarme de ellos; mi droga eres amor.

Complacido con la perfección de tu cuerpo; siento pasión.

A cada instante te anhelo más... no importa el dolor.

  Tatuando de besos tu cuerpo entero y femenino;

Dejando huella en tu ser cual misión importante.

Señales de que me perteneces. Y aun no termino.

Tan solo mía mujer... mi amada amante.

  Entrecortados sonidos escapan de tus delgados labios.

Te escucho satisfecho; ataco con besos más profundos.

Apagando con estos tus labios... necesito probarlos.

Mirando tus ojos y su agradable misterio... en ellos me hundo.

  Eres bella, más que nadie. Envuelto necesito estar

Entre tus tiernas caricias para feliz permanecer.

Por ello esta frágil figura tuya insisto en probar.

Aquí en la oscuridad. Esperaremos el amanecer.

  Ansias recorren mi cuerpo; beso tus labios con delirio.

Separando cuidadosamente las delicadas piernas que posees.

Dirijo al espina a la entrada de mi amor...

Empujando lentamente, disfrutando el momento. Imploro me desees.

  Porque este loco corazón se revela ante la lógica mía.

Te poseo desesperado, detenerme jamás... oh!, pasión.

Ingresando entusiasmado entre mares de caricias.

Loca noche, loco amor. Te amo... mi corazón.

  Sintiéndote temblar bajo a mi cuerpo, y a este permanecer aferrada.

Confesando palabras y sentimientos entre mil besos.

Ahora estoy dentro tuyo... oh!, mujer amada.

Inseparables ahora somos. El uno por el otro... felizmente presos.

  Consciente a la perfección del recorrido de la espina a la rosa.

Cosquillas dentro de ambos cuerpos... loca, ansiada pasión.

Ataque certero de placer. Tuyo por siempre mi chica hermosa.

Adicción al femenino ser... bendita esta desesperación.

  Ingresando una y otra vez

Al paraíso de tu secreto.

Amor por primera vez.

Noche y calor... todo es perfecto.

  Palabras que al aire, desesperados dejamos volar.

Increíble: el momento, el vinculo; la inexplicable sensación de poderte amar.

  Tranquilidad, deseo y ansiedad embargan este cuerpo cansado,

El mismo que tu deleitas con caricias y besos desbordando la ternura.

Aparentando indiferencia y enojo, me pierdo... para mi jamás pensado

Lo fácil que fue para ti despojarme por completo de esta armadura.

  Logrando hacer relucir un sin fin de emociones que, no entiendo,

Siempre y sin pensarlo, no me doy cuenta... todas se dirigen a ti.

Suaves caricias en mi adolorida piel estoy sintiendo...

Tus besos amor querido yo anhelo... no puedo mentir.

  Disfrutando del momento. Ansiado y desquiciante placer pasional.

Sintiendo los atributos tan excitantes de tu figura.

Bendito el pecado... aceptando la necesidad carnal.

  Placer: excitación... sensación inigualable.

Con mi espina clavada en tu cuerpo, te destrozo, tierno amor.

Mía, ya completa. Admirando la agonía interminable.

Arrepentido, aguardo el momento en que disminuya tu dolor.

  Lluvia de besos a tu rostro que envuelto en lagrimas ya esta.

Gemidos me advierten. “Amor”, me logras llamar.

Tranquila te muestras... termina la tempestad.

“Perdón”, te pido arrepentido. No te quise lastimar.

  Continuación de los instintos; aun me permites dentro de ti estar;

Recorriendo el camino de tu cuerpo; oh!, Relena.

Más tranquilo y cuidadoso... me preocupa tu bienestar.

Extasiado de placer; sonrojado ante tu cara tan serena.

  “Te estoy queriendo demasiado”. Logro por fin entender.

Quizá por el mal sueño antes experimentado.

Perderte me mataría... tan solo eso comprender.

Sin tu cuerpo y cariño, me sentiría amenazado.

  Olvidando estos miedos que a mi mente enloquecen,

Te beso. El rojo se desvanece; no más rojo mar.

Delirante por el calor permites que empiecen

Los gemidos y agitados gritos... solo nos podemos amar.

  Entrando y saliendo con rapidez de tu figura;

Te penetro alocado, ya cada vez más de prisa.

Me apoyo en tu cuerpo ; te sujeto por la cintura.

Ardientes y excitados... nos relaja la delgada brisa.

  Después de intensos gemidos, entre mis brazos te encuentras temblando.

A mi cuerpo te aferras desesperada; mi perfecta amante.

Te ha invadido un orgasmo... y aun te sigo penetrando.

“Que locura”. Jamás imaginar siquiera poder amarte.

  Varias veces has experimentado el éxtasis, oh mujer.

A tu rosa la dura espina mía sigue clavada.

Unido a ti de esta manera imploro permanecer.

Desesperados, excitados. Así contigo... oh, mi amada.

  Gran esfuerzo del cuerpo. Ya se encuentra muy cansado.

Termino dentro tuyo... río de vida que en ti ahora fluye.

Ligeros sonidos por parte de ambos; tranquilos... todo ha terminado.

Sobre tu cuerpo recostado. Sorprendido de la forma que en mi influyes.

  Agotado. Acaricio su suave piel; le agradezco... estoy satisfecho.

Besando con ternura los femeninos labios

Y acurrucando el rostro sobre su pecho;

Enredando los dedos en sus cabellos lacios.

  Respira agitada, después de todo.

La sigo abrazando; la sigo besando.

Protegerla antes que nada: lo estuve pensando.

 Deliciosa noche me hiciste pasar.

Como esta... dudo tener otra más.

Casi no hubo palabras. Fue escaso el verbo amar.

Pero negar que ahora te quiero... eso jamás.

 Y de nuevo aquella imagen a mi mente regresa.

En un lago de sangre te veo, oh mujer que ahora estas en mis brazos.

Rojo mar me atormentas. Me alejo de ella con sorpresa.

Pero eso no le importa. me devuelve a su lado entre tiernos lazos.

  Sus besos y caricias te alejan de mi, oscuro paisaje.

Calma miedos y penas... me ha regresado la paz.

Me lleva el deseo de besarla... lo hago. Es este mi mensaje...

  Que la adoro y, aunque increíble, puedo hacerlo aun más.

  Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

El fanfic toma lugar durante el tiempo en que Heero permaneció en el reino de Sank, con Relena aun como reina.

Se le puede llamar poem-fic?. Está escrito en versos, pero un poema no necesariamente tiene que rimar ^^.

Y la verdad... está bastante suavecito.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 15 de Octubre de 2002.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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4 years ago

Ella es... _C4_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 4: “Tiempo compartido” ::.

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.

Tomaban un baño juntos en el jacuzzi y él acariciaba su bello cuerpo por debajo del agua.

 Horo Horo no paraba de besarla; creía que después de aquella noche, Anna ya no querría absolutamente nada con él, y sin embargo, aquí estaban ahora, acariciándose mutuamente mientras el agua se mecía en un sutil oleaje que los relajaba y excitaba al mismo tiempo.

 Entonces, la rubia dejó de ser pasiva y en un inesperado movimiento, se sentó sobre las caderas del peliazul, quién la miraba embelesado y con satisfacción.

  ““Me preguntó. . . ¿por qué será tan posesiva?, y. . . si lo ha sido con otros hombres o solo conmigo?.””

  Pensaba el muchacho.

Y hubiese seguido divagando un poco más en su relación con la chica, si esta no hubiese comenzado a lamer y morder suavemente su oreja izquierda.

  * Estás muy distraído, ¿en qué piensas?. *

 Anna le susurró al oído, haciéndolo estremecer con su cálido aliento.

En ese momento, Horo no se pudo controlar, estrechó firmemente a la rubia y acercando su boca, mordió la blanca piel del cuello de su amante. Con pasión, con verdadero frenesí, obligándola a gemir agradada, sorprendida y excitada.

  * En ti, solo en ti. *

 Le dijo él entre besos; sus grandes y ásperas manos recorriendo la delicada piel de la mujer, hasta aquel par de dibujos que iniciaban al terminar su espalda; apretando las generosas porciones de carne.

Y sus labios, ah, sus labios, que ya habían abandonado su cuello y se posaban ahora en el seno derecho de una Anna que gimió placenteramente al sentir como el muchacho mordía y succionaba de su duro pezón, como pequeño niño amamantando para extraer su alimento, más este era ya un hombre, quien solo alimentaba su deseo, la lujuria.

 La rubia arqueó la espalda, echando hacia atrás la cabeza, haciendo más fácil la labor de su compañero, que alternaba entre un pecho y otro, saboreando el sabor de la lechosa piel y disfrutando de los gemidos que Anna le regalaba.

 Horokeu se mantuvo entretenido por largo rato, besando y lamiendo, suave y tiernamente con tranquilidad, cada uno de los senos de la rubia y, también, mordiendo y succionando con desesperación, complaciendo a su compañera y por supuesto a si mismo.

Sus manos palpando, recorriendo cada fina curva de tan bello cuerpo, aquel que él tanto amaba. La miró a los ojos, ¡qué bella expresión la de Anna!. . . suplicante y llena de placer.

  Una idea le vino a la mente, haciéndolo sonreír con malicia.

Sin mediar palabras, tomó a la chica por las caderas, sentándola al borde del jacuzzi.

  * ¿Qué pretendes, hombre?. *

 Preguntó ella, con voz cómplice, fingiendo inocencia, mientras se recargaba sobre el húmedo y frío azulejo.

  * Tan solo algo que sé que te gustará. *

 Un leve escalofrío recorrió la espalda de la Kyouyama al oír las palabras de su compañero.

Sonrió ansiosa y se entregó a los brazos de este hombre.

 Horo Horo no tardó en acariciar las rodillas de la chica sentada frente a él, separando luego las sensuales piernas para descubrir la intimidad de la joven.

Y ahí estaba Anna, respirando agitada de solo ver como su amante la observaba con detenimiento; había admiración en sus oscuros ojos, sin mencionar la lujuria y la pasión.

 La mujer vio atentamente como el muchacho escondía la cabeza entre sus piernas. Luego, un pequeño choque eléctrico la recorrió entera. El sentir como Horokeu clavaba dulcemente esa traviesa lengua en su intimidad, recorriéndola con paciencia, lamiéndola entera, separando cuidadosamente los pliegues para poder disfrutar más de ella. . era hermoso.

  * Ahhh, Ho-Horo Horo. . . *

 La rubia hubiese querido alargar aquel gemido, pero esos labios aprisionando su clítoris, casi la hicieron desmayarse. No sabía que Usui fuese tan apasionado.

  ““¿Será así solo conmigo?.””

 Se preguntaba, recordando que le había conocido como tres novias. . . Marion, otra lunática pelirroja cuyo nombre no podía recordar y Tamao, ah, la dulce Tamao, ¿cómo olvidarla?, si la detestaba.

Jamás supo por qué, pero nunca le agradó encontrarse con ella en la casa de los hermanos Usui, lo cual era muy frecuente.

Más ahora comprendía la razón. . . estaba celosa. Porque esa mujer era muy melosa y Horokeu había dejado de mirarla a ella.

  ““Pero ahora. . .””

 Anna sacudió suavemente la cabeza.

¿Para que recordar cosas que habían sucedido varios años atrás?. Horokeu era suyo ahora, todo suyo y solo tenía ojos para ella, la miraba a ella, solo a ella.

  Así, el cuerpo de la mujer se relajó, disfrutando la forma en que el muchacho deslizaba su lengua, acariciando con insistencia el botoncito que coronaba la entrada de su sexo.

  * Aahh, mmm. . . *

 Horo estaba satisfecho de oírla gemir de forma tan sensual, cosa que lo incitaba a continuar. Más pronto, los bocados que daba al sensible sexo de la chica, se volvieron más desesperados.

Horo Horo estaba hambriento de ella y quería disfrutarla al máximo una y otra vez.

Succionó el clítoris de la rubia, sintiendo como esta se retorcía agradecida por ello, pues pequeñas convulsiones de placer la habían recorrido al sentir el orgasmo.

  * Horokeu. . . eres perverso. *

 Anna casi le gritó, arqueando la espalda y echando la cabeza hacia atrás, posando las manos sobre los azulados cabellos de su amante, intentando retenerlo entre sus piernas, que siguiera prodigándole placer.

  Cansada, Anna se dejó caer sobre las tibias aguas de la bañera, siendo recibida entre los fuertes brazos del peliazul, quien la llenó de besos y caricias.

  * No sabes... *   _Le hablaba entre besos._   * cuánto te amo, Anna. Eres, eres... *   _Muchas palabras iban y venían en su mente, pero solo dos pudieron describirla en ese momento..._   * ¡Exquisitamente perfecta!. *

  Anna no sabía que tenía este hombre, que la estaba volviendo adicta a él.

Entonces, deslizó sus suaves manos, tocando cada músculo, cada rincón de aquel cuerpo, inmenso en comparación con el de ella.

Posando sus dulces labios en su perfecto torso, mientras sus manos, ansiosas, no perdían tiempo y ya se encontraban rodeando el pene del muchacho, sintiendo su dureza, su fuerza, la caliente piel que parecía vibrar con cada roce de tan bella dama. . . su vitalidad y, por supuesto, sus ansias por entrar en ella.

 Más Kyouyama quiso esperar un poco. Quería hacerlo vibrar, que suspirase las cuatro letras de su nombre y lo hizo. . . la ceda de sus manos lo acariciaban con paciencia, disfrutando de la dureza que ella misma había provocado.

Lo seguía palpando, de arriba a abajo y viceversa, descubriendo la punta del pene, cubierta por la delgada piel, mientras ambos compartían pequeños besos.

  * A-Anna. . . *

 La chica sonrió con malicia al escuchar a su amante gemir entre sus labios; quizás ya lo había torturado suficiente.

Así, subiendo su pierna derecha a la altura de la cadera del muchacho, sujetó firmemente el miembro del peliazul y lo guio con tranquilidad a la entrada de su vagina.

Rodeando el cuello de Horo Horo, liberó por fin aquel pene de la prisión que sus manos ejercían en él.

Horo, al sentir los suaves pliegues del sexo de su amada, deslizó la punta de su virilidad por toda la parte externa de la abertura, con lo que Anna soltó un gemido cargado de placer, directo al oído de su compañero.

  * Supongo que ya podemos continuar. *

 Dicho esto, el joven sostuvo la cintura de la chica con sus grandes manos, preparándose para entrar en ella.

Empujo suave, tranquilo, pero firme y constante. Cada vez sus embestidas eran más profundas, con cada centímetro que él se adentraba en ella, la rubia gemía más y más, entregada por completo al placer.

 El sutil oleaje provocado por sus cuerpos en movimiento, relajaba a los amantes, regalándoles un gozo extra.

  * Ahh, Horokeu, jamás te detengas. *

  Le dijo Anna.

Algo en esas palabras hizo que el corazón del peliazul latiera con mayor fuerza, mientras compartían cortos besos al tiempo en que  sus caderas subían y bajaban en una danza de lujuria y amor.

 Para el muchacho, era simplemente el paraíso, su nube personal de la que se negaba a bajar jamás.

Anna entre sus brazos, él dentro de ella. El ritmo era suave, tranquilo, pero profundo y apasionado, siempre manteniendo un beso igualmente tranquilo, tratando de prolongar esto.

No importaba que esto no fuese alocadamente rápido, igual era delicioso el roce con la suave piel interna de la joven mujer, que abrazaba y apretaba su espina.    Dios!!. . . era el delirio.

 Pronto, roncos gemidos escaparon de labios de Horo Horo; abrió los ojos, encontrándose con la inigualable imagen de la rubia, quien respiraba agitada, su lindo rostro matizado en rojo y sus ojos entrecerrados, completamente indefensa ante los choques eléctricos de placer que la recorrían entera.

  * Oh, Horokeu!!. . . *

 Alcanzó a decir, abrazándose del muchacho, meciendo sus caderas un poco más, hasta que un cosquilleo terminó en una ruptura de placenteras sensaciones.

La vagina de Anna se contraía, apretando con suave ternura el pene del hombre que la poseía, queriendo no solo retenerlo dentro suyo, sino también hacerlo derramar su esperma, exprimiéndolo.

 Horo Horo no pudo más; rodeó la estrecha cintura de Kyouyama, buscando sus labios para besarla con hambre, hambre de ella, de su perfecto cuerpo, de su amor. . . jadeó entre los labios de Anna, sin atreverse a romper el beso, entonces liberó el semen retenido y que era para ella, solo para ella.

Siguieron meciéndose suave y tranquilamente, cómo un pequeño juego para relajarse, tan solo para eso, además de que aun les producía cierto placer.

  * ¿Nunca te cansas?. *

 Preguntó la rubia, regalando pequeños y dulces besos en todo el rostro de su amante peliazul.

  * No contigo, amor. . . no contigo. *

* Ja, ja, ja. . . tonto, enamorado. *

 Horo la miraba embelesado; la amaba loca e irremediablemente.

Buscó nuevamente sus pequeños labios, ansioso por perder la razón en ellos. . .  más el repentino y persistente sonido del celular, los interrumpió.

Exasperado, el muchacho salió de las cálidas aguas del jacuzzi.

  * ¡Maldición!. *

  Anna se sonrojó ligeramente, mientras admiraba la perfecta desnudez de ese hombre. Ella simplemente no podía negar que él le hacia sentir. . . tantas cosas.

Y lo miraba fijamente, mientras intercambiaba unas cuantas palabras con. . . sabrá dios quién. . .

  * Sí, nos vemos. . . *

 Horo Horo terminó por colgar, más sonaba preocupado, resignado.

  * ¿Pasa lago?. *

 El peliazul solo cruzó la mirada con la de la rubia, terminando por decir un par de palabras, que le dolieron en verdad.

  * Debo irme !. *

   Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Me encanta, sexo y amor ^^’.  Aunque creo que no he hablado mucho de los sentimientos de Anna ¬¬’.

Pero fue gracioso hacer una pequeña mención de las novias del peliazul y de como la rubia se sentía celosa, aunque se lo negase a sí misma . . lastima que no profundizare ese tema T-T.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

   || Capítulo 5 ||


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4 years ago

Es como volver a empezar _C7_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Después de la muerte de Yoh, hay alguien que se preocupa por Anna. Pero, ¿él?... ¿por qué él?.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.:: Capítulo 7: “Matándolo suavemente con sus palabras” ::.

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.

Desnuda, disfrutando de las aguas termales, Anna yacía recargada sobre una de las rocas de la orilla; su cuerpo cubierto por el cálido líquido, dejando solo al descubierto la pálida piel de su espalda.

 Pensaba, pensaba mucho en lo que a su relación con el shaman de hielo se refería.

¿Qué hacer?, se hallaba muy confundida, en verdad había sido tan egoísta y ni siquiera se dio cuenta.

  * Es que así es el amor, egoísta. *

  La rubia itako decía para sí en apenas un susurro.

Y es que después de pensarlo tanto, aquellas palabras tenían mucha lógica. A veces somos tan felices, que solo se es capaz de ver lo que los ojos y el corazón quieren ver: felicidad. Tan es así, que al ser felices a plenitud, llegamos a pensar que a quien se ama es feliz de igual manera, más no siempre es así.

  * Ah, y ahora, ¿qué voy a hacer?. *

 Anna cerró los ojos mientras un sutil tono rosa teñía sus mejillas debido al calor del lugar.

Sumida en sus pensamientos, cuenta no se dio de que alguien más compartía con ella el calor de las aguas desde hacía varios minutos.

 A escasos metros, Horo Horo contemplaba, excitado, la bella figura femenina que ante él se mostraba.

¡ POR KAMI !, se sorprendía de no haberla tomado desde el momento en que se sumergió en las termas. Sonrió travieso. . .

  * Eso tiene solución. *

 Apenas susurró tan corta frase, se acercó tranquilo a la joven que aun ajena a su presencia, abrazaba una roca. Y él se sintió estúpido, sentía celos, Anna solo descansaba, solo eso.

 El ainu se posó suavemente detrás de ella, pegando totalmente sus cuerpos; sus manos deslizándose delicadamente por los contornos curvilíneos de la rubia itako, hasta entrelazarse con las propias manos de su amante.

Horo suspiró profundamente mientras recargaba la cabeza sobre los cabellos dorados de Anna, aspirando aquel agradable aroma a violetas; cerró los ojos, dejándose llevar por las sensaciones que la sacerdotisa provocaba en él.

  * Te amo. *

 Le dijo el shaman, haciéndola temblar casi imperceptiblemente.

Pronto, los cálidos labios del peliazul iniciaron un recorrido de pasión, estacionados por largos momentos en la suave piel del cuello de Kyouyama, mordiendo, succionando, marcándola como su territorio.

Anna suspiraba y respiraba con agitación tratando de resistirse, si continuaba este romance, el muchacho renunciaría a sus sueños. . . y eso no sería justo.

 Más los morosos besos del ainu, sin mencionar las ansiosas manos de este que se deslizaron, intrusas, en su intimidad, la hicieron ceder completamente.

  * Ah, espera. *

 Sonrojada, con entrecerrados ojos, Anna solo se limitaba a sentir como el shaman de hielo exploraba su sexo. Y dándole aun la espalda, la mujer separó un poco las piernas, permitiéndole al joven introducir en ella sus traviesos dedos a su entero gusto.

  * Te deseo tanto. *

 La rubia jadeaba; podía sentir el cálido aliento de Horo Horo, sobre su cuello o susurrándole suaves palabras al oído, que la hacían estremecer.

Más aun, la entrecortada respiración del muchacho la volvía loca, no podía pensar en otra cosa que no fuera hacer el amor con él.

  * Ah, Horokeu. *

  Ella gimió profundamente.

El ainu deslizaba un par de sus dedos, acariciando insistentemente su clítoris; hundiendo ocasionalmente el dedo medio en la intimidad de la joven.

Lo excitaba tanto como la rubia se dejaba hacer, la forma en que gemía y la manera en que levantaba las caderas buscando que el contacto fuese mayor.

  * Te gusta, lo sé. *

 Palabras que formaron susurros.

Horo Horo estaba ansioso, sus manos recorrían sin control la delgada figura femenina hasta detenerse cada una sobre los bien formados pechos de Anna. . . la parte que más le gustaba de aquella perfecta anatomía.

El shaman estrujaba con ligera fuerza aquel par de senos, arrancando gemidos de los labios de la itako, quien agradada, sentía como su amante jugaba entretenido con sus suaves esferas de mujer.

  Después de un rato, el shaman de hielo se detuvo; con un suave movimiento giró a la joven para quedar frente a frente. . . y se aferró a ella con labios y dientes, sorprendiéndola y haciéndola gritar de placer.

Horo estrechaba con fuerza la diminuta cintura de su mujer, mientras se deleitaba con sus preciosos senos, probándolos desquiciadamente, besándolos, succionándolos, hasta mordiendo ligeramente los duros pezones que coronaban el mayor atractivo de la chica.

Por su parte, Anna se mordía el labio inferior tratando de no gritar, el gozo era tanto que creía que no lo iba a soportar.

  Recargada aun sobre la roca, la sacerdotisa miraba embelesada la luna, al tiempo que su amante seguía incansable en su trabajo de amarla.

Finalmente, el Usui atrapó los labios de Anna con los propios, desesperado, queriendo comerla a besos.

 * Anna, no puedo más. *

 Le dijo él, aferrándose con fuerza a su cintura, mordiendo suavemente la oreja izquierda de la joven.

  * Yo igual. . . quiero más. *

 El shaman de hielo no pudo más que sonreír; no esperó más!, alzó ligeramente a la chica, tomándola por las caderas y haciéndola bajar casi inmediatamente, guiando su erecto pene hacia la intimidad de la itako.

Pero se detuvo sin entrar en ella; comenzó a deslizar la punta de su miembro sobre los labios vaginales de la mujer.

  * Oh, Horo, perverso. *

* No finjas, adoras esto. *

 Ese descarado tenía razón. A ella le encantaba que acariciase de aquella forma su intimidad; sentir la caliente punta de la masculinidad del muchacho, la desesperaba, se llenaba de ansias y no podía esperar a ser penetrada, sin mencionar la excitante y morbosa sensación que esto le producía.

 Y siguieron así por un rato más, disfrutando del contacto superficial entre sus sexos, mientras clavaban sus miradas el uno en el otro.

  * ¿Qué dices?. . . continuamos?. *

* Idiota !. *

  Horo Horo sonrió.

““Casi como la hacía Yoh.””

Pensaba la itako.

Sí, él es tan alegre como lo fue Yoh, y esa sonrisa suya a veces le recordaba al Shaman King, más la sonrisa del ainu era más picara, más traviesa. . . y así le gusta a Anna, lo adora.

Así que ella también sonrió, lo hizo de una forma casi perversa.

 La rubia se aferró al cuello de su amante con sus brazos, mientras le rodeaba hasta cruzar las piernas por la espalda del joven. . . bajando suavemente las caderas, ella sola hizo que el duro pene de Horokeu entrase en ella con lentitud.

Ambos suspiraron profunda y tranquilamente al principio, más fuerte y entrecortados conforme se deslizaba la hombría del peliazul en la intimidad de la sacerdotisa.

  Con un suave subir y bajar de sus caderas, Anna volvió loco de placer a su compañero, sumado a esto estaban las sensaciones que el agua provocaba en combinación con el roce de sus cuerpos, era delicioso, inigualable.

  El agua, la noche, las estrellas. . . todo en combinación formaron la situación más erótica que ambos jóvenes habían compartido hasta ahora.

Y así, con el agua caliente cubriendo la mitad de sus cuerpos, hacían el amor; él mordisqueando con suavidad los botones rosados que adornaban los perfectos senos.

 Pronto el calor de los amantes, sumado al de las termas, se tornó insoportable y el placer era tanto que el subir y bajar de sus caderas se volvió fuerte, rápido, desesperado, casi brusco, provocando que los gemidos de Anna se tornaran sonoros y prolongados. . .

  ““Una dulce melodía.””

Pensaba el peliazul sin poder ya apartar la mirada de la belleza desnuda que entre sus brazos, se entregaba a él.

Tan bella, tan intensa. . . tan Anna.

  * Te amo. *

  Horo Horo habló sin pensar.

Jadeante, entrecortado. Que increíble que semejantes palabras salieran de su boca en medio de tanta excitación.

Anna lo besó con desesperación, acariciando una de las mejillas del peliazul.

 Él seguía penetrándola, disfrutando de la deliciosa sensación que experimentaba con cada embestida.

La intimidad de Anna abrazaba y oprimía su miembro, como deseosa de retenerlo ahí, dentro de ella. . . y así era.

El roce, la constante fricción entre sus sexos, todo aquello logró que la excitación aumentara. Y pronto, Horo Horo forzó su hombría con mayor fuerza dentro de la vagina de la itako. El placer los obligó a romper el beso que hasta ahora habían mantenido.

 Y Anna rodeó el cuello del shaman, soltando gemidos que llegaban a oídos de su joven amante.

No podía más, el gozo recorría todo su cuerpo y una deliciosa sensación comenzaba a formarse en su vientre.

  * Oh, Ho-Horo Horo. . . *

  Sus cuerpos danzaban con un vaivén de sincronía, mientras Anna jadeaba intranquila; y ya no pudo más, su cuerpo tembló entre espasmos de placer, arqueando la espalda y lanzando un sonoro gemido que entonaba el nombre del ainu, recibió satisfecha el orgasmo que recorrió su cuerpo, agotándola por completo y provocando que las paredes de su vagina se contrajeran y abrazaran fuertemente la virilidad del shaman del norte, quien no pudo contener el semen que su miembro expulsó por tanta excitación y placer, desbordándose en la intimidad de la rubia.

  Ambos jóvenes respiraban agitados, aun moviéndose suavemente. Horo Horo aun con su hombría enterrada dentro de la mujer.

Compartían cortos besos y los susurros que formaban palabras y promesas de amor los acompañaron por largo rato. Pero unas cuantas de aquellas palabras hicieron que Anna perdiera bruscamente el encanto que su amante le había regalado.

  * Ya no me importa nada más, solo tu, Anna. . . Ai shiteru. *

  Kyouyama se congeló al escucharlo, tanto amor y placer la habían hecho olvidarse de algo que venía atormentándola desde hace poco.

Su mirada, antes llena de calidez por haber hecho el amor con el peliazul, se volvió seria, fría como siempre.

Se separó del shaman sin decir nada más, provocando desconcierto al muchacho, quien no entendía que le pasaba a su amante.

  ““Quizá no está tan satisfecha como yo lo estoy.””

Pensó Horokeu, agitando la cabeza y descartando casi inmediatamente esa idea.

No, esos besos, sus caricias, sus constantes gemidos le habían demostrado cuan grande fue el placer que le hizo sentir al unir sus cuerpos.

 Ella se detuvo aun dentro de las aguas termales.

Y dándole la espalda al hombre que conocía ya cada rincón de su cuerpo, dispuesta estaba a romperle el corazón. . .

  * No vuelvas a tocarme. Lo he estado pensando y he decidido que ya no me casaré contigo. *

  Y así como así, Anna salió de las termas sin siquiera cubrirse, dejando al muchacho más que sorprendido. No comprendía porque de repente ella se comportaba de esa forma y le decía cosas que lo lastimaban.

 Con pupilas descoloridas y contraídas, la expresión de Horo Horo delataba la sorpresa y el dolor que las palabras de la sacerdotisa le hicieron y le hacían sentir. . .

 Palabras que resonaban en su cabeza una y otra vez, palabras. . . que lo mataban suavemente.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Amor, sexo y. . . un corazón hecho pedazos.

Haciendo el amor en las aguas termales, el ambiente y la temperatura  perfectos.

No separaré a estos enamorados por mucho tiempo, simplemente no puedo, así que aun habrá un poco más de romance y tan solo una última sesión de lemon  ^¬^’.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 25 de Mayo de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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         || Capítulo 8 ||


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4 years ago

Ella es... _C1_

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Anime: Shaman King

Rating: M

Pareja: Horo Horo & Anna

Sinopsis: Para él, ella era la mujer más hermosa, fría, pero fina y frágil al mismo tiempo, misteriosa e inalcanzable, única. Su amor imposible, ella era Anna Kyouyama... ella era su todo.

Advertencia: Lemon (NSFW)

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Por: Maeda Ai.

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.:: Capítulo 1: “Mirándola en silencio” ::.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

La joven mujer de cabellos dorados entró en la habitación de aquel lujoso hotel.

Con pereza, con fastidio, Anna se dejó caer sobre una de las dos camas que ocupaban la recamara. No podía creer que se dejara convencer por la chica de cabellos azules.

  * Debí suponer que pasaría algo así. *

 Sus palabras, casi un suspiro.

Giró sobre la cama hasta quedar sobre su costado derecho; conocía a Pilika desde hacía ya varios años, si ya sabía que le haría algo así, ¿por qué no se negó?.

  ““Date un par de semanas para descansar. . .  vamos a la playa, las montañas, donde tú quieras. . .””

Recordó las exactas palabras de la peliazul.

La playa fue la decisión; creyó que serían solo ella y Pilika, pero no. . .

  * Tenía que invitar a su hermano y su novio. *

  Era obvio que la idea no le agradaba, Anna quería distraerse un poco, pero la presencia de esos dos, en especial la del peliazul, le resultaba incómoda.

Más incomodo fue viajar con ellos en la camioneta durante tres largas horas.     Pilika y su novio, Ren, iban al frente conversando de esto y de aquello; Anna y Horo Horo en el asiento trasero.

A pesar de ser amiga de la chica peliazul por más de ocho años, nunca se llevó muy bien con el hermano de esta, quizá por eso fue que lo ignoró durante todo el camino.

 Ahora suponía que las dos semanas de supuesto descanso no le servirían de nada; seguro se pasaría la mayor parte del tiempo encerrada en esa habitación, a solas, porque Pilika se divertiría de lo lindo con Ren.

  * Creo que Pilika solo me utilizó como pretexto para pasar unos días con el picudito. *

  De pronto, la joven escuchó como la puerta se abría, dejando entrar a una persona, su compañera de habitación.

Anna no se movió en absoluto, seguía admirando el paisaje que el ventanal le permitía. . . hasta que aquella voz la sorprendió.

  * Si vamos a compartir la habitación, será mejor que intentemos llevarnos bien. *

  El muchacho peliazul traía consigo su equipaje y aunque su mirada parecía seria, traía consigo una imperceptible sonrisa, podía sentirlo.

  * ¿Qué haces aquí?. *

  Preguntó Kyouyama, su voz  seca, seria, con claro enfado y disgusto por tenerlo cerca.

Horo desempacaba e iba de un lado a otro de la habitación ignorándola completamente.

 ¿Qué hacia ahí?, pues su hermanita simplemente le dijo que compartiría la habitación con Ren. Dormiría con ese bastardo, maldición, aunque fuese su mejor amigo no podía soportar siquiera pensar en que iba a pervertir a su dulce e inocente hermana.

  * Sí, así es Pilika. *

* Ya lo sé, pero no me gusta en lo más mínimo que esté sola con él. *

  Anna se sentó sobre la cama, no sabía que el joven de azulados y rebeldes cabellos fuese un hermano celoso, aun con Tao que era su amigo.

Pero no tenía que preocuparse, al menos ya debía estar acostumbrado, la relación de esa pareja era ya muy intima, muy, muy intima. Pilika y Ren hacían el amor desde ya cuatro años y Horo Horo todavía no se hacía a la idea de que su pequeña hermana. . . ya no es tan pequeña.

  * Ahhh, que le vamos a hacer !!. *

 Anna dejó escapar un leve suspiro; no tenía opción, compartiría la recamara con este joven pues al parecer la menor de los Usui iba a estar muy ocupada durante el resto de la noche.

 Sin prestarle más atención a su compañero, la rubia se dirigió al cuarto de baño para cambiarse de ropas, sin percatarse de que Horo Horo la seguía con la mirada fija sobre su lindo cuerpo.

Para el muchacho, fue simplemente imposible apartar la mirada de la puerta del baño, pues la mujer más hermosa que sus ojos hayan visto estaba del otro lado de dicha puerta.

  ““Semidesnuda, seguramente, poniéndose ropa más cómoda.””

  Pensó el peliazul, imaginando aquella suave piel blanca con pocas prendas cubriéndola.

  La puerta finalmente se abrió, dejando ver a una bella joven vistiendo una pequeña bata de dormir que dejaba al descubierto sus largas piernas. Anna sintió la fijeza de la mirada de su compañero de habitación; le resultó extraño, pero no pudo evitar sonrojarse sutilmente.

Ignorando el brillo en los ojos de aquel hombre, terminó recostándose en la otra cama.

 Ella le daba la espalda; las delgadas sábanas cubrían casi todo su cuerpo, delineándolo sensualmente.

Horokeu aun mantenía los ojos fijos sobre aquella mujer. . . tantos años de conocerla, tantos años tratando inútilmente de dejar de pensar en ella y ahora era lo más cerca que había estado de Anna.

 Como deseaba tener su fina figura entre sus brazos, que su exquisito aroma lo envolviese, profanar sus tentadores labios femeninos, pero eso no podía ser. . .  durante años tuvo que conformarse con verla de lejos, siempre de lejos; al menos ningún hombre a su lado.

  ““Hasta que conoció a Yoh Asakura.””

 Recordó, su mente torturándolo.

Cualquier esperanza que hubiese guardado se vino abajo cuando se enteró de la relación que la rubia tenía con el castaño de estúpida sonrisa.

  * Pero ahora, Anna era libre de nuevo. *

 Kyouyama había terminado su relación con Yoh, y de nuevo, Horo Horo tenía la vaga oportunidad de poder acercarse a la bella mujer, una oportunidad que su hermana le había conseguido y que ahora, mientras cerraba los ojos, estaba dispuesto a aprovechar, para que Anna por fin le prestara un poco de atención.

  Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

HHxA, again.

¿Qué tal?, mi primer universo alterno. La verdad es que no hay gran ciencia para esta historia, se irían de espaldas si supiesen como me nació la idea para este fic, pero bueno ^^’. Para este fic tengo planeado mucho romance, sexo  y... nada más ¬¬’.

—I love HOROxANNA—.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 03 de Julio de 2006.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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      || Capítulo 2 ||


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